A.P.
Jueves, 1 de agosto 2024, 19:03
Los trastornos del lenguaje son afecciones que pueden condicionar seriamente la manera en la que una persona se comunica en su día a día. Son muy comunes. Hasta un 7% de la población infantil total padece uno. Estos trastornos en el desarrollo del lenguaje aparecen sin que existan otras alteraciones en el desarrollo tales como hipoacusia, discapacidad intelectual, trastorno neuromotor, psiquiátricas.
Publicidad
Al ser un trastorno neurológico, no se puede prevenir. Sin embargo, Si hay antecedentes en la familia y/o hubo riesgo pre, peri o postnatal, se puede realizar su seguimiento a fin de hacer una detección precoz. Y es que el diagnóstico oportuno, y el correcto abordaje en tiempo y forma disminuye las principales consecuencias de este trastorno: dificultades en el aprendizaje y problemas anímicos y comunicativos.
Aunque los términos «trastornos del habla» y «trastornos del lenguaje» a menudo se usan indistintamente, se refieren a dos tipos diferentes de problemas de comunicación. Los trastornos del habla se refieren a aquellas dificultades en la producción física y articulación de los sonidos, la forma en que se pronuncian las palabras y la fluidez al hablar.
En cambio, los trastornos del lenguaje afectan a la comprensión y al uso de este, incluyendo el vocabulario, la gramática y la comunicación social. Una persona que sufra este trastorno tendrá dificultades para entender el significado de lo que se está hablando y/o para comunicarse.
Estos son los trastornos del lenguaje más comunes:
La dislalia es un trastorno del habla que se caracteriza por generar dificultades en la pronunciación de ciertos sonidos o palabras. Por ejemplo, puede ser una dificultad pronunciar la «r», «l», «s» o «z», lo que provoca que las palabras suenen diferentes o mal articuladas. Este trastornos puede estar causado o derivar de problemas anatómicos, genéticos o neurológicos.
Publicidad
La disfemia, comúnmente conocida como tartamudez, se caracteriza por interrupciones involuntarias en el flujo del habla. Las personas con tartamudez pueden tener dificultad para comenzar o terminar una palabra, repetir sonidos o palabras, o prolongar ciertos sonidos. Estas interrupciones pueden ser físicas, como bloqueos en la respiración o tensión muscular, o pueden manifestarse a través de pausas o silencios incómodos.
La disartria se produce cuando hay una disfunción en el sistema nervioso que controla los músculos involucrados en el habla. Las personas con disartria pueden tener dificultades para articular palabras claramente, lo que puede hacer que su habla sea difícil de entender. Además, pueden tener problemas con la prosodia, es decir, con el patrón de entonación, ritmo y acentuación del habla. Factores como lesiones cerebrales, enfermedades neurodegenerativas y otras condiciones médicas pueden causar la disartria.
Publicidad
La taquifemia se caracteriza por un aumento de la velocidad del habla y la presencia de repeticiones de palabras o sílabas. Las personas con taquifemia pueden hablar tan rápido que su habla puede ser difícil de entender y, en algunos casos, puede parecer que tienen dificultades para respirar durante el habla. Este trastorno puede estar causado por la ansiedad, el estrés emocional y trastornos del procesamiento auditivo o neurológicos.
La disglosia se produce cuando hay una disfunción en los músculos de la boca, lengua, labios y mandíbula, que se utilizan para hablar y pronunciar palabras. Como resultado, las personas con disglosia pueden tener dificultades para articular sonidos con claridad y precisión, lo que puede hacer que su habla sea difícil de entender. Lesiones cerebrales, la parálisis facial, o los trastornos neuromusculares, entre otros, pueden causar este trastorno.
Publicidad
La afasia puede afectar tanto a la comprensión como la expresión del lenguaje. Esto significa que las personas que padecen este trastorno pueden tener dificultades tanto para entender a los demás cuando hablan, como para expresarse verbalmente. La afasia suele producirse como resultado de una lesión en el cerebro, como un accidente cerebrovascular, una lesión cerebral traumática o una enfermedad degenerativa como la enfermedad de Alzheimer.
Suscríbete a Las Provincias al mejor precio: 3 meses por 1€
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.