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El expresidente de la Generalitat Alberto Fabra. EFE

Alberto Fabra: «Los sanitarios me han salvado la vida, son los héroes de la pandemia»

Empezó a tener síntomas en plena cuarentena voluntaria y tras salir de la UCI espera recuperar peso y fuerzas para dejar el hospital

JC. Ferriol Moya

Valencia

Miércoles, 15 de abril 2020, 00:48

El expresidente de la Generalitat y senador del PP, Alberto Fabra, se recupera del coronavirus en una habitación del hospital General de Castellón. Los peores días, jornadas durísimas, ya han pasado. Ahora, todavía con las secuelas propias de un proceso que remite pero que todavía no ha quedado olvidado, inicia la recta final con el objetivo de volver a su casa lo antes posible pero con las fuerzas necesarias para poder a empezar una vida normal. El expresidente del Gobierno valenciano atiende la llamada de LAS PROVINCIAS a través de mensajes de texto, la intubación durante los días que ha estado en la UCI le ha dejado sin voz y todavía está en pleno proceso de recuperación. El virus es tozudo y resiste, pero Fabra lo ha derrotado.

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Lo primero que hace el exjefe del Gobierno valenciano es dar las gracias a los profesionales sanitarios que le han atendido y que no le han dejado caer durante los días más graves de la enfermedad. Fabra valora esa lucha día y noche para atender y arropar a cada uno de los pacientes. «No somos conscientes del magnífico trabajo que hacen y de las vidas, como la mía, que han salvado». Para el dirigente popular son «los grandes superhéroes de esta pandemia y por eso les traslado mi agradecimiento a todos los sanitarios por su profesionalidad, vocación de servicio y dedicación a los demás».

Fabra cree que se contagió en Madrid: «Estuve en una comida y a los pocos días, varios de los que allí estaban dieron positivo por coronavirus. Uno de ellos estaba sentado en mi mesa». El político valenciano, a los tres días volvió a su casa de Castellón e inició una cuarentena voluntaria tras la confirmación de que había estado en contacto con alguno de los infectados.

La cuarentena voluntaria vino acompañada del inicio de unos síntomas compatibles con la enfermedad. «Empecé a tener tos, fiebre, malestar...», relata el senador desde su habitación. Fabra se dio cuenta enseguida de que podía estar contagiado y se desplazó al hospital: «Me hicieron la prueba, salí positivo y me ingresaron». Era el 18 de marzo por la noche.

Asegura que tiene recuerdos vagos de todo aquel proceso. En un principio, como ocurre con la mayoría de los pacientes en la etapa temprana de la enfermedad, se establece un control. «Estaba en una habitación aislado, con respiración pero al empeorar me ingresaron en la UCI, la situación se complicó», cuenta desde el hospital.

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Fabra asegura que no recuerda nada del tiempo que estuvo en intensivos. El 6 de abril, el mismo día que cumplía 56 años, le dieron el mejor regalo. Salió de la UCI para pasar a planta e iniciar la última fase de la recuperación: «La verdad es que no era consciente de la gravedad de la enfermedad, ni por supuesto de que mi vida corría peligro».

Poco a poco la vida vuelve a la normalidad. Ya no está sondado y el menú es cada día más consistente. «En la habitación me han ido desconectando poco a poco de los aparatos. Ahora me queda recuperar masa muscular y peso, calculo que he perdido sobre un 10% y tras tres semanas encamado he perdido fuerzas. Ahora es el momento de empezar a recuperar», apunta el expresidente de la Generalitat, que espera un alta hospitalaria que todavía no tiene fecha.

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Los peores días ya han pasado para Fabra, que reconoce que las jornadas han sido muy duras pero que la labor de los profesionales del General de Castellón le han reconfortado para salir adelante. La UCI es ya un mal recuerdo, la enfermedad remite y la curación está cada día mas cerca.

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