Las mascarillas de tela, en el punto de mira

Son las más bonitas, las más cómodas y las que mejor nos sientan, pero no por ello son las más fiables. Que el material esté homologado, que llevemos los filtros correctos y que cumplamos las normas de higiene es algo fundamental para que hagan su función. Por eso en los hospitales del País Vasco, a la entrada, las cambian por las quirúrgicas, una forma de asegurarse que no se cuela el virus de fuera ni que se saca de dentro, ya que al ser desechable hay que tirarla en la puerta al salir.

Pero las de tela no son las únicas mascarillas que están en el punto de mira, las KN95 desaparecerán del mercado en octubre, y las de válvulas, las que al principio de la pandemia eran las más seguras, tampoco se aconsejan ahora.