La hortaliza que es en su mayoría agua y que ayuda a prevenir los problemas digestivos

Llevar una dieta saludable es mucho menos complicado de lo que puede parecer para quienes no están acostumbrados a seguir unas buenas pautas de alimentación. Se trata, por un lado, de cuidar qué alimentos entran en la despensa, que tienen que ser lo más frescos y naturales posibles, y, por el otro, de decir adiós a los malos hábitos. Una alimentación sana, acompañada de ejercicio físico de forma regular, ayuda al organismo a prevenir enfermedades a largo plazo.

Existen en el mercado una gran cantidad de frutas y verduras que pueden ayudar a sentirnos mucho mejor, pues están cargados de nutrientes y beneficios. Como ocurre con el calabacín, una hortaliza especialmente recomendable en las dietas.

Una de las principales características del calabacín es, precisamente, su bajo contenido calórico, ya que 100 gramos de esta hortaliza apenas tienen 20 calorías. Además, casi no contiene grasa y está repleto de agua, fibra y minerales como el calcio, potasio o sodio, fósforo, por lo que es un ingrediente altamente nutritivo que nos ayuda a su vez a controlar el apetito y no picar entre horas. Tanto por la fibra como por su contenido en agua, ayuda a combatir la retención de líquidos y estimula el tránsito intestinal, por lo que reduce la hinchazón.

El calabación también tiene vitaminas B6, esencial para la absorción y función de proteínas, azúcares y grasas; y vitaminas del grupo A, que se encargan de la formación y el estado de los tejidos blandos y óseos; y vitamina C, un antioxidante esencial que protege de los radicales libres y la degeneración celular. Según detalla la Sociedad Española de Oftalmología, esta hortaliza es también un gran aliado para la vista, ya que cuenta con fitonutrientes como la luteína y la zeaxantina, muy importantes para la salud ocular.

Recuerda que esta es información general y bajo ningún concepto sustituye el consejo de un profesional.

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