Sandra Paniagua
Viernes, 13 de diciembre 2024, 00:17
'Mens sana in corpore sano', esta es la máxima a la que siempre ha aspirado el ser humano. Cada vez más se pone de relevancia la importancia de la salud, ya que la esperanza de vida cada vez es mayor y esto ya no va solo de vivir más años, sino de hacerlo con una mejor calidad de vida y en las mejores condiciones. No obstante, cabe destacar que según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) las enfermedades no transmisibles son responsables del 71% de las muertes globales, muchas de ellas prevenibles mediante hábitos saludables y detección precoz. Es por ello que la sanidad está viviendo un momento crucial y de cambio de paradigma. Es en este contexto donde se pone en valor el papel de la sanidad privada, que en la Comunitat Valenciana asume cerca del 30% de la actividad sanitaria, reforzando la accesibilidad y calidad asistencial.
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En este contexto, LAS PROVINCIAS, con el patrocinio de Hefame y Adeslas, organizó el Foro Salud al que acudieron tres destacados gestores hospitalarios del ámbito privado: José Luis Rey, director gerente de Vithas Valencia 9 de Octubre; Alfredo Montoro, director gerente del Hospital IMED Colón; e Isabel Muñoz, directora gerente del Hospital Ribera IMSKE. Durante el encuentro, se debatieron temas clave como la prevención en salud, el impacto de la innovación tecnológica, la atención personalizada y los desafíos de sostenibilidad y captación de talento.
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La prevención ocupó un lugar destacado en el debate, revelando cómo los tres grupos hospitalarios integran este enfoque en sus estrategias. José Luis Rey subrayó que el futuro de la medicina se basa en equipos multidisciplinares, ya que «la medicina actual no debe ser personalista; debe centrarse en el paciente desde una perspectiva integral. Por ejemplo, en nuestras unidades de rodilla, diversos especialistas trabajan juntos para ofrecer la mejor solución. Este enfoque no solo optimiza los resultados, sino que también fortalece la confianza del paciente». Rey agregó que, en el sector privado, la excelencia asistencial debe medirse desde la experiencia del usuario: «Cada interacción cuenta. Nuestro objetivo no es solo curar, sino hacer que el paciente se sienta acompañado y cuidado durante todo su proceso».
Desde Ribera IMSKE, Isabel Muñoz complementó esta visión, destacando que el concepto de excelencia trasciende lo técnico porque «la excelencia no es un estándar técnico; depende del cuidado que brinden las personas. Si no invertimos en nuestros profesionales, no podemos aspirar a la excelencia». En su intervención, Muñoz puso el foco en las expectativas crecientes de los pacientes al indicar que «están mejor informados y esperan un nivel de atención superior. Esto nos obliga a evolucionar constantemente y reforzar modelos multidisciplinares. Desde la primera consulta hasta la rehabilitación, garantizamos que todos los profesionales estén alineados, lo que mejora significativamente los resultados y la percepción del paciente».
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Por su parte, Alfredo Montoro enfatizó la importancia de un entorno hospitalario que combina calidez y tecnología: «Nuestros pilares son la infraestructura, el equipo médico como parte de la plantilla, y la tecnología avanzada, que permite ofrecer diagnósticos y tratamientos más eficaces». Montoro detalló cómo las modernas instalaciones de IMED están diseñadas no solo para la eficiencia, sino también para el confort: «Queremos que el paciente encuentre un ambiente acogedor que le dé tranquilidad desde el primer momento. Esa experiencia inicial marca la diferencia y es una parte integral del valor añadido que ofrecemos».
Los tres ponentes coincidieron en que la prevención debe ser un enfoque proactivo, no reactivo, lo que implica apostar por la tecnología y la educación en salud. «La prevención no solo salva vidas, sino que también optimiza los recursos del sistema sanitario. Detectar problemas a tiempo y abordarlos antes de que se agraven es una inversión que beneficia a todos», concluyó Rey.
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En la línea de poner al paciente en el centro de la asistencialidad, los ponentes señalaron la importancia de la atención personalizada y de la satisfacción y explicaron los diferentes procedimientos para medir la calidad de sus servicios y cómo los percibe el paciente. Los tres ponentes coincidieron en que estos conceptos son la piedra angular de la sanidad privada. José Luis Rey destacó la importancia de medir continuamente la percepción del paciente, ya que «no basta con hacer un buen trabajo; es fundamental que el paciente lo perciba así. Nuestro enfoque está en evaluar cada interacción para mejorar continuamente». Por su parte, Montoro describió cómo los comentarios de los cuestionarios de satisfacción se utilizan para identificar áreas de mejora porque «cada intervención es una oportunidad de aprendizaje». «Analizamos los puntos débiles y compartimos los resultados con todo el equipo para garantizar que los pacientes se vayan satisfechos», señaló.
