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Stan Smith, con sus zapatillas, en un partido. Zumapress
Stan Smith: «Se creen que soy una zapatilla»

Stan Smith: «Se creen que soy una zapatilla»

Stan Smith es más conocido por dar nombre a las bambas más vendidas de la historia que por haber sido número uno del tenis

Jueves, 25 de octubre 2018, 20:11

Stan Smith fue tenista entre los años 60 y 70. Y no uno cualquiera. Al contrario. Llegó a ser el número uno, ganó en el US Open y en Wimbledon y conquistó siete veces la Copa Davis con Estados Unidos. Ahora, a los 71 años, recibe con humor que los 'millennials' no sepan quién es y que si les preguntan por su nombre piensen que solo es una zapatilla. Se lo toma tan a guasa que lo ha utilizado para titular el libro que ha publicado: 'Some people think I'm a shoe!' ('Algunos piensan que soy una zapatilla').

Una zapatilla, eso sí, con mucha historia, considerada ya todo un clásico, y el modelo más vendido nunca, con unas cifras estimadas de más de 50 millones de pares. Las han calzado John Lennon, David Bowie, Naomi Campbell o Melanie Trump. Gisele Bundchen posó totalmente desnuda para 'Vogue' salvo por unos calcetines y las célebres bambas blancas con la parte de arriba del talón en verde. Stan Smith cogió aquella foto y se la envió a sus amigos con una nota: «¿Habéis visto mis zapatillas?». Sus amistades siguieron la broma y le respondieron: «¿Qué zapatillas?».

La historia

  • Creadas en 1963. Las diseñó el hijo del fundador de Adidas. Primero le dieron el nombre del tenista francés Robert Haillet. Al retirarse, le pusieron el de Stan Smith.

  • Su cara y su nombre. Desde los 80, las zapatillas llevan en la lengueta un dibujo de la cara de Stan Smith, su firma, su nombre y el de la marca. En ediciones limitadas se hacen excepciones. Ahora preparan uno con el rostro de Stella McCartney en una y el de Smith en otra.

Referentes de la moda como los diseñadores Marc Jacobs o Phoebe Philo las llevaban en la pasarela y otros como Pharrell Williams o Raf Simons idearon modelos exclusivos que se vendieron en unas horas por casi 400 dólares. Hace unos años, una sobrina del tenista californiano discutió con su profesor de Educación Física en Londres porque no le dejaba usarlas. «Son zapatillas para ir a la moda, no para entrenar», le reprendió. La sobrina de Stan Smith no perdió la calma y, con su mejor sonrisa, le contestó: «Pues mi tío ganó Wimbledon con un par como este...».

Adidas sacó el primer par en 1963. Las diseñó Horst, hijo de Adi Dassler, el fundador de la marca, y las principales novedades fueron que estaban hechas de cuero y que sustituían las famosas tres bandas de los laterales por tres líneas de puntos para favorecer la transpiración. Entonces le pusieron el nombre de Robert Haillet, un tenista francés. Cuando se retiró, el agente de Stan Smith, Donald Dell, propuso a la marca sustituir a Haillet por su representado para facilitar su incursión en Estados Unidos. Durante los 70, las bambas llevaban en la lengüeta un boceto del rostro de Smith - sin el bigotillo que siempre le ha caracterizado- y el nombre de Haillet. Hasta los 80, cuando ya se incorporó el nombre del estadounidense.

Las Stan Smith son ahora unas tenis que no sirven para jugar al tenis. Aunque el exnúmero uno del mundo siempre recuerda que, en su momento, cuando la mayoría de los modelos -las Converse que gustaban a los estadounidenses y las Dunlop de los australianos- eran de lona, fueron una revolución con su piel de cuero, sus taquitos de goma en la suela y un refuerzo en el talón para proteger el tendón de Aquiles.

Un clásico. La zapatilla de Adidas que lleva 55 años en el mercado de manera intermitente. Wikimedia Source

Esas virtudes han quedado des-fasadas, pero otras siguen vigentes y reafirmadas en el siglo XXI: las Stan Smith, tan blancas, tan redonditas, son un ejemplo de minimalismo y de pureza medio siglo después. No siempre han sido tan deseadas y durante algunos años las llegaron a sacar de las tiendas. Pero en 2014, con la moda de las 'sneakers' pisando fuerte en todo el mundo, regresaron para volver a arrasar. A Stan Smith, que tiene 60 modelos diferentes en su casa, le hace especial gracia vérselas por la calle a padres e hijos.

«¿Quién es ese Jay Z?»

Las últimas generaciones ya ni siquiera saben que ese nombre corresponde a un notable jugador de tenis, de los de saque y volea, que logró 39 títulos individuales y 61 en dobles. Por eso una de sus hijas -Stan Smith tiene cuatro hijos y 13 nietos- fue corriendo a casa un día de 2001 para decirle a su padre que era famoso, que salía en una canción de Jay Z. Stan Smith miró a su hija y le dijo: «Eso está muy bien, pero... ¿quién es ese Jay Z?». A quien sí reconoció Stan Smith a la primera fue a Hugh Grant. En una de las últimas ediciones de Wimbledon coincidieron en un palco. El actor se giró y le dijo: «La primera chica a la que besé llevaba tus zapatillas».

La última reedición llegó gracias a la moda. Karl Lagerfeld vistió a sus maniquís con deportivas durante un desfile de Chanel y aquello fue como una invitación al mundo a combinar vestidos y trajes con zapatillas. Algo con lo que se atrevió hasta Carolina de Mónaco en todo un Baile de la Rosa.

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