Rafael Bengoa, exdirectivo de la OMS: «En España habrá confinamiento domiciliario en una o dos semanas y se prolongará durante un mes»

España está, casi al completo, confinada de forma autonómica. Las diferentes regiones han decretado que durante estos días no se pueda entrar ni salir de sus territorios ante el avance imparable de la segunda ola del coronavirus, pero como ya avisaría Fernando Simón, «cada vez quedan menos medidas antes de decretar el confinamiento domiciliario». Estas palabras del director del CCAES (Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias) 'coincidieron' en el tiempo en el que se conocía que el Gobierno ya cuenta con un borrador de cómo será el segundo confinamiento domiciliario que se decretaría en España por el coronavirus. Las autoridades intentan evitar este nuevo encierro por la problemática extrema a la que pueden llevar a un sistema económico ya dañado desde principios de año, pero como dijo Simón: «cada vez quedan menos medidas antes de decretar el confinamiento domiciliario». Con este nuevo paso ya rondando y repitiéndose cada vez más entre los temas políticos, el exdirector de Sistemas de Salud de la OMS y exasesor de Barack Obama, Rafael Bengoa, ha querido sumarse a las indicaciones sanitarias y ha alertado de que, si se mantienen las cifras actuales de la pandemia, habrá un confinamiento domiciliario en una o dos semanas en España y que este se podría prolongarse durante un mes.

En una entrevista en 'El Suplement' de Catalunya Ràdio, el exconsejero de Sanidad del Gobierno Vasco ha considerado que si con las medidas que se han establecido hasta ahora para frenar la propagación de la pandemia no baja la tasa de contagios, será «necesario pasar al siguiente nivel», que supondría un confinamiento similar al de los pasados meses de marzo y abril.

«El confinamiento domiciliario en España es inevitable. Probablemente, en una o dos semanas se tendrá que hacer, porque se va a ver que nada va bien«, ha insistido.

A su juicio, este nuevo confinamiento debería prolongarse durante alrededor de un mes, aunque no cree que se deban cerrar las escuelas. Además, cree que la segunda ola va a ser más «dura» que la primera, y ha advertido de que unas fiestas navideñas normales serían «un foco enorme de contagios».