Tener el colesterol malo alto (LDL) es un problema de salud que sufren muchos pacientes, algunos incluso sin saberlo ya que no suele presentar síntomas y prácticamente la única forma de detectarlo (o al menos la más efectiva) es mediante una analítica de sangre. Por ello es esencial realizarse revisiones anualmente para comprobar, entre otros aspectos, cuál es el estado de nuestras arterias para cuidar el sistema cardiovascular.
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El colesterol alto suele estar asociado a una mala alimentación y sedentarismo, aunque también puede venir derivado de algunos tratamientos como los hormonales o de malos hábitos como el tabaquismo. Además, entran en juego otros factores de riesgo como el envejecimiento, los antecedentes familiares o el peso.
Tener el colesterol malo alto puede implicar graves problemas de salud, ya que tener grandes depósitos de placa en las arterias puede llevar a que se rompa una parte de los mismos y forman coágulos de sangre que, de ser lo suficientemente grandes pueden bloquear o dificultar la circulación de la sangre en las arterias. Esto puede causar anginas o dolor en el pecho, ataques de corazón o accidentes cerebrovasculares, entre otras complicaciones.
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Por lo tanto, si tienes el colesterol alto es fundamental que prestes atención a tu alimentación y dejes de consumir productos ultraprocesados y azucarados, así como menos lácteos enteros, embutidos, grasas trans y alcohol. También es importante incorporar a tu dieta ingredientes que además de reducir el colesterol malo ayuden a aumentar el bueno, como la avena.
Este cereal aporta una gran cantidad de fibra soluble, que es la responsable de reducir el colesterol malo ya que inhibe la absorción de las grasas en el tracto intestinal, evitando que estas pasen a la sangre. Esto ocurre gracias a su contenido en fitoesterinas, betaglucanos (responsables de la fibra soluble) y ácido linoleico, un conjunto muy útil para tratar este problema cardiovascular.
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Por eso es recomendable tomar avena a diario para controlar los niveles de colesterol en sangre, al menos una taza y media de avena cocida al día, según los expertos. Puedes hacerlo en múltiples opciones, desde un delicioso bowl con frutos rojos, arándanos y canela hasta un batido de avena y manzana o poniendo a hervir un vaso de avena junto a un par de ciruelas y un puñado de nueces para preparar una bebida natural nutritiva y saludable.
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