Directo Rueda de prensa de Corberán previa al Valencia CF -Leganés
De izquierda a derecha, los doctores López Guerrero, Arribas, Climent, Casanova y Ramírez, del IVO
IVO

El tumor más frecuente en hombres

Hoy se celebra el Día Mundial del Cáncer de próstata y los expertos avisan de que es fundamental diagnosticar el cáncer de próstata de forma precoz para garantizar la supervivencia

SUPLEMENTOS

Domingo, 11 de junio 2023, 01:22

Cada año en España se diagnostican más de 30.000 nuevos casos de cáncer de próstata. Al cierre de 2020, dejaron 6.112 fallecidos por esta causa, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). En nuestro país, su letalidad lo ha llevado a ser el tumor más frecuente en hombres: el 90% de los casos se diagnostican en mayores de 65 años y la edad media de diagnóstico es a los 75 años. En fases tempranas, por cierto, se curan el 90% de los casos. Representa un foco prioritario a nivel de los recursos destinados a investigación que pretenden mejorar la detección precoz del cáncer y el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas que mejoren la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con cáncer de próstata. De ahí la importancia que tiene obtener un diagnóstico médico precoz.

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«La detección precoz es clave para garantizar la supervivencia de los pacientes», explica el doctor Juan Casanova, jefe del servicio de Urología del Instituto Valenciano de Oncología (IVO). «En fases tempranas, el cáncer de próstata tiene una tasa de supervivencia del 100% a cinco años. En las etapas iniciales, el tacto rectal, la determinación en sangre del PSA y la Resonancia Nuclear Magnética, son los pilares fundamentales para su detección precoz.

Dr. Juan Casanova, Jefe del Servicio de Urologia del IVO

«La realización de un PSA en sangre y un tacto rectal por el urólogo debería ser obligatoria entre los hombres, pues su rendimiento es equiparable a las pruebas que se realizan para la detección precoz de cáncer de mama en la mujer donde está aceptado por el Ministerio de Sanidad y ampliamente implementado entre las mujeres», recomienda el doctor Casanova. Los médicos reconocen que cada vez más hombres acuden a esta cita y que, los tabús, afortunadamente, pasaron a la historia.

¿Qué síntomas son los más representativos del cáncer de próstata? Desde la dificultad para orinar, la pérdida de fuerza en el chorro de la orina, la urgencia de orinar con más frecuencia, sobre todo de noche, hasta la presencia de sangre en la orina o en el semen. En ocasiones, cuando la enfermedad está diseminada, el paciente puede presentar dolores de huesos por la presencia de metástasis óseas.

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Una vez confirmado el diagnóstico de un cáncer de próstata, ¿cuál es el protocolo a seguir? «La situación puede ser diferente según la extensión de la enfermedad en el momento del diagnóstico. Hay que verificar si el cáncer está localizado en la próstata mediante pruebas diagnósticas como una resonancia magnética o un TAC o si, por el contrario, el tumor ya tiene metástasis cuya localización más frecuente es en los ganglios linfáticos o en los huesos, lo que implicaría la realización de una gammagrafía ósea o rastreo óseo», asegura el doctor Miguel Ángel Climent, jefe clínico del servicio de Oncología médica del IVO.

Dr. Miguel Angel Climent, Jefe clinico del Servicio de Oncología Média de IVO

Siempre hay que tener en cuenta los síntomas que cuenta el paciente, la cifra de PSA obtenida en un análisis de sangre y el grado de agresividad histológico del tumor obtenido en la biopsia. En los últimos años ha habido grandes avances y se han desarrollado nuevas pruebas diagnósticas «más sensibles para detectar las posibles localizaciones de las metástasis como son el PET colina o el PET PSMA que tienen indicación según la situación de la enfermedad», añade.

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Técnicas diagnósticas

«En sus estadios iniciales el cáncer de próstata da los mismos síntomas que la hipertrofia benigna de próstata, que la sufre un 25% de los hombres mayores de 50 años», relata el doctor Juan Casanova, jefe del servicio de Urología, que añade sobre las revisiones que «los especialistas indican que a la edad de 40 años todos los hombres deberían consultar un urólogo para que le haga un tacto rectal y un análisis de sangre PSA, y con ello marcar un seguimiento diferenciado por grupos de riesgo». En los últimos cinco años se ha comprobado que la realización de una resonancia magnética multiparamétrica y determinados biomarcadores pueden optimizar el diagnóstico de las dos pruebas clásicas.

