![Satanistas en España](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202001/02/media/cortadas/Imagen%20Imagen%20AdobeStock_238338897xx-k0DG-U9011062043385TC-1968x1216@Las%20Provincias.jpg)
![Satanistas en España](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202001/02/media/cortadas/Imagen%20Imagen%20AdobeStock_238338897xx-k0DG-U9011062043385TC-1968x1216@Las%20Provincias.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Sus seguidores se oponen al ateísmo y creen que Satanás no es un símbolo del individualismo, sino una verdadera deidad a la que adoran en un plano de igualdad con respecto a Dios. Su cabeza visible es el Templo de Set, creado en 1975 por Michael Aquino.
También se le llama satanismo moderno. Sus seguidores no rinden culto a Satán, en quien no ven más que un símbolo. Están en contra de todo credo espiritual y defienden el hedonismo, el materialismo y el individualismo. Para ellos, cada individuo es su propio Dios.
Gira en torno a la figura de Lucifer, que también es considerada como un símbolo. Los luciferistas luchan en contra de cualquier idea o religión que intente someter su voluntad. Su objetivo es ser cada vez más sabios y confrontar la verdad con los hechos.
Luis Henríquez Satanista
Está asociado con adolescentes que conciben a Satanás como una manifestación del mal y no tanto como símbolo de libertad y conocimiento. Son adeptos a la parafernalia de la ropa oscura, el black metal y actos de vandalismo como profanación de iglesias y tumbas.
Miembros del Sindicato Español Universitario (SEU), vinculado a la Falange, irrumpieron el pasado 28 de noviembre en los pasillos de la Complutense de Madrid al grito de '¡Viva Cristo Rey!' y '¡Fuera masones de la Universidad!'. Lanzaron pasquines que parecían rescatados de una caja olvidada en los sótanos de Fuerza Nueva y desaparecieron satisfechos, dejando a sus espaldas una cierta sensación 'vintage'. Eran cinco, no muchos, pero les sobraban agallas. Habían plantado cara al mismísimo Satanás. O eso creían.
Luis Santamaría Red RIES
El motivo de su ira era la celebración en la Facultad de Filosofía de un seminario titulado 'La experiencia siniestra. Seminario de Satanismo y Sendero de la Mano Izquierda', organizado por la Asociación de Jóvenes Investigadores en Ciencias de las Religiones (AJICR), en colaboración con la asociación Satanistas de España. Según sus organizadores, se trataba de hablar sobre «uno de los temas más controvertidos en Ciencias de las Religiones» a través de ponencias con títulos como 'Satán en los inicios del judaísmo', 'La figura del maligno en la ficción televisiva' o 'Satanismo: más allá de una única realidad'.
A simple vista no parecía nada especialmente escandaloso, pero sus detractores no lo veían así. Miembros de Alumnos Católicos de la Complutense organizaron en la facultad un «rosario en desagravio», en la puerta del centro alguien pintó la imagen de la Virgen María, en algunas paredes aparecieron pegatinas firmadas por los carlistas y en las redes sociales se acusó a la Universidad de montar jornadas «donde se promueven violaciones y conductas pedófilas con la complicidad del rectorado».
José Luis Carretero Satanista
En nada contribuyó a calmar los ánimos el hecho de que el seminario viniera acompañado por una «imponente 'performance' ritual» que algunos tomaron por una especie de misa negra que se iba a celebrar en un local del antiguo Noviciado. «No, no vamos a sacrificar una cabra ni un bebé», insistieron desde Satanistas de España. La sesión se celebró de noche en un bar del centro de Madrid, en cuyo exterior montaba guardia un grupo de personas con cruces y rosarios. Tampoco fue para tanto. En el interior, lo más escandaloso de la velada fueron varias mujeres semidesnudas que comían manzanas y las ofrecían al público.
