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Clara Alfonso
Valencia
Miércoles, 29 de mayo 2024, 00:38
El consumo de agua mineral embotellada ha experimentado un notable incremento en España durante los últimos años. Este fenómeno se debe a una combinación de factores, incluyendo preocupaciones sobre la calidad del agua del grifo en algunas regiones, la comodidad que ofrece el agua embotellada y la influencia de las campañas publicitarias.
Aunque algunos expertos coinciden en que el agua del grifo es, en la mayoría de los casos, segura y saludable, las preferencias de los consumidores a menudo se ven guiadas por percepciones de sabor y pureza. En muchas zonas del país, el agua corriente puede contener niveles elevados de cal, cloro o sales minerales que afectan su palatabilidad, llevando a los consumidores a buscar alternativas embotelladas.
Según una encuesta reciente de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), el 41% de los españoles nunca bebe agua del grifo en sus hogares. En algunas regiones, como Madrid y el País Vasco, la mayoría de los consumidores prefieren el agua del grifo, mientras que en zonas costeras como Galicia, Cataluña y la Comunidad Valenciana, el porcentaje de personas que beben agua embotellada es mucho mayor. En general, el 70% de los españoles compra agua embotellada, con Cataluña (83%) y Aragón (84%) liderando el consumo.
El estudio realizado por la OCU también destaca que, en términos de frecuencia, muchas personas optan por agua embotellada debido a la percepción de que es más pura o segura que la del grifo. Una percepción influenciada por varios factores, entre ellos el sabor, la presencia de cal o cloro, y las campañas publicitarias de las marcas de agua embotellada.
En este contexto, el precio es el factor más determinante para los consumidores a la hora de elegir el agua embotellada, superando a la marca o el manantial de procedencia. Esto se debe a que, a pesar de que todas son adecuadas para el consumo, existen diferencias significativas en su composición y precio. En particular, las aguas minerales sin gas de marca blanca suelen ser considerablemente más económicas que las de marcas comerciales.
La OCU ha analizado 91 aguas minerales embotelladas (22 con gas y 69 sin gas) en supermercados como Alcampo, Carrefour, Dia, El Corte Inglés y Mercadona, en nueve ciudades españolas: Barcelona, Bilbao, Madrid, Málaga, Sevilla, Toledo, Valencia, Valladolid y Zaragoza.
El precio medio del litro de agua mineral embotellada es de 0,97 euros, pero hay opciones mucho más económicas. Por ejemplo, Fontecabras (La Majuela) cuesta solo 0,13 euros por litro. Las aguas con gas son un 67% más caras de media que las sin gas. En términos de procedencia, el agua mineral natural del manantial La Majuela (en Zaragoza) es la más barata a 0,17 euros por litro, mientras que el agua de San Millán (La Rioja) cuesta 2,75 euros por litro.
Las marcas blancas son significativamente más baratas que las de marcas comerciales: cuestan de media 0,42 euros por litro, en comparación con 0,87 euros por litro para las marcas comerciales. En Sevilla y Málaga, el agua embotellada es más barata, mientras que en Madrid y Valencia es más cara, a pesar de la abundancia de manantiales en la Comunidad Valenciana.
En las ciudades analizadas, predominan los manantiales locales o de regiones contiguas. Sin embargo, también se encuentran aguas de manantiales más distantes, como las aguas de Galicia vendidas en Valencia, Málaga y Sevilla. Las aguas minerales de otros países son más caras, con un precio medio de 2,84 euros por litro, casi cuatro veces más que las aguas nacionales.
La OCU recomienda priorizar el consumo de agua del grifo siempre que sea posible. Para quienes optan por el agua embotellada, aconsejan elegir marcas blancas y envases de mayor tamaño para ahorrar dinero. Además, es importante verificar las condiciones del envase y su almacenamiento tanto en el lugar de compra como en casa: deben mantenerse en un lugar fresco y seco, protegido de la luz solar y consumirlas en dos o tres días una vez abiertas.
Para quienes piden agua mineral en establecimientos hosteleros, la entidad sugiere asegurarse de que la botella se abra en presencia del cliente y evitar el uso de hielo hecho con agua del grifo en zonas con mala calidad de agua.
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