El superalimento que ayuda a reducir el colesterol y la hipertensión

Llevar una dieta equilibrada es fundamental para poder tener un buen estado de salud. Distintos alimentos son muy importantes para poder reforzar nuestro organismo y encontrarnos de la mejor manera posible. Es clave evitar las tentaciones y buscar aquellos productos que llenen a nuestro cuerpo de los nutrientes necesarios.

A la hora de condimentar nuestras comidas, existen productos como la sal negra que además de aporta un buen sabor, también contiene numerosos beneficios como rebajar la hinchazón, controlar la tensión arterial o combatir los calambres. Otro ejemplo de condimento que nos aporta grandes ventajas es la sal de ajo.

La sal de ajo contiene sal de mesa y ajo seco molido. Es el condimento perfecto para aquellos pacientes que tienen hipertensión ya que reduce la cantidad de sal si notar la pérdida de sabor en los platos, y además potencia los beneficios del ajo para el corazón. De igual modo, contiene vitaminas B y C y es rica en calcio, azufre, zinc, cobre, potasio y ácido fosfórico.

La sal de ajo contiene propiedades que fortalecen el sistema inmune y por tanto contribuyen a combatir infecciones

Uno de los problemas que más sufren las personas adultas es los altos niveles de colesterol que tienen. Pues bien, la sal de ajo también contribuye a rebajarlo ya que reduce la cantidad de sal.

Este condimento también aumenta los niveles de insulina en sangre por lo que se convierte en eficaz a la hora de prevenir la diabetes.

Al tener propiedades antiinflamatorias contribuye a ayudar en transtornos como la bronquitis o el asma.

1- Lo primero es machacar cinco o seis dientes de ajo grandes en el mortero hasta que no queden tropezones.

2- Cuando estén bien machacados, pasarlos del mortero a un recipiente.

3- Añadir la sal al recipiente en el cual se encuentran los ajos machacados al máximo y dejar secar la mezcla durante 3 días.

4- Pasados los tres días, si ves la mezcla no esta del todo seca, se puede colocarla al horno a una temperatura muy baja vigilando que no se queme.

5- El resultado final es una plancha dura de la mezcla de los ajos machacados y la sal gruesa.

6- Con la mano de mortero o con otro utensilio se recomienda dar pequeños golpes a la plancha dura que se ha obtenido con la finalidad de romperla y trocearla.

7- Para obtener la sal de ajo hay que pasar la pasta por la licuadora hasta que se convierta en polvo.

8- Guardar la sal de ajo en un frasco o recipiente y ya se podrá utilizar siempre que se quiera para condimentar los platos

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