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Lunes, 17 de julio 2023, 00:26
Con la llegada del verano, se multiplica el tiempo que se pasa en el agua de playas, piscinas o ríos. El calor aprieta y aumentan las horas a remojo, especialmente, en el caso de los más pequeños de la casa. El alivio que supone el agua puede convertirse en un factor de riesgo para patologías como la otitis o infección del oído externo, una enfermedad leve causada por el contacto con hongos o bacterias presentes en el agua que puede ser potencialmente grave en caso de no tratarse correctamente.
De hecho, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), el 60% de las pérdidas auditivas en niños y niñas de cero a siete años están relacionadas con otitis mal curadas. Además, se estima que el 84% de las infecciones del oído externo se producen en la temporada veraniega. La humedad o la acumulación de cerumen, unidos a la presencia de elementos como hongos o bacterias, ayudan a la extension de la infección del oído externo, cuyos síntomas comunes incluyen dolor intenso, picazón, enrojecimiento y secreción del oído. El doctor Rafael Ramírez, jefe de la Unidad de Otorrinolaringología de IMED Valencia, advierte sobre las consecuencias «potencialmente graves para la salud» de una otitis externa tratada de forma incorrecta y destaca que «la infección puede propagarse y causar daños en los tejidos del oído».
Entre las complicaciones más severas se encuentran las que se producen en pacientes con problemas de inmunidad, especialmente, en personas diabéticas. En estos casos, cuando una otitis externa no mejora, puede deberse a su extensión al hueso temporal, adyacente al conducto auditivo, conocida como otitis externa maligna, que requiere un tratamiento altamente especializado y prolongado para evitar complicaciones severas para el paciente. Otras veces, especialmente en niños, aparece una inflamación alrededor de la oreja, con separación del pabellón auditivo, que tiende a confundirse con una mastoiditis. Se trata de una celulitis de la piel cercana al pabellón. Si bien hay que tratarla de forma adecuada, no es tan grave como la mastoiditis.
En algunas ocasiones, una otitis externa puede llegar a lesionar la membrana timpánica, aunque se trata de casos muy raros. Pero quizá lo mas frecuente es que el paciente manipule constantemente el conducto auditivo debido a las molestias y el proceso se cronifique. Estos pacientes suelen tener otitis externas muy frecuentes e, incluso, pueden tener problemas auditivos, ya que la piel del conducto se hace gruesa y el paciente tiene constantemente el oído taponado.
El doctor Ramírez enfatiza la importancia de buscar atención médica especializada al experimentar síntomas de otitis externa. «Es esencial recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado para evitar complicaciones futuras», señala el especialista. «No se debe subestimar la gravedad de una otitis externa y la necesidad de seguir las indicaciones del médico». Además, el doctor Ramírez ofrece una serie de consejos para prevenir la incidencia de la otitis que pasan por mantener los oídos secos, evitar la exposición excesiva al agua, no limpiarse los oídos en exceso o evitar lesiones en el canal auditivo.
Después de nadar o bañarse, hay que secarse bien los oídos con una toalla suave y evitar insertar hisopos de algodón u otros objetos en el oído, ya que pueden dañar el canal auditivo y empujar el cerumen hacia adentro. Una revisión por el otorrinolaringólogo antes del verano suele ser efectiva, al igual que utilizar algún producto que seque la piel del oído tras el baño. Si se es propenso a las infecciones del oído, hay que evitar sumergirse en piscinas, jacuzzis o aguas contaminadas. El cerumen tiene un propósito protector en el oído, ya que ayuda a prevenir infecciones. Es conveniente evitar limpiar los oídos con demasiada frecuencia o de manera agresiva, ya que puede eliminar el cerumen necesario para proteger el canal auditivo. Además, al limpiar los oídos, se debe tener cuidado de no lastimar o irritar el canal auditivo y evitar introducir objetos puntiagudos o afilados en el oído.
Si se experimentan síntomas de otitis externa, como dolor intenso en el oído, enrojecimiento o secreción, es fundamental buscar atención médica de inmediato. Un tratamiento temprano y adecuado puede prevenir complicaciones graves y preservar la salud auditiva a largo plazo. En IMED Valencia, el equipo de Otorrinolaringología cuenta con la experiencia y los recursos necesarios para diagnosticar y tratar eficazmente la otitis externa. También para prevenir una enfermedad típicamente veraniega que, aunque leve, puede derivar en complicaciones si no se aborda de manera adecuada, complicaciones que incluyen pérdidas auditivas y molestias que pueden arruinar los días de mayor diversión del año.
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