¿Qué es el síndrome de la cabaña?

Ansiedad, miedo, culpa, soledad, trastornos alimentarios o abuso del alcohol para anestesiar las emociones. Tras los primeros efectos conocidos del confinamiento, los especialistas advierten: a la COVID le sucederá una «pandemia» de problemas psicológicos, como fobias, depresión o síndrome de estrés postraumático, que pueden prolongarse durante tres años.

Son muchos los ciudadanos que no han puesto un pie en la calle desde el 14 de marzo y el desconfinamiento puede acarrear problemas después de casi dos meses sin salir. El 'síndrome de la cabaña', término que utilizan algunos expertos, habla de la incertidumbre y el temor a volver a salir de casa tras tanto tiempo de confinamiento. Soledad, impaciencia, vulnerabilidad...

La estancia prolongada en los domicilios puede generar trastornos en la conducta una vez se acabe el confinamiento. En algunos casos, el 'sindrome de la cabaña' puede provocar depresiones o rechazo social. Incluso el miedo al contagio, dadas las circunstancias, amenaza con complicar todavía más el proceso mental de las personas que lo sufran.

La mejor 'medicina' pasa por haber mantenido una rutina durante el tiempo de confinamiento. Es básico el contacto con los seres queridos, así como los buenos hábitos alimenticios, de higiene y, en la medida de lo posible, la práctica de ejercicio físico.

Las consultas psicológicas, lejos de interrumpirse durante el estado de alarma, han aumentado durante estas siete semanas de aislamiento, aunque por vía telemática. La ansiedad y el miedo fueron los primeros efectos provocados por una situación hasta entonces desconocida -el confinamiento- y por las noticias que iban llegando sobre contagios y muertes.

Macarena Valdés, miembro de la Asociación Española de Psiquiatría y de la Sociedad Española de Especialistas en Estrés Postraumático, corrobora como psiquiatra las afirmaciones de las dos psicólogas, con un diagnóstico que resume la dureza de una experiencia hasta ahora inédita: «La pandemia y la declaración de emergencia nos han expuesto a las dos situaciones más duras a las que puede enfrentarse el ser humano, que son la pérdida y la incertidumbre».

Pérdida e incertidumbre, por tanto, son para esta psiquiatra la clave de lo que la pandemia ha desencadenado en el ámbito de la salud mental.

«Hemos perdido nuestra libertad, nuestro modelo de vida, nuestra economía. Y, lo más grave, podemos perder la salud, la vida o a nuestros seres queridos. Vivimos en la incertidumbre y ya no tenemos capacidad de control porque nos falta información de lo que está sucediendo».