«Nacer con un solo brazo me ha hecho más fuerte»

El 8 de noviembre de 2007 fue un día que Carlos e Isabel no olvidan. Su primer hijo había nacido un mes antes de lo previsto y sin el brazo ni el riñón izquierdo. «Se nos cayó el mundo a los pies. Y hoy, mira, ahí está, ganando campeonatos, feliz y autosuficiente».

Hablan de Carlos Toledo Martínez, el mayor de dos hermanos, un estudiante de 16 años que compagina el grado de Informática con una brillante carrera deportiva. De niño se enfrentó a esa maldita conducta de algunas personas que acorralan y señalan las diferencias. «Muchas veces. En Primaria, en la ESO... La discriminación, el distanciamiento, las risas, los comentarios», lamenta el joven.

Él se enfadaba. «¿Yo qué culpa tengo?», se preguntaba ante la hostilidad de algunos niños. «Pasé momentos tristes pero nunca me puse violento. Sencillamente, aprendí a no darle importancia». La vida puso en su camino a buenos amigos, como Álvaro, que siempre le ha comprendido y apoyado.

¿Limitaciones? «¡Ninguna! Me ato los cordones a una mano, me pongo el gorro de natación, he aprendido a cortarme las uñas de la mano derecha con los pies, tecleo el ordenador a una mano más rápido que mi padre. Me abrocho y desabrocho las cremalleras... Todavía no he encontrado nada que no pueda hacer por mí mismo».

Por recomendación médica, Carlos se zambulló en piscinas desde los 3 años. Y hoy nada mejor que muchos con dos brazos. «Si es que nacer con sólo uno me ha hecho una persona más fuerte. Sucede cuando algo te cuesta más y te esfuerzas para lograrlo». Hoy es nadador federado junior y miembro de la Selección Española de Natación. Hace un mes, cosechó cuatro medallas.

Y este verano, nueva ilusión. Al fin llega la prótesis que puede marcar la diferencia. «Como va creciendo hay que adaptarse a tallas y ha pasado por seis, tanto funcionales como estéticas», resumen sus padres. «Tras mucha lucha administrativa hemos logrado que la sanidad pública le financie una prótesis con codo eléctrico que cuesta 40.000 euros».

El dispositivo se conecta con electrodos a los músculos del hombro. Reconoce señales corporales que le permitirán a Carlos pinzar con su nueva mano izquierda artificial, girar la muñeca y articular el brazo.

Su mensaje para Carla Maronda: "Nunca te rindas. Todo lo que te propongas lo vas a poder hacer. La clave de todo es pensar siempre en positivo"

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