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Miércoles, 5 de febrero 2020, 01:40
El Hospital Huoshenshan de la ciudad china de Wuhan, construido en solo diez días para combatir el brote de coronavirus se ha convertido en paradigma del "milagro chino", a la vez que en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad.
El centro hospitalario, compuesto de módulos prefabricados y con una capacidad de 1.000 camas, estará operado por 1.400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y, los 450 restantes, de universidades de las distintas ramas de las fuerzas armadas.
Con él se espera descongestionar a otros hospitales de Wuhan en la lucha contra el coronavirus, que ha dejado más de 360 muertos y 17.205 infectados diagnosticados en China hasta el momento, la mayoría de ellos en la provincia de Hubei, donde se detectó el brote.
Las obras de Huoshenshan comenzaron el 23 de enero y pronto los medios estatales difundieron imágenes de más de un centenar de vehículos de obra, sobre todo, excavadoras, trabajando sin descanso en una vasta superficie.
Houshenshan está ubicado en el suroeste de la ciudad, una zona que, asegura la agencia estatal de noticias Xinhua, cuenta con los servicios necesarios para proveer al hospital y los pacientes.
El centro se construyó a semejanza del pekinés de Xiaotangshan, en el norte de la capital y levantado en una semana en 2003 para combatir el Síndrome Respiratorio Agudo y Grave (SARS, por sus siglas en inglés).
Además, la prensa oficial prevé que esta semana entre en funcionamiento el otro "hospital exprés" comenzado días después de Houshenshan, Leishenshan, con 1.300 camas.
Ambos tratarán de contener la expansión del brote en su epicentro, la ciudad de Wuhan, que permanece en cuarentena desde el mismo día 23 de enero en que se iniciaron las obras en Huoshenshan.
Hasta este domingo, la provincia de Hubei ha registrado 11.177 de los 17.205 infectados diagnosticados en toda China, así como 350 muertes de las 361. De entre los contagiados, 1.701 se encuentran en estado grave o crítico, mientras que 295 personas han superado con éxito la enfermedad y han sido dadas de alta.
La construcción a toda velocidad de estos centros hospitalarios es una pieza clave en la propaganda oficial de cara a promocionar sus esfuerzos contra el virus en China y en el extranjero.
De hecho, incluso se instalaron cámaras que retransmitieron las 24 horas del día la evolución de las obras.
Las autoridades sanitarias chinas no solo están ejerciendo un control de los ciudadanos, a quienes recomiendan salir lo menos posible de casa, sino que también se publicó un protocolo de actuación con los muertos por la enfermedad.
Estos no podrán ser enterrados donde quieran sus familiares ni tampoco tener una ceremonia de despedida sino que deberán ser incinerados en una funeraria designada y cerca de donde están.
Tradiciones funerarias como las ceremonias de despedida están prohibidas y los cuerpos deberán ser desinfectados y colocados en una bolsa sellada por trabajadores médicos y no se podrán abrir después del sellado.
Desde el estallido de la crisis y especialmente en los últimos días, las estaciones de ferrocarril, aeropuertos y autopistas se han volcado en llevar a cabo medidas de control de viajeros como la toma de temperatura.
Para tratar de contener la propagación del virus, el Gobierno chino decidió la semana pasada extender las vacaciones hasta el día 2, en lugar de hasta el 30 de enero, aunque los centros escolares de todo el país todavía permanecerán cerrados hasta nuevo aviso.
En algunas ciudades como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el próximo día 9, mientras que toda la provincia de Hubei (centro-este del país), epicentro del foco, también continúa parada.
Todo ello mientras expertos e investigadores desvelan algunos descubrimientos sobre la enfermedad, como el hecho de que podría propagarse a través del sistema digestivo.
En algunas ciudades como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el próximo día 9, mientras que toda la provincia de Hubei (centro-este del país), epicentro del foco, también continúa parada.
En algunas ciudades como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el próximo día 9, mientras que toda la provincia de Hubei (centro-este del país), epicentro del foco, también continúa parada.
En algunas ciudades como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el próximo día 9, mientras que toda la provincia de Hubei (centro-este del país), epicentro del foco, también continúa parada.
En algunas ciudades como Shanghái, sede de centenares de multinacionales, las vacaciones se han extendido hasta el próximo día 9, mientras que toda la provincia de Hubei (centro-este del país), epicentro del foco, también continúa parada.
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