Trucos para conseguir el huevo cocido perfecto

Todos hemos experimentado esa sensación de frustración al pelar un huevo que se resiste, dejando un rastro de trozos de cáscara pegados y una yema demasiado cocida. ¿Por qué algo aparentemente sencillo como cocinar un huevo cocido puede volverse a veces tan complicado? La respuesta reside en el arte de dominar el tiempo y la técnica adecuada.

La búsqueda del huevo cocido perfecto puede convertirse en un auténtico desafío culinario. Aunque a veces pueda parecer que se necesita una fórmula mágica para lograr la perfección, existen técnicas que han sido perfeccionadas a lo largo de los años para conseguir un huevo cocido de textura suave y yema perfectamente cremosa.Ya sea para disfrutarlo solo, en una ensalada o como parte de una receta, conocer estos secretos culinarios te convertirá en un verdadero maestro de los huevos cocidos.

Antes de adentrarnos en cómo se deben cocer los huevos, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones previas. En primer lugar, sacar los huevos de la nevera un rato antes de cocerlos es un truco muy útil para obtener mejores resultados. El principal motivo es que, cuando los huevos están a temperatura ambiente, se produce una cocción más uniforme. Si se introducen directamente al sacarlos de la nevera, la diferencia de temperatura repentina puede generar una rápida expansión de las moléculas de aire en el interior del huevo, lo que puede provocar en grietas en la cáscara.

También se recomienda echar una cucharadita de bicarbonato de sodio al agua donde se vayan a hervir, para que después se puedan pelar con facilidad. Esta práctica se basa en las propiedades alcalinas del bicarbonato de sodio, que ayuda a debilitar la estructura de la cáscara del huevo y facilita su desprendimiento al pelarlo.

El tiempo recomendado de cocción para obtener un huevo duro perfecto puede variar según el método utilizado. Es decir, si lo introduces directamente con el agua fría o si lo agregas cuando ya está hirviendo.

En el primer caso, una vez que el agua alcance el punto de ebullición, se reduce el fuego a fuego medio-bajo y se cocina durante 10 minutos para obtener un huevo totalmente cocido, 8 minutos para conseguir una yema parcialmente cocida y la clara ligeramente gelatinosa; o tan solo 3 minutos para unos huevos pasados por agua: la yema estará líquida y la clara aún un poco gelatinosa.

Si prefieres agregar el huevo cuando el agua esté fría, tan solo tienes que sumar un minuto más de cocción y obtendrás los mismos resultados. Una vez haya pasado el tiempo de cocción, se recomienda sumergir el huevo en agua fría (incluso con un poco de hielo), para evitar que la cáscara se pegue.

• Temas
• Alimentación
• Recetas