La infusión que te ayudará a adelgazar, reducirá las arrugas y disminuirá el colesterol malo

Si estás a dieta y quieres perder peso ya debes saber que no es nada fácil. Lo principal para llevar a cabo este objetivo es tener una alimentación equilibrada sustentada a base de verduras, frutas, carne, pescado y cereales. Otro aspecto muy importante también es realizar ejercicio físico de manera regular. Sin embargo, puede que aún teniendo esos bueno hábitos todavía nos cueste adelgazar de la manera que nos habíamos marcado. Es por ello que existen una serie de bebidas que nos ayudarán a ello.

En el mercado existe una gran variedad de estas bebidas que se pueden adquirir con facilidad y a un precio asequible en cualquier supermercado o herbolario. Dependiendo de tus necesidades podrás optar por uno o por otros. Por ejemplo, la infusión de velosilla combate la celulitis y aumenta el rendimiento muscular. El té chai alivia los dolores menstruales. La infusión de kalanchoe combate la resaca y cura los resfriados. La infusión de maiz alivia la sensación de piernas cansadas.

La infusión que te proponemos esta vez es el té blanco, ideal para la pérdida de peso, un 'anti-aging' natural y con otras propiedades muy beneficiosas para tu organismo:

Presenta un gran poder diurético por lo que es ideal para bajar de peso. Para aprovechar mejor su efecto, es importante que se tome antes de la comida y la cena ya que así también aprovecharemos su poder saciante lo que hará que podamos reducir nuestra cantidad durante las comidas y evitar picar entre horas.

Las catequinas, antioxidantes presentes en gran cantidad en el té blanco, neutralizan la propagación de los radicales libres, responsables de la degradación de las membranas celulares, y permiten el retraso del envejecimiento celular en todo tu cuerpo.

Otra de las grandes virtudes del té blanco es que ayuda a reducir el colesterol. Y es que varios estudios observacionales han demostrado que, gracias a las catequinas, el té blanco permite reducir el colesterol total y LDL (el colesterol «malo») y protege a las partículas LDL de la oxidación. De este modo, el consumo de té blanco está asociado a un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares como trombosis, ataques cardíacos, ACV o insuficiencia cardíaca.

Los antioxidantes del té blanco presentan un efecto antiinflamatorio, antibacteriano y antiviral. Con sus propiedades antimicrobianas, el té blanco contribuye a reducir la placa, a prevenir la formación de caries o la inflamación de las encías.

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