Vicente Jara Red RIES
Los aquelarres ya no son lo que eran, o lo que dicen que eran. Son 'performances' en locales de copas donde el único parecido con la sangre es el vino. Satán ha evolucionado, ya no tiene cuernos y patas de cabra y su número favorito no es el 666. Ahora, al menos en nuestro país, es el 616949, que es el que le corresponde a Satanistas de España en el Registro Nacional de Asociaciones. El grupo, el primero de este tipo reconocido por el Ministerio del Interior, se inscribió justo hace un año y desde entonces se dedica a dar a conocer sus creencias y luchar contra «los falsos estereotipos y estigmas» que les acompañan.
Desde el día de los gritos en la Complutense, la asociación no da abasto. Sus miembros no han dejado de contestar a preguntas acerca de lo que son y, sobre todo, de lo que no son. Más de uno habrá quedado decepcionado al escuchar sus respuestas porque, si alguien se acerca a ellos en busca de misas negras, orgías y profanaciones de tumbas, no tardará en darse cuenta de que se ha equivocado de dirección. «Hay un desconocimiento total de quiénes somos», explica Luis Henríquez, miembro de Satanistas de España y profesor universitario.
En primer lugar, son «gente con formación y estudios que se halla alejada del imaginario colectivo de sacrificios y cementerios». Muchos de ellos son ateos, lo que significa que no creen «en una figura con cuernos». Es cierto que Satanás es su referente, pero solo «como algo alegórico», recalca Henríquez. Es una imagen, un símbolo que utilizan para defender el pensamiento crítico, el individualismo y la autoafirmación. «Lo que me aporta es confianza en mí mismo; es una marca interna que te hace mirar el mundo de una manera clara y sin doblez. No hay miedo a las represalias del creador, no hay pecado, nadie me está mirando por si hago algo malo, no hay miedo a vivir en libertad», resume.
«No adoramos ni rendimos pleitesía a nadie ni a nada, veneramos la idea de Satanás que llevamos dentro porque en el individuo está el propio Dios», puntualiza el satanista granadino José Luis Carretero. Los seguidores de este culto parten de la base de que «la religión intenta anular lo que nos hace únicos a cada uno de nosotros para sustituirlo por una deidad superior que nos maneja». Lo que buscan, afirma Carretero, es «bienestar y felicidad en la Tierra» porque más allá no hay nada. «Los paraísos son un invento de la religión», asegura.
El satanismo moderno, del que existen varias corrientes, nació oficialmente en 1966, año en el que Anton Szandor LaVey fundó La Iglesia de Satanás, de la que en 2013 se escindió El Templo Satánico. En abril de 2019, este grupo, liderado por Lucien Greaves, fue reconocido como organización religiosa en Estados Unidos. Sus integrantes no creen en lo sobrenatural y sostienen que «abrazar el nombre de Satanás es abrazar la investigación racional». Esta postura está lejos de LaVey, también no teísta pero defensor de la magia, de la que habla en su 'Biblia satánica', uno de los libros de referencia de quienes profesan este culto. Sus páginas, que beben del darwinismo social, contienen la prohibición de dañar a seres humanos o animales, pero también incluyen frases como esta: «Satanás representa venganza en lugar de poner la otra mejilla».
Los satanistas defienden la laicidad del Estado, pero sin atacar a ninguna religión. «Nosotros no somos nadie para enfrentarnos a ella. Lo de rezar a una figura lo observamos con respeto», apunta Carretero. Son pacíficos pero no pacifistas, porque si les agreden no se quedan quietos a la espera del siguiente golpe. «Si no somos atacados no molestamos a nadie, pero si nos atacan contestamos con más virulencia. Para nosotros, la venganza es totalmente natural porque poner la otra mejilla es demostrar que somos débiles», señala el satanista granadino.