Para Isabel Muñoz, la experiencia del paciente abarca todos los aspectos del hospital, «desde la limpieza hasta la consulta médica, cada detalle cuenta. Medimos cada punto de contacto para ofrecer una experiencia integral que haga sentir al paciente cuidado y valorado».
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La tecnología surgió como un motor transformador en la sanidad privada. José Luis Rey destacó la incorporación de cirugía robotizada, sistemas PET-CT para imágenes de alta precisión y nuevos láseres para procedimientos menos invasivos: «Aunque estas inversiones iniciales son costosas, los beneficios en términos de resultados y recuperación del paciente son incuestionables». Vithas está centrado en integrar tecnología de vanguardia para ofrecer una más precisa y eficiente.
Por su parte, Alfredo Montoro detalló cómo IMED ha implementado un sistema informático propio que facilita el acceso de los pacientes a sus historias clínicas y permite el autochequeo y registro automatizado: «Esto elimina pasos burocráticos, agiliza la experiencia del paciente y nos posiciona como líderes en conveniencia tecnológica». Además, resaltó la inversión de 50 millones de euros para la puesta en marcha de IMED Colón, que incluye un bloque quirúrgico completo, así como un gimnasio para programas de ejercicio terapéutico, diseñado específicamente para la recuperación y prevención de patologías. «El gimnasio no es solo un espacio deportivo, sino un lugar donde la medicina preventiva y rehabilitadora se encuentra con la tecnología y la atención personalizada».
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Isabel Muñoz señaló que la innovación está en el ADN de Ribera IMSKE, desde quirófanos inteligentes hasta proyectos de IA como AVI, diseñados para monitorizar la rehabilitación de pacientes. «Innovar no solo implica adquirir tecnología, sino capacitar a los profesionales para que la utilicen de manera efectiva y humanizada».
La Inteligencia Artificial también fue otro tema candente en el foro. Mientras José Luis Rey y Alfredo Montoro defendieron un enfoque prudente, Isabel Muñoz expresó su entusiasmo por el potencial transformador de esta tecnología. «La IA no sustituirá al médico, pero sí puede ser una herramienta crucial para realizar cribados de síntomas o identificar riesgos iniciales», explicó Rey, a lo que Montoro agregó que «para que la IA sea efectiva, necesitamos una base de datos bien organizada. Es fundamental que aporte valor sin comprometer la calidez humana en la relación médico-paciente».
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En contraposición, Muñoz relató la experiencia positiva con la herramienta 'Codoc' que genera transcripciones automáticas y resúmenes clínicos basadosen las conversaciones entre médicos y pacientes, integrándolos en sistemas de historia clínica electrónica. Esto permite al médico centrarse en el paciente. «Esta tecnología no solo mejora la eficiencia, sino que refuerza la conexión humana. El médico ya no está atado al ordenador; puede dedicar tiempo de calidad al paciente». Muñoz enfatizó que estas tecnologías son particularmente útiles en hospitales con alta carga de consultas y procedimientos, permitiendo a los médicos priorizar la relación humana y el diagnóstico clínico por encima de las tareas repetitivas. «El paciente percibe una atención más personalizada y de mayor calidad, lo que refuerza su confianza en el sistema de salud», dijo.
La falta de profesionales sanitarios fue identificada como uno de los mayores retos. Alfredo Montoro comentó que «las nuevas generaciones priorizan el tiempo libre sobre el salario. Debemos adaptar nuestros entornos laborales para atraer y retener talento», a lo que Rey añadió la necesidad de crear una cultura organizacional atractiva, ya que «no se trata solo de salarios; Debemos ofrecer condiciones que valoren la docencia, la investigación y el trabajo en equipo. Generar un clima laboral cómodo es clave para fidelizar al talento».
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Muñoz, por su parte, alertó sobre la competencia creciente entre hospitales privados: «Con la apertura de nuevos centros, será crucial mantenernos innovadores».
En cuanto a la sostenibilidad, José Luis Rey destacó la necesidad de implementar medidas que optimicen el uso de recursos y enfoquen las intervenciones sanitarias en aquellas que aporten mayor valor tanto a los pacientes como al sistema en su conjunto. Además, Rey sugirió la integración de tecnologías avanzadas como la inteligencia artificial para identificar áreas de mejora y reducir costos en procedimientos innecesarios.
Asimismo, todos concluyeron que la sostenibilidad no es únicamente una cuestión económica, sino también ética y organizativa.
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