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VALENCIA
Miércoles, 3 de marzo 2021, 17:58
La fiebre es el aumento de la temperatura corporal como mecanismo de respuesta ante alguna enfermedad o proceso inflamatorio de causa infecciosa o no infecciosa (bacterias, virus, parásitos, tumores, fallos metabólicos, deshidratación, reacción inmune…) y cuando aparece no hay que ponerse nervioso. La Comunidad de Madrid ha editado una guía de primeros auxilios en la que desde el Hospital Infantil Universitario Niño Jesús explican qué es y cómo combatirla. Esto es lo que proponen:
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• Calor y enrojecimiento intenso de cabeza y tronco, a veces frialdad de manos y pies. Escalofríos, tiritona.
• Pulso y respiración acelerada.
• Temperatura rectal o axilar mayor de 38°C.
Para que se considere fiebre, se debe superar la temperatura máxima considerada «normal». Se considera fiebre una temperatura superior a 37'2ºC por la mañana y de alrededor de 37'7ºC por la tarde, explican desde Mapfre.
También, es importante tener en cuenta dónde medimos la fiebre, ya que en la axila es normal registrar menos temperatura, mientras la temperatura rectal suele es algo más de 0'5º C más alta. En los niños se considera que existe fiebre cuando la temperatura es superior a:
38º C medida en el recto.
37, 5º C medida en la boca.
37,2º C medida en la axila.
Además, hay que tener en cuenta que hay que diferenciar entre décimas de fiebre que denominamos febrícula (hasta 37'5ºC), fiebre (a partir de 38ºC) y fiebre de urgencia (a partir de 40ºC).
Por cada grado de elevación de la temperatura, nuestro consumo de oxígeno aumenta un 13% y se produce un aumento en la necesidad de líquidos y calorías.
1. Retirar toda la ropa, colocarle en lugar fresco.
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2. Aplicar paños con agua templada en la cabeza, ingles y axilas. Cambiar estos paños por otros fríos cada 5 minutos.
3. Baños con agua tibia.
4. Ofrecer frecuentemente líquidos por boca.
5. Administrar antitérmicos: paracetamol, ibuprofeno o metamizol a la dosis recomendada por su médico.
6. Acudir al médico si:
– Es un bebé menor de 3 meses.
– El niño está adormilado, decaído o muy irritable.
– Tiene dolor de cabeza intenso.
– Vomita de forma repetida.
– Respira con dificultad.
– Tiene manchas rojas en la piel que no desaparecen al presionar.
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1. La fiebre no es peligrosa, no produce daño en el cerebro.
2. No hay que obsesionarse con bajar la fiebre. Si el niño tiene fiebre pero está contento y activo, esté tranquilo/a. Lo más importante es vigilar su estado general (aspecto, actividad, comportamiento, ...).
3. El objetivo del tratamiento de la fiebre es que el niño esté más confortable.
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