María G. Astorga
Jueves, 25 de julio 2024, 00:10
En 1992, Barcelona se convirtió en el escenario de los Juegos Olímpicos, tras haber presentado su candidatura sin éxito en tres ocasiones previas (1924, 1936 ... y 1940). En la votación final, la ciudad catalana superó a París, Brisbane, Belgrado, Birmingham y Ámsterdam. La antorcha olímpica recorrió más de 6.000 kilómetros desde Grecia hasta llegar a Montjuïc, en un trayecto que involucró a 9.500 porteadores y atravesó las 17 comunidades autónomas. Algunos aseguran que la flecha que atravesó la noche del 25 de julio el Estadio Olímpico no hizo diana en el pebetero, sino que pasó por encima y que el encendido se produjo mediante un mecanismo independiente.
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La mascota oficial de Barcelona fue Cobi, un perro pastor catalán de estilo vanguardista diseñado por Javier Mariscal. Aunque no fue la única propuesta: una escultura de una gamba y ubicada en el paseo de Colón fue la otra opción. En cualquier caso, Cobi dio suerte a la delegación española, que alcanzó su mejor participación olímpica hasta la fecha. Obtuvo 22 medallas, trece de ellas de oro repartidas en las modalidades de ciclismo, atletismo, fútbol, judo, natación, tiro con arco y vela.
Además, en esta edición, se incluyeron nuevos deportes y disciplinas por parte del Comité Olímpico Internacional como bádminton, béisbol, piragüismo en eslalon y la categoría femenina de judo, en el que España se llevó dos medallas de oro. Además, por primera vez se permitió la participación de jugadores de la NBA, el legendario Dream Team.
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