El pueblo en el que llegar a vivir 100 años es lo habitual

Tiana es un pequeño pueblo de unos 500 habitantes ubicado en las colinas de la isla de Cerdeña, Italia. Aparentemente, es otra localidad rural con sus habitantes, sus casas, su flora y su fauna, pero en realidad, se trata de un lugar donde llegar a vivir 100 años es prácticamente lo habitual.

Al convertirse en un fenómeno viral, la Universidad de Cagliari empezó a estudiar el por qué de esta peculiar marca del pueblo. En un primer momento se pensó en cuestiones genéticas, la población sarda tiene un ADN particular por una brecha en el historial genético. A pesar de eso, los estudios han determinado que la causa no se encuentra en los microscopios, sino en la propia población.

El secreto, creen los investigadores, está en la sociología del pueblo. Sus relaciones sociales, muy abiertas y frecuentes, evitan la sensación de soledad y han ejado un segunda dato muy curioso: los índices de depresión son prácticamente nulos. La felicidad, aunque sea un término algo más vago que la ciencia, alarga la vida.

«Su estilo de vida no es un Shangri-La en la montaña, con mariposas y los pájaros cantando», cuenta Paul Hitchcott en un reportaje televisivo, «se trata de una resistencia que les da la vida rural».

Un café despierta a los ciudadanos de esta localidad, que ya utilizan el bar desde primera hora para relacionarse; las calles tienen bancos, que son ocupados por los vecinos para contarse historias y debatir sobre la actualidad... La clave de la longevidad puede haber sido la medicina moderna y el uso de las nuevas tecnologías sin olvidar la vida rural, la del pueblo de toda la vida, y sin minar las relaciones sociales.