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La doctora Paula Blanes
IMED

El sedentarismo que ha traído la pandemia acelera la aparición de enfermedades vasculares

El Hospital IMED Valencia aconseja reducir factores de riesgo como el tabaquismo y realizar un seguimiento periódico de la evolución de estas enfermedades

Jueves, 25 de febrero 2021

EXTRA. España es el país europeo donde más ciudadanos han engordado desde el mes de marzo de 2020: cerca de un 38%, según recoge un estudio realizado por el investigador de mercados Ipsos, que afirma que casi un tercio de la población mundial ha ganado peso desde el estallido de la pandemia global causada por el Covid-19. Aumentar unos cuantos kilos no supone un problema. Seguramente todo el mundo lo ha sufrido en alguna ocasión. La amenaza a la salud llega cuando este factor se alía con otros poco saludables como la ausencia de actividad física. De hecho, la Sociedad Española de Obesidad avisa en uno de sus últimos informes de que más de la mitad de los españoles realizó mucho menos ejercicio del debido entre los meses de marzo y abril del año pasado fruto del periodo de confinamiento domiciliario.

Si el sedentarismo se instala en un estilo de vida más casero y menos activo como el que ha traído consigo la pandemia, la circulación de la sangre será menos fluida y se dispararán las posibilidades de que emerjan patologías como las varices, la claudicación intermitente o el pie diabético. La primera afecta a las venas de las piernas, puede llegar a afectar hasta a más de la mitad de los pacientes mayores de 40 años y puede reportar complicaciones como úlceras venosas, sangrados y/o varicoflebitis. Por otro lado, «en la consulta vemos frecuentemente enfermedades arterioescleróticas, que afectan a las arterias, como la enfermedad arterial periférica, la estenosis carotídea y el aneurisma de aorta abdominal infrarrenal», destaca la doctora Paula Blanes, coordinadora del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular del Hospital IMED Valencia.

Factores de riesgo y enfermedades comunes

El tabaquismo, el colesterol, la hipertensión arterial, la diabetes o el sedentarismo son conocidos como factores de riesgo cardiovascular. Los pacientes con más presencia de factores de riesgo en su cotidianidad serán más propensos a padecer aterosclerosis y las enfermedades arteriales que provoca, como la enfermedad arterial en las arterias de las piernas, la estenosis de las arterias carótidas o el pie diabético. La doctora Blanes recomienda alejar estos factores de nuestras vidas a través de la introducción de hábitos saludables, que disminuirán su aparición mientras que las revisiones y la atención temprana se antojan también fundamentales en la evolución de patologías dañinas como la aterosclerosis.

La aterosclerosis se presenta como «una enfermedad que afecta a todas las arterias del cuerpo y se trata de una inflamación crónica de la pared de las arterias, que conlleva una degeneración y engrosamiento progresivo que puede acabar en la oclusión total de las mismas», explica la coordinadora del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de IMED Valencia. La doctora Blanes advierte de la importancia de su seguimiento: «Cuando afecta a las arterias carótidas puede producir un ictus o infarto cerebral en el paciente, segunda causa de muerte en la población anciana del mundo occidental. Por eso, es importante la vigilancia mediante ecografía doppler y su tratamiento cuando presente una estenosis severa, para evitar su oclusión completa, lo que provocaría el ictus».

Otra enfermedad muy común es el pie diabético, causa principal de amputación de la pierna en los países desarrollados y que afecta a los pacientes diabéticos de larga evolución que ha presentado crónicamente niveles altos de glucemia. El control periódico de la evolución de esta compleja patología vuelve a ser capital para evitar la aparición de úlceras o de una amputación. La doctora Blanes aconseja que esta sea manejada «de manera multidisciplinar: por el médico y enfermería de atención primaria, así como por varios especialistas como son el endocrino, el podólogo, el traumatólogo y el cirujano vascular», además de «vigilancia, cuidado y lavado diarios de los pies».

El aneurisma de aorta abdominal es otra de las patologías más «familiares» que se encuentran en servicios como el de Cirugía Vascular de IMED Valencia. También afecta a pacientes que presentan factores de riesgo vascular como el tabaquismo y la hipertensión arterial. «Es otra enfermedad arteriosclerótica que conlleva cambios inflamatorios en la pared arterial por los cuales se dilata y aumenta el diámetro del vaso hasta llegar a un punto en que puede romper», afirma la doctora Blanes, quien recalca la relevancia de un control periódico, ya que «tiene un crecimiento silente, sin síntomas, de ahí la importancia también del control ecográfico, sobre todo en pacientes con factores de riesgo cardiovascular y con antecedentes familiares».

Anticiparse marca el futuro

Ir un paso por delante de la enfermedad es lo ideal en Medicina. Por desgracia, no siempre es posible anticiparse. Lo ideal es evitar la enfermedad antes de que se produzca y cuidar factores de riesgo como el tabaquismo, el sedentarismo, la diabetes, el colesterol o la hipertensión contribuye a prevenir las consecuencias perniciosas de problemas de salud muy graves. Si la enfermedad ya está instaurada, es prioritario aportar calidad de vida al paciente, intentando resolver el problema haciendo el mínimo daño posible. De ahí, el uso cada vez más extendido de tratamientos quirúrgicos menos invasivos.

Uno de esos métodos es la revascularización percutánea. Consiste en devolver el flujo sanguíneo arterial a la pierna, mediante un acceso percutáneo, puncionando la arteria a través de la piel –cateterismo–, sin necesidad de abordar directamente la arteria ni hacer grandes cicatrices. «Son tratamientos menos invasivos para intervenir la enfermedad arterial periférica cuando el paciente, a pesar de cumplir bien con el tratamiento médico, tiene úlceras necróticas o dolor en reposo, lo que supone que esa extremidad está en riesgo», detalla la coordinadora del Servicio de Angiología y Cirugía Vascular de IMED Valencia.

Para el aneurisma de aorta abdominal existen dos opciones de tratamiento. La más clásica consiste en abrir el abdomen, llegar hasta la aorta y sustituir esa porción de la misma dilatada por un nuevo conducto hecho un material protésico textil. La opción más moderna y menos invasiva consiste en implantar una endoprótesis en la aorta a través de dos pequeños abordajes en las arterias femorales, que se encuentran en las ingles. Desde esos accesos se introduce este tipo de prótesis, que va plegada. Comparado con la técnica clásica, esta técnica conlleva un postoperatorio más liviano, con menos días de ingreso. Para elegir una u otra, hay que tomar una decisión individualizada, estudiar cada paciente e indicar la técnica que resulte más idónea en función de la edad y comorbilidades asociadas, detallan los expertos.

También existe un tratamiento menos invasivo para las varices que evita hacer grandes incisiones en la piel: el láser, la radiofrecuencia o la escleroterapia. Tanto los dos primeros, mediante calor, como el último, mediante químicos irritantes inyectados en las venas, lesionan la pared de la vena para que esta se ocluya y desaparezca con el tiempo.

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