En tumores de bajo riesgo se mantiene una vigilancia activa, es decir, hacer un seguimiento estricto», explica el doctor Casanova, jefe del servicio de Urología del IVO.

Tratamientos a seguir

Si el tumor está localizado en la próstata, hay que aplicar un tratamiento con cirugía –prostatectomía radical– o radioterapia radical, que implicaría la curación del paciente en la mayoría de los casos. Para decidir cuál de estos tratamientos es mejor, hay que tener en cuenta las características del paciente como la edad, otras enfermedades que puede sufrir como problemas de corazón así como el tamaño del tumor o si está localizado dentro de la próstata o a rebasado los límites de la misma.

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Si el tumor está diseminado, es decir que hay presencia de metástasis en otros órganos, «el tratamiento fundamental sigue siendo las terapias hormonales antiandrógenicas», expone el Dr. Climent: «Además de la deprivación androgénica, disponemos de nuevos tratamientos hormonales con antiandrógenos de nueva generación con los que se obtienen mejores beneficios cuando se asocian a las terapias de deprivación androgénica. Además, tenemos también tratamientos con quimioterapia, isótopos radiactivos como el Ra223, radioconjugados como el Lutecio-PSMA o tratamientos que actúan cuando hay presencia de determinadas alteraciones genéticas en el tumor, todos los cuales tienen resultados muy buenos y prometedores pero que en muchos casos estamos pendientes de saber con exactitud en que situaciones clínicas obtienen los mejores resultados».

Cirugía

Existen diferentes tipos de cirugía ante un cáncer de próstata: puede ser abierta, laparoscópica o robótica, donde se extirpa la totalidad de la próstata, así como lo ganglios pélvicos, primer eslabón en la diseminación del cáncer de próstata. Sin duda la prostatectomía radical es el tratamiento más estandarizado, con cifras más contrastadas y la que permite el tratamiento al mismo tiempo de los ganglios pélvicos, primera estación metastática.

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La cirugía robótica, cada vez más extendida en la Comunidad Valenciana, es en la actualidad la mejor herramienta al alcance de los cirujanos para abordar cirugías complejas de manera mínimamente invasiva y al mismo tiempo seguras. Entre las principales ventajas para el paciente destaca especialmente la reducción del dolor en la fase postoperatoria y, en general, una recuperación funcional más rápida con estancias hospitalarias más breves.

Dr. Ramirez en el robot Davinci

En cuanto los beneficios para el cirujano, destaca la precisión quirúrgica, la visión en 3D del campo quirúrgico, la supresión del temblor fisiológico de las manos del cirujano o de movimientos involuntarios; o la ergonomía, que permite al cirujano estar sentado en operaciones largas y complicadas que requieren mucha atención y concentración.

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«El robot supone un adelanto tecnológico con el que optimizamos nuestra experiencia previa en cirugía abierta y laparoscópica. Se trata de un instrumento refinado, preciso, que elimina el temblor humano, dispone de visión en 3 dimensiones muy cerca de la propia próstata con muchos aumentos y unos instrumentos con más maniobrabilidad que la propia mano humana. Mejoramos los resultados funcionales de nuestras cirugías, minimizamos el riesgo de complicaciones, acortamos estancias hospitalarias y todo ello con un excelente control oncológico de la enfermedad que nos ocupa», afirma el doctor Miguel Ramirez, jefe clínico servicio Urología del IVO.

El Servicio de Urología de la Fundación Instituto Valenciano de Oncología (IVO), ha alcanzado las 500 cirugías con el robot Da Vinci Xi. En apenas cuatro años este servicio ha afianzado el uso de esta técnica quirúrgica, cuyos avances en materia de precisión, visión tridimensional del campo quirúrgico o facilidad en la disección y sutura resultan claves en pacientes con patologías tumorales. Una consolidación que permite al centro oncológico valenciano abordar casos de gran complejidad derivados de otros centros hospitalarios.

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¿Cuál es el papel de la radioterapia?

