El confinamiento por la pandemia contuvo el suicidio en la Comunitat. Sin embargo las dificultades y tensiones que trajo, unidas a problemas de salud mental que ya se arrastraban, han disparado las cifras de suicidios entre los más jóvenes: 33 fallecidos de menos de 29 años en 2020, el dato más alto de los últimos ocho años.
Es la estadística que refleja un informe de Save The Children. Son 308 las víctimas menores y jóvenes de la desesperación en nuestra región en una década. La valenciana es la cuarta autonomía con más muertes por el suicidio juvenil, sólo superada por Andalucía, Cataluña y Madrid.
Según destacan, los trastornos mentales han aumentado del 1% al 3% en niños, niñas y adolescentes de entre 4 y 14 años en España. El incremento es del 4% al 7% en trastornos de conducta.
Una encuesta estatal a 2.000 padres y madres sobre la salud mental de sus hijos e hijas revela que la incidencia de estos problemas es tres veces mayor en familias sin empleo que en aquellas que lo conservan. Además, los menores que viven en hogares con bajos ingresos tienen una probabilidad cuatro veces mayor de sufrir trastornos.
«La pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de cuidar de nuestra salud mental, especialmente la de la infancia y la adolescencia en familias con riesgo de pobreza o exclusión social. Los niños y niñas de este tipo de hogares tienen muchas más dificultades para acceder a estos profesionales», lamenta Rodrigo Hernández, director de Save the Children en la región.
La encuesta corrobora que desde los 8 años los trastornos mentales se concentran más en niñas y los de conducta, en niños. En la Comunitat, destaca la entidad, se han producido 308 suicidios de adolescentes y jóvenes en los últimos diez años. Si se analizan las cifras de 2020, una de cada diez muertes en personas menores de 29 años fue a causa del suicidio o de autolesiones.
En demasiadas ocasiones, la detección del pensamiento suicida se produce cuando el problema ya está muy avanzado o es demasiado tarde. Según la encuesta, un 3% de niños, niñas y adolescentes han tenido pensamientos suicidas en 2021.
Si bien las niñas parecen más afectadas por pensamientos o intenciones suicidas, son los niños quienes terminan por cometer en mayor proporción este acto. Las intenciones de suicidio se incrementan a medida que los niños y niñas alcanzan la adolescencia y los porcentajes son mayores en las familias con rentas bajas. Además, las víctimas de 'bullying' tienen 2,5 veces más riesgo de intentos de suicido que los que no lo han sufrido.
Save The Children critica que los servicios de salud mental infantojuveniles «no están suficientemente dotados para el reto que tienen por delante». Las largas listas de espera se explican en parte por la falta de recursos humanos especializados. Nuestra ratio de psiquiatras por habitante se sitúa entre las más bajas de Europa y solo el 60% de los hospitales de la red pública cuenta con atención psicológica. También existe «un problema de calidad» por la baja frecuencia de las consultas: hasta 3 meses entre visita y visita, «y con una duración muy corta».
Ante la desesperación hay teléfonos de ayuda, como el de atención a la infancia de la Generalitat (116111). También el Teléfono de la Esperanza (717 003 717). O el teléfono gratuito de ayuda a menores de la Fundación Anar (900 20 20 10).
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