Humanizar los tratamientos de salud mental a través del empoderamiento del paciente
Las unidades de psiquiatría buscan mejorar los resultados con más comunicación, protocolos personalizados y el máximo respeto a sus preferencias
SUPLEMENTOS
Valencia
Martes, 26 de junio 2018, 07:24
Familiares, personal sanitario y, sobre todo, pacientes buscan sentir que el tratamiento con el que se intenta solucionar cualquier patología es cercano, comprensible y humano. Sucede en cualquier especialidad, pero adquiere especial relevancia en campos como la psicología y la psiquiatría, en los que se tratan dolencias que requieren de un especial cuidado del paciente.
La humanización de entornos sanitarios se impone en los últimos años en el ámbito de la salud. El objetivo es que el paciente pueda empoderarse y ser parte activa de su recuperación; con ello, ganan todas las personas que están trabajando en esa mejora. «Se trata de fomentar un entorno flexible, en el que se invierta tiempo en explicarle los protocolos, en el que se respete al máximo sus preferencias, en el que las relaciones entre paciente, profesionales sanitarios y familia sean horizontales y en el que un ingreso no suponga una ruptura vital. Todo ello, para que el paciente coja antes las riendas de su mejoría y haga el máximo mientras le aportamos las herramientas para su recuperación», señala el doctor Augusto Zafra, psiquiatra, director de Ivane Salud y responsable de la Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria del Hospital Vithas Nisa Valencia al Mar. Para lograrlo, puntualiza el doctor Zafra, «el personal sanitario no solo debe aplicar medidas técnicas, sino también medidas verbales, de empatía, de comunicación y de flexibilidad». «En los resultados vemos menos medicalización y menos intervenciones en pacientes por culpa de crisis», destaca.

Los servicios en los que la humanización del paciente es el motor de todo el tratamiento se basan en el respeto de conceptos como la dignidad, la intimidad, la autonomía y la comunicación. Los estudios en las unidades de salud mental muestran que, aplicando parte de la técnica que ya se sabe que funciona y una parte emocional con mayor empatía hacia el paciente y su patología, «los resultados son mejores y la calidad que se le da al paciente es mucho mayor», puntualiza el doctor Zafra.
El concepto de humanización parte de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI). En general, se trata de espacios muy especializados, con mucho protocolo y en los que los pacientes están muy sometidos a un abordaje unidireccional por parte de los profesionales, con protocolos muy estrictos e información muy reservada. En los últimos tiempos se ha demostrado, tal y como avanza el responsable de la Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria del Hospital Vithas Nisa Valencia al Mar, que «es medible que, proporcionando el máximo bienestar al paciente, se consiguen resultados antes y mejores, con un efecto ampliador y bidireccional». El propio sanitario «fomenta esa relación, que repercute también en el equipo de profesionales, ya que podrá hacer su labor de una forma más tranquila, invirtiendo el tiempo que necesita, con menos estrés generado por el trabajo y definiendo mucho mejor los roles del equipo en cuanto a lo que son las responsabilidades, el trabajo y la comunicación», explica.

Más tiempo para el paciente
Las unidades de salud mental y psiquiatría hospitalaria como la del Hospital Vithas Nisa Valencia al Mar se ocupan de un gran número de patologías y en diferentes intensidades. La mayoría de sus pacientes sufren trastornos afectivos, depresiones, trastornos de adaptación y patologías más graves como psicosis, esquizofrenia o bipolaridad, entre otras. Para ellos y sus familiares es muy importante que el profesional tenga una formación específica enfocada a una mejor comunicación con el paciente, tenga experiencia e invierta tiempo en tratar al paciente. «No es lo mismo invertir un minuto en cambiar un gotero que invertir cinco y hacerlo de una manera más terapéutica», asevera el doctor Zafra, para quien «el tiempo es algo fundamental, no es solo poner un buen tratamiento farmacológico o tener buena psicoterapia, sino encontrar un tono adecuado». «No es que ahora el tratamiento esté deshumanizado, el equipo médico sabe que el paciente está en una situación de vunerabilidad», puntualiza el psiquiatra, pero estos procesos de empatía y flexibilidad son «un plus necesario para conseguir un bienestar que va redundar en el equipo y el paciente en el medio y largo plazo».

Además de empoderar al paciente e implicarle en todo el proceso, la humanización de los tratamientos de salud mental también hacen partícipe a la familia, parte esencial de la recuperación cuando el paciente tenga y deba manejar el contexto en el que se va a situar el enfermo. La implicación del paciente, tal y como explican desde la Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria del Hospital Vithas Nisa Valencia al Mar se busca respetando al máximo la intimidad y la confidencialidad del paciente, asegurando siempre su seguridad y con un total respeto frente a las preferencias y la autonomía de sus decisiones y confort. De esta forma, se preparan protocolos personalizados para cada paciente, por ejemplo, en cuidados de enfermería, puesto que no tiene el mismo efecto hacer una cura con una técnica que con otra, invirtiendo un tiempo u otro, buscando un entorno tranquilo y de cooperación, y haciendo partícipe y explicando los pasos. «En psiquiatría, por ejemplo, se evitan en la medida de lo posible las medidas más coercitivas y flexibilizar las normas, implicando al paciente», explica el doctor Zafra.
La Unidad de Salud Mental y Psiquiatría Hospitalaria del Hospital Vithas Nisa Valencia al Mar dispone de un servicio de hospitalización de 30 camas individuales, enfocado a pacientes que necesiten un entorno de ingreso por trastorno psicológico o psiquiátrico, además de unas urgencias específicas de psiquiatría. Una vez que ingresan, se les hace un examen médico y una exploración clínica, se orienta un diagnóstico y se pone un tratamiento farmacológico, psicoterapéutico, con un grupo de terapia, con grupos de ocupacionales y de psicoterapia individual. Cuando el paciente tiene el alta o no necesita el ingreso, es tratado en consulta externa. A lo largo de este año, el centro pondrá en marcha un hospital de día con 20 plazas, en el que los pacientes podrán hacer actividades psicológicas pautadas en un programa en el que tendrán el apoyo de psicólogos, terapeutas y psiquiatras, para facilitar la transición y que puedan estar en casa viviendo de una forma más autónoma.
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