Clara Alfonso
Valencia
Martes, 8 de agosto 2023, 00:34
En la actualidad, los códigos de barras se han convertido en un elemento cotidiano y omnipresente en la mayoría de los productos que adquirimos. Estas líneas verticales paralelas de espesor variable, acompañadas por un conjunto numérico, han revolucionado la forma en que se lleva a cabo la gestión y el seguimiento de productos en la cadena de suministro y en los puntos de venta.
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La invención de los códigos de barras en la década de los 60 marcó un hito en la automatización y eficiencia de la industria y el comercio minorista. Fue gracias a la compañía Logicon Inc. quien desarrolló los primeros códigos en base al Código Universal de Identificación de Productos Comestibles (UGPIC). Estos códigos iniciales consistían en patrones de líneas rectas de diferentes anchuras que representaban números específicos. Posteriormente, el sistema fue modernizado y mejorado, y en 1973 se introdujo el Código Universal de Producto (UPC), que se convirtió en el estándar para la identificación de productos en América del Norte.
A partir de 1976, en Europa se adoptó el Código Numeración Europea de Artículos (EAN), basado en el sistema UPC pero con algunas modificaciones para adaptarse a las necesidades de la región. Con el tiempo, el sistema EAN se convirtió en el Código de Barras Internacional (EAN-13), que se implementó ampliamente en todo el mundo para permitir la identificación única de productos en el comercio global.
Aunque muchas veces no nos paramos a pensarlo, los códigos de barras están presentes en nuestro día a día y contienen información muy valiosa. Por ejemplo, cuando realizamos la compra en cualquier supermercado, nos dirigimos a la caja para pagar y colocamos todos los productos en el mostrador. El cajero o cajera coge cada producto y escanea el código de barras con un lector especializado. Al hacerlo, el sistema del supermercado identifica el producto y su precio, agregándolo automáticamente al total de la compra. ¿Pero, qué información proporcionan los números que aparecen en la etiqueta?
La estructura del código EAN consta de 13 dígitos, aunque a veces también puede tener 8 o 12, dependiendo del tipo de producto y de la región. Los dos primeros dígitos, conocidos como 'bandera' o 'prefijo', son los que proporcionan información sobre el país o región en la que se emitió el código. Cada país o región tiene asignado un rango de prefijos específico, lo que permite identificar fácilmente la ubicación geográfica del fabricante o del titular de los productos que compramos en el supermercado.
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Los cinco dígitos siguientes del código EAN representan la referencia específica del producto, mientras que el último se conoce como 'dígito de control' y se utiliza para verificar la precisión de toda la secuencia numérica.
Para facilitar la identificación de la ubicación geográfica asociada a los códigos de barras EAN, existe una lista conocida como 'Lista de Prefijos de GS1'. Esta lista enumera los prefijos numéricos asignados a cada país o región, lo que permite conocer el origen geográfico del fabricante o proveedor de un producto.
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En el caso de España, el prefijo asignado es el 84. Por lo tanto, un código de barras que comience con los dos primeros dígitos '84' corresponderá a un producto cuyo fabricante o proveedor tiene su origen en España, mientras que aquellos que comiencen, por ejemplo, por '13' pertenecerán a productos cuyo origen se encuentra en Estados Unidos.
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