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De izquierda a derecha, la doctora Oliver, la doctora Badía, Natalia Pérez y el doctor Piñero, jefe del Servicio de Ginecología del IVO
Prevención y cirugía robótica para combatir el cáncer de cérvix
IVO

Prevención y cirugía robótica para combatir el cáncer de cérvix

El 95% de los casos está relacionado con el virus del papiloma humano, que adquiere a lo largo de su vida cerca del 80% de la población sexualmente activa

Martes, 26 de marzo 2024, 01:29

El cáncer de cuello uterino o cérvix es la cuarta causa más común de incidencia y mortalidad por cáncer en mujeres en todo el mundo. Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica (Seom), anualmente se diagnostican en el mundo más de 600.000 casos de este tipo de cáncer. De ellos, 2.300 se dan en España.

En el marco del Día Mundial de la Prevención del Cáncer de Cuello Uterino o Cérvix, que se celebra cada 26 de marzo, el Instituto Valenciano de Oncología (IVO) se suma a la campaña global por la concienciación sobre esta enfermedad. Entre las principales causas relacionadas con su aparición, los expertos señalan al virus del papiloma humano (VPH), «una infección que está detrás en más del 95% de los casos», recuerda el doctor Piñero Sánchez, jefe del Servicio de Ginecología del IVO.

Este virus, que afecta a hombres y mujeres, se contrae comúnmente a través del contacto sexual. Cerca del 80% de las personas sexualmente activas lo adquieren en algún momento de sus vidas, y en un 0,1% de los casos, esta infección deriva en un tumor de cérvix. En los últimos años, «la vacunación ha demostrado reducir significativamente la incidencia de cáncer de cuello uterino«, afirma el doctor Piñero, quien habla de una reducción del número de casos vinculado también a una mayor implantación de los controles citológicos.

La prevención es clave

España cuenta con un programa de prevención de cáncer de cérvix que permite detectar las lesiones premalignas, es decir, aquellas lesiones que aparecen antes de que se desarrolle el cáncer invasor propiamente dicho. Un programa «eficaz, pero no infalible», como subraya la doctora Paloma Badía, médica adjunta del Servicio de Ginecología del IVO.

Este programa implica la realización periódica de citología cervicovaginal y de una prueba para detectar el VPH. En la Comunitat Valenciana, las mujeres de 25 a 34 años se someten a citologías de cribado cada tres años, mientras que a partir de los 35 años y hasta los 65, se combina la citología cervical con pruebas de VPH cada cinco años. «Asimismo, el correcto uso del preservativo y el abandono del hábito tabáquico son estrategias preventivas importantes que deben ser consideradas», recuerda la doctora Badía.

Una de las dificultades en la detección del cáncer de cuello uterino o cérvix es la ausencia, en muchas ocasiones, de síntomas evidentes. «Aunque el primer síntoma suele ser el sangrado irregular, frecuentemente, tras las relaciones sexuales, este tipo de tumor muchas veces no presenta síntomas de inicio por lo que, cuando la paciente acude a la consulta, se encuentra en fases más avanzadas», destacan desde el Servicio de Ginecología del IVO.

En el campo de la prevención, cabe destacar también que el IVO cuenta desde 1982 con una Unidad de Diagnóstico Precoz en cáncer ginecológico, orientada a la detección de los tumores de cuello de útero o cérvix en etapas iniciales. Solo en 2023, esta unidad realizó más de 4.000 revisiones con esta finalidad preventiva.

Cirugía robótica

Una vez ha aparecido el cáncer de cuello uterino o cérvix, el principal tratamiento es el quirúrgico que, en ocasiones, puede ser combinado con radioterapia y/o quimioterapia, en función de la situación de cada paciente. «Cada caso es único, y así es como se analiza en el Comité de Tumores del IVO, donde, a través de un enfoque multidisciplinar, se valora y planifica el mejor tratamiento a seguir», explica la doctora Badía.

En 2023, el IVO atendió a 26 mujeres con cáncer de cérvix. De ellas, 22 fueron intervenidas mediante cirugía robótica o combinada con laparotomía. «La cirugía robótica aplicada al campo de la oncología ginecológica nos ofrece mayor precisión en nuestra cirugía y aporta grandes beneficios para nuestras pacientes, como una mejor y más rápida recuperación o menor dolor postoperatorio», entre otros beneficios, recuerda el jefe del Servicio de Ginecología del IVO.

El doctor Piñero es optimista sobre la posibilidad de ser madre tras sufrir cáncer de cérvix, siempre y cuando las condiciones lo permitan: «Si es viable, siempre optamos por técnicas quirúrgicas para preservar la fertilidad. Sin embargo, en algunas situaciones, es necesario añadir radioterapia pélvica, lo que puede dificultarla».

Sobre los tipos de cirugía disponibles, el doctor Piñero señala que «en casos muy incipientes y microscópicos, la conización cervical es una opción, mientras que la traquelectomía radical se reserva para casos más avanzados, pero con tumores pequeños y localizados, lo que permite mantener el útero para futuros embarazos«. Cuando el tumor alcanza un determinado tamaño y no se pretende o no se puede preservar la fertilidad, la cirugía estándar es la histerectomía radical, en la cual se debe intentar la preservación nerviosa para evitar problemas con la micción y la defecación.

En materia quirúrgica, por tanto, el jefe del del Servicio de Ginecología del IVO destaca la importancia de los avances en cirugía mínimamente invasiva y la incorporación de la cirugía robótica en el tratamiento del cáncer de cuello uterino. «Esto nos permite realizar intervenciones con mayor precisión y menos riesgos para las pacientes», concluye.

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