

Secciones
Servicios
Destacamos
Los piojos son pequeños parásitos que se alimentan de sangre humana y que, a pesar de su diminuto tamaño, pueden causar grandes molestias. Su presencia se asocia con picazón intensa en el cuero cabelludo, irritación e incluso infecciones secundarias si no se tratan adecuadamente. Aunque suelen relacionarse con una falta de higiene, no es así: cualquier persona, sin importar su nivel de limpieza, puede verse afectada por estos insectos.
Los piojos son parásitos que se propagan, principalmente, a través del contacto directo con el cabello de una persona infestada o al compartir objetos personales como peines, gorros, almohadas o auriculares. Dada su facilidad de contagio, es fundamental actuar con rapidez una vez detectada una infestación para evitar que se propague en entornos familiares o escolares.
En caso de infestación activa, desde la Clínica Universidad de Navarra señalan que, en menores de 2 años, «no se recomienda inicialmente tratamiento farmacológico, siendo preferible la eliminación mecánica». Este método consiste en retirar manualmente los piojos y liendres con la ayuda de un peine especial. Además, el tratamiento general incluye el uso de pediculicidas, eliminación mecánica y, en algunos casos, medidas ambientales para prevenir una posible reinfestación.
Es esencial que todos los miembros de la familia de la persona infectada deben ser examinados para ver si hay señales de parasitación. «Si se encuentran infectados con piojos deben tratarse al mismo tiempo. A los niños se les debe advertir el no compartir peines, cepillos, sombreros, etc». Los expertos también recomiendan lavar la ropa de cama e interior con agua caliente, sumergir los utensilios personales en agua hirviendo durante al menos diez minutos y aspirar bien los espacios comunes para eliminar posibles restos de parásitos.
Para quienes conviven con mascotas, es importante saber que los piojos que infectan a los humanos «no parasitan en mascotas u otros animales y que los que parasitan animales no se contagian a las personas».
Sin embargo, la mejor estrategia contra los piojos sigue siendo la prevención. Según una farmacéutica, hay medidas sencillas que pueden ayudar a evitar el contagio: «revisa semanalmente el pelo de tus hijos y utiliza repelente para prevenir el contagio. Evita que los niños compartan entre ellos cepillos, gorras, peines, coleteros... incluso la ropa. En caso de que tus hijos tengan el pelo largo, la mejor opción es que lo lleven recogido al colegio. Lava los cepillos y peines en agua caliente y las sábanas y la ropa usada en la lavadora a mínimo 50 grados».
Adoptar estas precauciones puede ser clave para mantener a raya a estos molestos invasores y evitar las complicaciones que pueden surgir de una infestación no tratada a tiempo.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.