![#70 Yo veo La 2](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202301/18/media/carta70.jpg)
![#70 Yo veo La 2](https://s3.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202301/18/media/carta70.jpg)
Secciones
Servicios
Destacamos
Hola capturadores
En 1990 llegaron a España las televisiones privadas. Yo entonces tenía seis años, pero recuerdo con nitidez ese primer cinco con una flor, como logotipo de Telecinco, en la televisión pequeña de la cocina que mi abuela Ascensión tenía para poder ver programas mientras hacía la comida y la cena. En esa cadena me enamoré de Oliver y Benji y tuve en Sergio, el de Juana, a mi primer 'crush'. Antena 3 y Telecinco trajeron luz y diversión (y nuevas series de dibujos) a una televisión, entonces, aburrida para una niña de seis años a la que siempre le ha gustado ver la mal llamada caja tonta. Unas cadenas de las que no me puedo sentir más alejada hoy en día, expulsada ya como telespectadora de la inmensa mayoría de la programación de la televisión lineal. La que todos tenemos al alcance de nuestro mando a distancia. Nada me gusta, nada me entretiene, nada me aporta. Nada me engancha. Casi nada me acoge. Sin embargo, lo único que ha evitado que quite el aparato de la pared de enfrente del sofá, donde todos colocamos la televisión, es que me he refugiado en un pequeño canal que todo el mundo dice ver, pero que según las audiencias, pocos sintonizan.
Y es que desde hace muchos meses me he aficionado a ver La 2, el canal que me ha acogido como telespectadora que sólo busca un rato de relajo al llegar a casa, como antesala de la cama. Una cadena que se ha convertido en la favorita de mi mando. El mejor ejemplo de que me he hecho mayor y que cada día estoy para menos estridencias. Entonces, os estaréis preguntando cómo una chica como yo ha acabado en un canal como ese. Pues muy sencillo. Por mera casualidad. A La 2 llegué por culpa de Anne Igartiburu. En concreto, cuando le quitaron el programa de Corazón de, que yo veía cada día justo después de comer. Pero con su salida de la parrilla me quedé huérfana de espacio con el que desconectar el cerebro. Así que un día, haciendo zapping llegamos a La 2 y al maravilloso programa de 'Las recetas de Julie'. Julie Andrieu es una periodista francesa, amabilísima y muy curiosa, con un aspecto de farmacéutica de película alemana de sábado por la tarde, que recorre Francia en busca de los mejores secretos de la cocina tradicional de cada zona. Y lo hace visitando a sus productores, a sus agricultores, a sus ganaderos y a algunos de los vecinos más cocinitas de cada región o pueblo. Ellos son los que ponen en valor la gastronomía de nuestro país vecino, con recetas que han pasado de generación en generación, con pequeños queseros o con simples trucos para elegir las mejores manzanas para la tarta tatin. Tras visitarlos a todos, Julie se apunta en la libreta esas recetas y reúne a todos esos vecinos en una comida a la que cada uno lleva el plato o producto que ha enseñado a preparar o a fabricar durante sus minutos de gloria. Comen todos juntos, cuentan anécdotas de la zona y ponen fin a un viaje por una región o provincia maravilloso. Pagaría por que Julie vinera a mi casa y cocinar juntas algo en mi cocotte.
Cuando Julie se despide de sus comensales y se monta en su Peugeot rojo, me voy al baño, me lavo los dientes y me voy pitando al trabajo para comenzar la parte vespertina de mi jornada con otro ánimo. Con otra paz. A mi vuelta, enciendo la tele de nuevo y veo Pasapalabra, en Antena 3, porque así luego comento el rosco con mi Tía Celia, y corriendo me vuelvo a pasar a La 2 para engancharme al programa de casas en el campo.'Lo mejor de evasión campestre' se llama la joya en la que ahora estamos viendo gente comprar casas rurales en los mejores condados del Reino Unido, sin movernos del sofá. Los paisajes son los mismos que los de Todas las criaturas grandes y pequeñas. Una gozada. Éste compite de manera directa en belleza con otro que ponen de vez en cuando sobre casas icónicas en sitios rarísimos. 'Mi lugar de retiro', se llama el programa. Cabañas de ensueño en bosques de hayas, casas en el borde de acantilados, o viviendas de diseño que se autoabastecen en medio de la nada. Alimento para un cerebro fundido de pelear continuamente con la trepidante y pesimista actualidad.
