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QUIRÓNSALUD VALENCIA

La avanzada edad, principal factor de riesgo para la aparición de fibrilación auricular

La arritmia sostenida más frecuente entre la población española afecta a uno de cada seis mayores de 79 años y a más de un millón de pacientes

SUPLEMENTOS

Martes, 28 de septiembre 2021, 01:10

La fibrilación auricular es la arritmia sostenida más frecuente entre la población general. Está directamente relacionada con la edad ya que conforme se va entrando en la vejez, las probabilidades de contraerla van creciendo. El estudio 'OFRECE', realizado por la Sociedad Española de Cardiología, mostró que la prevalencia de esta arritmia en los españoles en la franja de edad de 70-79 años es del 9,3% y se dispara hasta el 17,7% en la población que tiene 80 o más años de edad. Esto significa que una de cada seis personas mayores de 79 años padece fibrilación auricular y que, en España, hay más de un millón de pacientes con esta arritmia y más de 90.000 casos por diagnosticar. Cuando se considera a toda la población mayor de 40 años la prevalencia es del 4,4%.

El envejecimiento de la población alimenta la ascendente tendencia de la prevalencia de fibrilación auricular en los países occidentales. Esta arritmia se ha convertido en un problema de salud al afectar a un número considerable y progresivamente creciente de ciudadanos y al alterar su estado de salud e incrementar el gasto sanitario. «El corazón se contrae de una forma cadencial y ordenada gracias a un impulso de tipo eléctrico que nace en la parte alta de la aurícula derecha y se extiende por las aurículas para que estas se contraigan y ayuden en el llenado de los ventrículos», explica el doctor Ricardo Ruiz Granell, especialista en electrofisiología cardiaca del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Valencia.

El facultativo desmigaja esta arritmia tan popular en nuestro país: «Este impulso pasa a los ventrículos a través de un sistema especializado de conducción y los activa para que estos se contraigan y bombeen la sangre. En la fibrilación auricular, esta actividad ordenada en las aurículas se desorganiza por completo y la activación eléctrica de estas es desordenada y caótica».

Factores de riesgo

El envejecimiento y las enfermedades del corazón son factores que favorecen la aparición de arritmias. Estos someten a las aurículas a una sobrecarga de presión o de volumen: hipertensión, enfermedad de las válvulas, insuficiencia cardiaca, infartos, etcétera. Otros factores de riesgo son las enfermedades pulmonares crónicas y las de la glándula tiroides, concretamente el hipertiroidismo, que también predisponen a la arritmia, como también lo hace el síndrome de la apnea del sueño. Los latidos auriculares que nacen de un lugar inapropiado y se adelantan al ritmo normal del corazón –lo que los cardiólogos denominan extrasístoles– pueden iniciar la arritmia.

En estos casos, la arritmia se instaura y es probable que no ceda si no se aplica tratamiento. «Es lo que llamamos una fibrilación auricular persistente, más propia de los ancianos o de personas con muchos factores de riesgo», detalla el doctor Ruiz Granell. En otros supuestos de pacientes de menor edad, el papel de los factores de riesgo es menor. Los pacientes relativamente jóvenes ven cómo su arritmia aparece bruscamente y cede en minutos o pocos días restableciendo el ritmo normal del corazón.

«En estos casos de fibrilación auricular paroxística en los que no parece haber un terreno 'abonado' para la arritmia, la causa suele ser la presencia de extrasístoles frecuentes que en aproximadamente el 80% de los casos se originan en las venas pulmonares», esgrime el especialista en electrofisiología cardiaca del Servicio de Cardiología del Hospital Quirónsalud Valencia.

La tendencia de la fibrilación auricular paroxística no tratada es evolucionar a una fibrilación auricular persistente. Al haber también casos intermedios -pacientes con factores de riesgo que siguen presentando episodios paroxísticos y pacientes sin ningún factor de riesgo que se presentan con una forma persistente-, los expertos aconsejan realizar una valoración individualizada de los casos para seleccionar el tratamiento más apropiado.

Latidos irregulares y frecuencia cardiaca elevada

La activación caótica de las aurículas provoca que su contracción ordenada desaparezca y que su contribución al llenado de los ventrículos sea incompleta. «La activación de los ventrículos se hace por la transmisión también desordenada de los impulsos de la aurícula. Consecuencia de ello es que la frecuencia ventricular –o sea, la frecuencia cardiaca– suele ser elevada y, además, los latidos son irregulares», relata el doctor Ricardo Ruiz Granell. Al no contraerse de forma ordenada las aurículas, se pueden formar en la aurícula izquierda coágulos de sangre que pasen a la circulación y que puedan provocar embolias. Un coágulo o trombo puede atascar cualquier arteria de la circulación: renal, intestinal, cerebral, provocando un ictus, etcétera.

El síntoma más frecuente son las palpitaciones. El paciente percibe un latido cardiaco rápido en su interior de forma irregular y lo describe «como si el corazón se hubiese desbocado», explica el facultativo. Este síntoma se puede acompañar de una sensación de falta de aire, de intolerancia al esfuerzo y de dolor en el pecho. En los pacientes con insuficiencia cardiaca es frecuente que la arritmia la empeore o agrave.

¿Cómo se diagnostica?

