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las provincias | efe
Martes, 8 de enero 2019
La gripe ya ha llegado a la Comunitat Valenciana. Todavía no se puede calificar de epidemia, pero la tasa es de 47 casos por cada 100.000 habitantes, once puntos más alta que la media nacional, según el último informe publicado por la Conselleria de Sanidad.
La gripe estacional es una infección vírica aguda que circula por todo el mundo. Organización Mundial de la Salud (OMS) cataloga que existen cuatro tipos de virus de la gripe estacional: A, B, C y D. Aunque, los causantes de las epidemias estacionales son los virus gripales de tipo A y B. En concreto, los virus de la gripe A se clasifican en subtipos en función de las combinaciones de dos proteínas de su superficie: la hemaglutinina (HA) y la neuraminidasa (NA). Los subtipos actualmente circulantes en el ser humano son el A(H1N1) y el A(H3N2). El A(H1N1) también se conoce como A(H1N1)pdm09, pues fue el causante de la pandemia de 2009 y posteriormente sustituyó al virus de la gripe estacional A(H1N1) que circulaba hasta entonces.
Los virus de tipo B no se clasifican en subtipos, pero SEGÚN los circulantes actualmente pueden dividirse en dos linajes B/Yamagata y B/Victoria. Los virus de tipo C se detectan con menos frecuencia y suelen causar infecciones leves, por lo que carecen de importancia desde el punto de vista de la salud pública. Los virus de tipo D afectan principalmente al ganado y no parecen ser causa de infección ni enfermedad en el ser humano.
La gripe estacional se caracteriza por el inicio súbito de fiebre, tos (generalmente seca), dolores musculares, articulares, de cabeza y garganta, intenso malestar y abundante secreción nasal. La tos puede ser intensa y durar dos semanas o más. La fiebre y los demás síntomas suelen desaparecer en la mayoría de los casos en el plazo de una semana, sin necesidad de atención médica. No obstante, en personas con alto riesgo la gripe puede ser una enfermedad grave, e incluso mortal.
Los pacientes que no pertenecen a grupos de riesgo deben recibir tratamiento sintomático y quedarse en casa para reducir el riesgo de transmisión, según recomienda la OMS. El tratamiento se centra en el alivio de los síntomas, como la fiebre. Aunque, como recomiendan los especialistas, si el estado del enfermo se deteriora, debe buscar atención médica. Las personas que pertenezcan a grupos con alto riesgo de padecer enfermedad grave o complicaciones deben recibir antivíricos lo antes posible, además del tratamiento sintomático.
Además de la vacunación y el tratamiento antivírico, la gestión desde el punto de vista de la salud pública incluye medidas de protección personal, como:
- Lavarse las manos frecuentemente y secárselas bien.
- Mantener una buena higiene respiratoria, cubriéndose la boca y la nariz al toser o estornudar con pañuelos y desechándolos correctamente.
- Autoaislarse rápidamente en caso de malestar, fiebre u otros síntomas gripales.
- Evitar el contacto con personas enfermas.
- Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca.
Más sobre la gripe
Una de las medidas más eficaces para hacerle frente a la gripe es «vacunarse a tiempo», afirma el especialista en Medicina Interna y coordinador del Servicio de Urgencias del Hospital Universitario HM Madrid, Jerónimo Barrio.
El doctor recomienda vacunarse «antes de que el virus comience a propagarse», ya que la vacuna empezará a ser eficaz a las dos semanas de la inmunización. Por tanto, es aconsejable hacerlo a principios de otoño, especialmente los menores de 8 años que nunca se hayan vacunado, ya que necesitarán dos dosis, espaciadas al menos cuatro semanas, para conseguir una adecuada inmunización.
La vacuna se actualiza cada año siguiendo las recomendaciones de la OMS y, pese a su eficacia demostrada y a los esfuerzos de las autoridades sanitarias por potenciarla, España está muy lejos de los objetivos establecidos por la OMS.
La OMS establece una cobertura mínima de vacunación del 75 por ciento para la población mayor de 65 años y en España ninguna comunidad autónoma alcanzó el pasado año el 60 por ciento. «Se trata de un asunto preocupante que se debería reflexionar, ya que la única herramienta eficaz para el control de esta enfermedad estacional es la vacunación», insiste Jerónimo Barrio.
Esto es debido a que «son muchas las personas que todavía desconfían de la eficacia de esta vacuna o restan importancia a la infección», informa el doctor. En este sentido, explica que muchas veces se confunden los síntomas con los de un resfriado común, ya que erróneamente se considera gripe toda afección de las vías respiratorias altas.
Barrio recomienda la vacunación a dos grandes grupos, las personas que tienen un alto riesgo de complicaciones en caso de padecer la infección y personas que, por su actividad profesional o personal, puedan transmitir la gripe al grupo anterior.
En el primer grupo, destaca a las personas mayores de 65 años, embarazadas, enfermos crónicos respiratorios, enfermos con insuficiencia cardíaca, renal o hepática; diabéticos, infectados por VIH o inmunodeprimidos por otras causas, enfermos neurológicos crónicos, que movilizan mal las secreciones respiratorias, y enfermos oncológicos. En el segundo estarían sanitarios, trabajadores de residencias y hospitales, trabajadores sociales y familiares, o cuidadores que convivan con personas vulnerables.
De igual manera, el especialista alerta sobre extremar precauciones cuando alguien cercano padezca la enfermedad. En este caso, recomienda «evitar, en la medida de lo posible, el contacto físico, especialmente con las secreciones respiratorias emitidas al hablar, la tos o los estornudos».
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