Así que La 2 me ha salvado como televidente. Y no precisamente con el programa estrella de la cadena, 'Saber y ganar', al que nunca me he logrado aficionar por horario. Sino por esas pequeñas joyas escondidas en una programación en la que también disfruto con 'Cachitos', el cine clásico de los lunes por la noche (en una selección maravillosa para quienes nunca hemos visto las películas de antes que entraban en las listas de cualquier cinéfilo),'Órbita Laika', donde aprender de ciencia sin darte cuenta, con 'El comisario Montalbano', con el que resolver los crímenes de Camilieri, o los 'Imprescindibles', los domingos por la noche, donde descubrir desde otro prisma a personajes del mundo de la cultura que esconden vidas como las del común de los mortales.
Y, lo que parece es que no estoy sola en este refugio. Es que la cadena de los aburridos ha comenzado a crear tribu, según le leí al perodista de El País Héctor Llanos. Programas pensados para «una inmensa minoría», dijo, para contar que la popularidad de la cadena pública no ha dejado de crecer desde 2017, mientras la del resto sigue cayendo en picado. De hecho, las cifras de audiencia del canal secundario, el segundón, han ido remontando desde esa fecha. Peleando espectador a espectador con formatos amables y didácticos. Todo lo contrario a la deriva de La 1, su hermana mayor. Y lo ha hecho a base de calditos de pollo televisivos entre tanto ruido. Así que gracias al directivo de TVE que quitó a mi Anne. Me hizo un gran favor, porque ahora yo también puedo decir que veo La 2, como los culturetas.
Tres cosas
Oldies: Las series de nuestra adoslecencia están cumpliendo años a la misma velocidad que quienes las vimos. Hace poco escribí sobre la vuelta de UPA Dance, y esta semana he escuchado este podcast sobre los 25 años que acaba de cumplir la serie Periodistas. Menudo bofetón. Merece la pena revisar esto que han hecho Mikel Labastida y Rosa Palo.
Qué ver: Y siguiendo con Pantallas, que esta semana toca, también me ha gustado muchoeste reportaje de Andrea Morán en formato sonoro sobre cómo elegimos qué serie o película ver. En menos de media hora es capaz de poner a directores frente a lo que opinan los espectadores y nos cuenta qué hay detrás de las webs de las que nos fiamos para decidir si le damos al play o no a la hora de ver un contenido.
Un circo: Y por acabar con esta serie audiovisual, he visto ya los dos capítulos de Cristo y Rey, la serie de Atresmedia sobre las vidas del domador Ángel Cristo y de la todoterreno Bárbara Rey. Me ha dejado fría, la verdad. LLena de clichés y con la agenda de Bárbara más llena de citas que la de un médico de primaria.
Círculo de capturadores
Nuestra librera de confianza, Carmen Velasco, estrena 2023 con una recomendación muy matrioshka
¿A cuántos escritores rusos vivos leéis? ¿Os quedásteis en Tolstoi, Dostoyevski o Chejov?Hay que actualizarse. Al final de 2022 leí 'Sóniechka', de Liudmila Ulítskaya, una novelista rusa, hoy exiliada en Berlín. No leí este libro porque fuera Premio Formentor 2022, que lo es; ni una novela corta de 128 páginas (los tochos están sobrevalorados y no son garantía de nada), que también; ni de una escritora por descubrir, que así es; sino porque la vida de la protagonista, Sonia, transcurre entre libros. Tengo predilección por las novelas de librerías, de bibliotecas, de personajes marcados por la literatura, etcétera. 'Sóniechka' también me gustó porque refleja a través de la existencia de Sonia eso tan habitual como proyectar una vida que luego nunca es, que no se alcanza. Y aún así, se vive.
Gat-checking: periodismo de gatos
Ayúdame: Esta carta sólo llega por correo, no la encontrarás en ningún sitio más. Comparte si quieres algo de esta newsletter en tus redes y etiquétame o usa el hashtag #capturadepantalla para ayudarme a llegar también a tus amigos.Tienes todas las cartas ya enviadas aquí guardadas por si quieres ver el género antes...
Suscríbete: Si has llegado aquí porque alguien te ha hecho llegar esta newsletter, puedes apuntarte para que te llegue la semana que viene, Lo puedes hacer gratis aquí.
Escríbeme: si quieres contarme algo, estoy en marta.hortelano@lasprovincias.es y no sabes la ilusión que me hace recibir vuestros mensajes.
Gracias por leerme
Marta
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.