No siempre es fácil entender a Al Pacino

Añadamos al cóctel literario las dudas profesionales de Pacino y su carácter narcisista. El famoso actor parece querer alcanzar un estilo personal incluso si solo se trata de beber un vaso de agua. Otra de los aspectos de 'Sonny Boy' como obra literaria es que en algunos pasajes no siempre se entiende bien lo que nos cuenta su autor. Quizá la responsabilidad de estas dificultades de comprensión recaiga en la traducción de Elisabet Bruna. No es fácil saberlo.

Al Pacino nos ha ofrecido su carisma actoral en películas como 'Serpico' (Sidney Lumet, 1973), 'Tarde de perros' (Sidney Lumet, 1975), 'A la caza' (William Friedkin, 1980), 'El precio del poder' (Brian de Palma, 1983), 'Esencia de mujer' (Martin Brest, 1992), 'Heat' (Michael Mann, 1995) y, especialmente, en las tres entregas de la magistral saga 'El Padrino' (Francis Ford Coppola, años 1972, 1974 y 1990) interpretando a Michael Corleone.

En esos capítulos de su trayectoria profesional el relato es muy interesante y Al Pacino, una alta referencia. No ocurre lo mismo con su vida privada repleta, como ya hemos apuntado, de quebrantos no precisamente menores.

Vayamos a los pasajes de 'Sonny Boy' con ramalazos ininteligibles. Copio palabra tras palabra algunos oscuros párrafos escritos por Al Pacino. Párrafos que este cronista ha releído varias veces para intentar comprenderlos en su significado concreto. El fracaso presidió todas mis acciones.

Página 100: «Yo era así y siempre lo he sido. Considero la situación y digo: '¿Qué estoy haciendo aquí?' Y no me importa donde sea, en qué situación me encuentre. Quiero irme. No me voy porque en realidad no quiero ser maleducado e irme. Así que me quedo. Pero en realidad, quiero irme». (Al, por favor, aclárate de una vez y vete o quédate).

Página 103: «Siempre estoy pensando. 'Al, ¿qué estás haciendo?'. Pero cuando corres por impulso, el impulso a veces te abandona. La gente dice que asumo riesgos, y ahora no quiero parecer presuntuoso, pero si está ocurriendo algo inusual, no me importa. Y esto me pareció importante. Soy una persona miedosa, como todo el mundo. No hago nada sobre muchas cosas por las que 'debería' hacer algo. No es la peor filosofía decir: Ay, lo que sea. Déjalo pasar. ¿Y qué? Pero de vez en cuando, hablo de décadas, digo no, esto no». (¿El impulso entonces te abandona? ¿'Ay, lo que sea'? ¿Lo que sea de qué? ¿No hago muchas cosas por las que 'debería' hacer algo? ¿Qué cosas, Al?).

Página 188: «Estaba en un momento de mi vida, también, en el que todavía era un poco inconsciente, pero estaba interesado en traspasar los límites de una forma que esperaba que arrojara luz sobre determinados temas, abriera la puerta a una mayor comprensión de un paisaje cambiante, y revelara la evolución de nuestra aceptación, esperaba una especie de revelación, para el público y para mí». (¿Arrojar luz? ¿Paisaje cambiante? ¿La evolución de nuestra aceptación? ¿Revelación?).

Cuando Pacino se pone trascendente y sobreactúa en 'Sonny Boy', el libro se te cae de las manos.