La fibrilación auricular se diagnostica con el electrocardiograma. En los casos persistentes, mostrará directamente la arritmia aunque en las formas paroxísticas puede traer complicación. «Hay que relacionar los síntomas del paciente con la presencia de la arritmia, por lo que es de gran importancia obtener un electrocardiograma cuando aparece un episodio», aconseja el doctor del Hospital Quirónsalud Valencia, quien añade que «a veces hay episodios breves que no permiten al paciente alcanzar un centro donde se documente la arritmia».

Los registros de Holter son otro método para diagnosticar esta arritmia. Pueden ser útiles si el paciente tiene un episodio mientras está controlado ya que consisten en la monitorización del electro del paciente durante uno o varios días mientras este realiza una vida normal. «También son útiles para saber si el paciente tiene muchas extrasístoles en su vida diaria», desvela. La aparición de dispositivos de registro del electrocardiograma ligados a dispositivos electrónicos como tabletas o teléfonos móviles está haciendo posible el diagnóstico de muchos casos. «No solo el diagnóstico de la arritmia es importante, también es fundamental hacer una evaluación del estado del corazón y de todos los factores de riesgo para intentar corregirlos», remarca el doctor Ruiz Granell.

Un tratamiento adecuado para un pronóstico favorable

La fibrilación auricular puede tener consecuencias devastadoras si no se valora y trata adecuadamente. Cuando se aplica el tratamiento adecuado, su pronóstico es mucho más favorable. Preocupa la elevada proporción de casos sin diagnosticar: aproximadamente un 10% en España. Son casos que no acceden al tratamiento o acceden a él cuando ya han presentado complicaciones.

«Lo primero que hay que hacer es controlar y tratar los factores de riesgo que puedan estar favoreciendo la arritmia», subraya el especialista en electrofisiología cardiaca. Existen dos líneas generales de tratamiento. La primera es intentar mantener el ritmo normal del corazón con los menos episodios posibles de fibrilación auricular. «Es lo que denominamos la estrategia de control de ritmo», detalla. La otra opción es dirigir este tratamiento a controlar los efectos de la arritmia para que la arritmia, aunque esté presente, no haga daño. Se busca controlar la frecuencia cardiaca y normalizarla.

La estrategia de control de ritmo puede abordarse desde dos perspectivas. El primero es revertir la arritmia y suprimir el episodio para que el paciente vuelva al ritmo normal. «Esto puede conseguirse con fármacos antiarrítmicos o bien eléctricamente, realizando una cardioversión eléctrica», explica el facultativo, quien añade que esta técnica «consiste en hacer pasar una corriente eléctrica potente a través del corazón para restablecer el ritmo normal». Como el paso de la corriente puede resultar molesto o doloroso, la cardioversión se realiza con una sedación profunda pero muy breve sin necesidad de ingresar en el hospital. En Quirónsalud Valencia, los pacientes permanecen durante unas pocas horas en el Hospital de Día para realizarse la cardioversión, la cual resulta altamente eficaz y consigue restablecer el ritmo normal en casi la totalidad de los casos. «No tiene ningún efecto sobre la prevención de nuevos episodios», advierte el doctor Ruiz.

Dado que la fibrilación auricular es una arritmia que tiene una gran tendencia a reaparecer, es muy importante la segunda parte de la estrategia de control del ritmo: la prevención de las recurrencias. «El primer paso es el control de todos los factores de riesgo. Un segundo escalón es el uso de medicación antiarrítmica», apostilla. Cuando los fármacos no logran prevenir las recurrencias puede recurrirse a la ablación de las venas pulmonares. Dado que el origen de las extrasístoles que desencadenan los episodios nace de las venas pulmonares, la ablación pretende aislar eléctricamente estas venas del resto del corazón de forma que los latidos que puedan originarse en su interior no logran alcanzar la aurícula.

Expertos en crioablación

El aislamiento se consigue creando una especie de cicatriz que rodea la desembocadura de la vena, sin llegar a romperla. Esto puede conseguirse con la aplicación de frío mediante un pequeño balón que se congela con óxido nitroso -crioablación de las venas pulmonares- o mediante la realización de pequeñas lesiones por calor utilizando energía de radiofrecuencia similar a la que utiliza un bisturí eléctrico, llamada ablación de las venas pulmonares con radiofrecuencia. Los resultados son similares con ambas técnicas, logrando controlar en torno al 80% de los casos. Quirónsalud Valencia posee una amplia experiencia con la técnica de la crioablación y ha logrado dominarla. Se trata de una opción más sencilla, de menor duración y ligeramente más segura que otras técnicas.

Los mejores resultados de la ablación de las venas pulmonares se obtienen en pacientes relativamente jóvenes, con fibrilación auricular paroxística, con corazón estructuralmente normal y con pocos factores de riesgo. «Cuando se opta por el control de la frecuencia, se deja al paciente con la arritmia de forma permanente y el tratamiento se dirige a que la arritmia no produzca daños, retirando los fármacos antiarrítmicos y utilizando únicamente fármacos para el control de la frecuencia cardiaca y estableciendo tratamiento anticoagulante en el momento que se precise», argumenta.

Existen unos pocos casos en los que el control de la frecuencia cardiaca con medicamentos es muy difícil, o bien por requerir dosis muy elevadas o bien por problemas de tolerancia a la medicación. En estos casos, puede recurrirse en último extremo a provocar un bloqueo del corazón mediante un catéter e implantar un marcapasos. El ritmo del corazón vuelve a ser regular y con la frecuencia controlada por el marcapasos.

Más información en el servicio de cardiología de Quirónsalud Valencia

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