Como explica el Dr. Leoncio Arribas, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del IVO, la radioterapia es otro de los tratamientos que resultan más eficaces en la mayoría de estadios de la enfermedad: «En los estadios iniciales de bajo riesgo, tanto la cirugía como la braquiterapia (técnica que introduce semillas radioactivas en la próstata) son los tratamientos más utilizados». En el caso de estadios de riesgo intermedio, el Dr. Arribas señala la braquiterapia como la radioterapia externa- solas o combinadas entre sí o con hormonoterapia- como las opciones terapéuticas de mayor efectividad.

Dr. Arribas, Jefe del Servicio de Oncología Radioterápica del IVO

Entre los avances en materia de tratamiento, los expertos ponen sus esperanzas en la inmunoterapia: «No tenemos todavía resultados importante que permitan la generalización de estos tratamientos en este cáncer, pero hay muchos ensayos clínicos en marcha de los que se espera que tengan buenos resultados y podamos disponer de nuevas alternativas de tratamiento para estos pacientes», explica el doctor Climent.

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¿Hay predisposición genética a desarrollar este cáncer?

El doctor José Antonio López Guerrero, Jefe de Servicio, Laboratorio de Biología Molecular en el IVO es contundente: «En cierto modo sí. Pero no todos los cánceres de próstata tienen un origen hereditario. Hay dos situaciones a nivel familiar que aumentan el riesgo a padecer un cáncer de próstata: el cáncer de próstata que se presenta en el contexto de una familia en el que existe una cierta agregación de casos, que es el denominado cáncer de próstata familiar y ocurre en aproximadamente el 20 % de los casos; por otro lado tendríamos el cáncer de próstata hereditario, es menos frecuente y es el responsable de aproximadamente el 5% de los casos de los cánceres de próstata diagnosticados».

Jose Antonio Lopez Guerrero, Jefe servicio laboratorio Biología Molecular IVO

En comparación con los casos esporádicos, el cáncer de próstata hereditario se caracteriza por un inicio a edad temprana, un comportamiento del cáncer más agresivo con un mayor riesgo de recaída tras la cirugía. «Estos casos, además, se asocian a mutaciones en genes que pueden heredarse de padres a hijos y que aumentan la probabilidad de desarrollo de un cáncer de próstata en comparación con la población en general», prosigue.

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Últimas investigaciones

Por su incidencia y por su impacto en la supervivencia, el cáncer de próstata representa un foco prioritario a nivel de investigación centrada fundamentalmente en la mejora de la detección precoz y el desarrollo de nuevas estrategias terapéuticas que sin duda tendrán un impacto en la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.

A nivel molecular, explica el jefe del Servicio del Laboratorio de Biología Molecular del IVO, el Dr. Jose Antonio López Guerrero, el cáncer de próstata está considerado como «una enfermedad muy heterogénea lo que entraña importantes retos a la hora de definir mejor el comportamiento de la enfermedad y el desarrollo de diseños terapéuticos adecuados que hagan realidad el concepto de la Medicina de Precisión». Alrededor de ello, destacan avances en las distintas etapas de la enfermedad relacionados con los factores genéticos, la incorporación de biomarcadores más específicos a nivel de diagnóstico, el diseño de nuevos fármacos dirigidos a paliar determinadas alteraciones moleculares o la introducción de la llamada biopsia líquida, que supone un método mínimamente invasivo gracias a que se realiza a través de análisis poco invasivos de sangre y orina.

Desde el Servicio de Biología Molecular del IVO se trabaja en una línea «consolidada» de investigación encaminada a la identificación de biomarcadores específicos del cáncer de próstata. «Trabajamos para poder incorporarlos en la práctica clínica, especialmente en el diagnóstico del cáncer de próstata clínicamente significativo». En este contexto se estudian tumores de bajo o muy bajo riesgo en comparación con tumores que han progresado en el mismo paciente. «Los cambios que detectamos queremos trasladarlos a un sistema de detección poco invasivo (análisis de orina o sangre) e incorporarlo en la rutina clínica, tanto en el seguimiento de los tumores de bajo grado (programa de Vigilancia Activa) o bien poder incluirlos en un futuro programa de diagnóstico precoz», explica el Dr. López Guerrero. Se trata de un proyecto en desarrollo que cuenta con el apoyo de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC), la Asociación Española de Urología, la Generalitat Valenciana y la Comisión Europea en el contexto del programa H2020.

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