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Lunes, 16 de julio 2018, 18:53

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Una torre de treinta metros de profundidad, excavada hace 2.500 años al sur de la pirámide de Unas, en la necrópolis de Sakara, era parte de un centro de momificación y esconde una «mina de oro de información» sobre el arte de preservar los cuerpos de los muertos antes de su viaje al más allá.

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Una torre de treinta metros de profundidad, excavada hace 2.500 años al sur de la pirámide de Unas, en la necrópolis de Sakara, era parte de un centro de momificación y esconde una «mina de oro de información» sobre el arte de preservar los cuerpos de los muertos antes de su viaje al más allá.
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Una torre de treinta metros de profundidad, excavada hace 2.500 años al sur de la pirámide de Unas, en la necrópolis de Sakara, era parte de un centro de momificación y esconde una «mina de oro de información» sobre el arte de preservar los cuerpos de los muertos antes de su viaje al más allá.

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