Según Luis Santamaría, miembro de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), este tipo de pensamiento revela el carácter «individualista, egoísta y potencialmente violento» de un culto en el que «la propia voluntad es la ley y soy yo el que determina lo que está bien o mal». Esta ley del más fuerte es la que siguen con mayor o menor intensidad los cerca de cien grupos satanistas que se cree que hay en España. La mayoría están formados por unas pocas personas que utilizan las redes sociales para mantenerse en contacto y no están catalogados como sectas, porque no buscan hacer proselitismo y no se hacen pasar por lo que no son.
Pero el hecho de que no sean sectas «no significa que no sean dañinos», sostiene el experto en satanismo Vicente Jara, también integrante de la red RIES. «Son grupos que establecen diferencias entre nosotros y el resto, los demás, los borregos y pardillos. Potencian mucho la rabia y el descontento, su misma filosofía es destructiva», advierte. Para Luis Santamaría, estos grupos «hacen daño a sus miembros porque los separan de la realidad y los hacen sentirse superiores. Se creen la élite, los elegidos, gente que tiene el poder y el conocimiento». En realidad no se equivoca mucho, porque ellos nunca han ocultado sus aspiraciones.
«Nosotros vamos a intentar alcanzar el poder más elevado», confirma José Luis Carretero, que se muestra convencido de que ya hay quien ha cumplido este objetivo en las altas instancias de organismos oficiales, partidos políticos y la judicatura. Es allí, en la cumbre, donde conviven «muchos satanistas que han sustituido la idea de Dios por el poder». Vicente Jara no llega a afirmar tanto, aunque sí reconoce que «en el mundo de la alta empresa y de la política hay gente con perfil de satanista». Solo ellos, dice, son capaces de resistir en un entorno «que trampea, miente y da puñaladas».
Sus once reglas en la Tierra:
1.- No des opiniones o consejos a menos que te lo pidan.
2.- No le cuentes tus problemas a otros a menos que estés seguro de que quieren escucharlos.
3.- Cuando estés en el hogar de otro, muéstrale respeto o no vayas allá.
4.- Si un invitado en tu hogar te molesta, trátalo cruelmente y sin piedad.
5.- No hagas avances sexuales a meos que recibas la señal del apareamiento.
6.- No tomes lo que no te pertenece a menos que sea una carga para otro y clame por ser liberado.
7.- Reconoce el poder de la magia si la has empleado con éxito para obtener tus deseos.
8.- No te quejes de nada a lo que no necesites someterte.
9.- No lastimes a los niños.
10.- No mates animales a menos que seas atacado o necesites alimento.
11.- Al caminar en territorio abierto no molestes a nadie. Si alguien te molesta, pídele que pare. Si no se detiene, destrúyelo.
Teísta Sus seguidores se oponen al ateísmo y creen que Satanás no es un símbolo del individualismo, sino una verdadera deidad a la que adoran en un plano de igualdad con respecto a Dios. Su cabeza visible es el Templo de Set, creado en 1975 por Michael Aquino.
Simbólico También se le llama satanismo moderno. Sus seguidores no rinden culto a Satán, en quien no ven más que un símbolo. Están en contra de todo credo espiritual y defienden el hedonismo, el materialismo y el idnividualismo. Para ellos, cada individuo es su propio Dios.
Luciferismo Gira en torno a la figura de Lucifer, que también es considerada como un símbolo. Los luciferistas luchan en contra de cualquier idea o religión que intente someter su voluntad. Su objetivo es ser cada vez más sabios y confrontar la verdad con los hechos.
Informal Está asociado con adolescentes que conciben a Satanás como una manifestación del mal y no tanto como símbolo de libertad y conocimiento. Son adeptos a la parafernalia de la ropa oscura, el black metal y actos de vandalismo como profanación de iglesias y tumbas.
Publicidad
Jon Garay y Gonzalo de las Heras
Equipo de Pantallas, Oskar Belategui, Borja Crespo, Rosa Palo, Iker Cortés | Madrid, Boquerini, Carlos G. Fernández, Mikel Labastida y Leticia Aróstegui
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.