El superalimento milenario con propiedades medicinales

Su sabor fuerte y picante no gusta a todo el mundo, pero los beneficios para la salud del jengibre hacen que valga la pena comerlo crudo o cocinado, incorporarlo a bebidas o utilizarlo en polvo como especia.

Se trata de un superalimento que proviene del sudeste asiático, y que ya se utilizaba como medicina por sus estraordinarias propiedades en el Imperio Romano.

En los últimos años, varias investigaciones médicas han demostrado que el jengibre es una excelente forma natural de tratar las náuseas de las embarazadas, así como las ganas de vomitar a la hora de viajar en coche o en barco, por ejemplo.

También puede ser muy beneficioso en caso de enfermedades gastrointestinales, como diarrea o indigestión, por lo que es buena idea incluir jengibre en la dieta blanda de personas con estas afecciones.

Los estudios le atribuyen propiedades analgésicas (contra el dolor), antihistamínicas (contra la alergia) y antiséptica (contra infecciones bacterianas). Además, al ser expectorante, puede ayudar también a aliviar problemas respiratorios, como la tos.

Para aquellas personas que quieren adelgazar, el jengibre puede ser un excelente aliado. Varios estudios han relacionado esta raíz con la pérdida de peso y la reducción del índice de la masa corporal y de los niveles de insulina en sangre.

También reduce los niveles de azúcar en sagre, según un estudio realizado en 2015. Los científicos comprobaron que consumir una cucharadita de jengibre en polvo al día puede reducir este parámetro hasta un 12%.

El jengibre es más típico de la cocina asiática que de la occidental, y en ocasiones idear recetas que contengan este ingrediente puede resultar difícil. Estas son algunas propuestas para incorporar este superalimento a tu dieta para beneficiarte de sus propiedades medicinales:

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