![Alguien que te quiera](https://s1.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/202202/09/media/cortadas/los-aurones-poti-poti-k79-U160865864214njD-624x385@Las%20Provincias.jpg)
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Hola capturadores
La ducha es uno de los mejores sitios para pensar. También para cantar, pero sobre todo para pensar. Debajo de la alcachofa, con el agua en el último grado antes de hervir dándome en la espalda, suelo cerrar los ojos y trasladarme a otros mundos. Aunque el viaje dure 3 minutos de reloj, me da tiempo a poner en orden las cosas que he cocinado durante las horas de sueño. Es como si durmiendo fuera a la compra para elegir los ingredientes y en la ducha acabara la receta. De repente, pam, casi todo me cuadra. Y esta semana, con la bandeja de entrada llena de corazoncitos de San Valentín (amigas, amigos, amigues y amiguis, no salgáis de la cama el lunes) me ha dado por pensar en todo el amor que rodea mi vida.Y no, no me ha subido el azúcar y quiero aprovechar estas líneas de viernes para contaros mis episodios amorosos, en esta semana en la que he celebrado mi noveno aniversario de bodas. No va la cosa por ahí.
Una de las primeras veces en mi vida que sentí amor fue cuando un niño en el parvulario frotó mi nariz con la suya en lo que luego supe que sirve como beso para los esquimales. Luego descubrí que lo hizo para tratar de camelarme y que le regalara un muñequito de goma del poti poti, uno de los personajes de Los Aurones, que nos dejaban llevar a la clase de tres años porque no tenía ninguna pieza suelta. Aunque uno de los primeros testimonios que dejé de mis escarceos amorosos infantiles apareció hace días en una de las cajitas que te solían regalar por tu cumpleaños para guardar tesoros. Y este trozo de papel yo lo había dejado en el piso de abajo, en el de los muy tesoros. Dice así:
25 de noviembre de 1992.
Hola, soy Marta y tengo 8 años.
Mi novio se llama TACHADO CON PERMANENTE y juro que para siempre él va a ser mi novio. Vamos juntos al colegio y ya somos muy amigos. Vamos desde jardín de infancia. Tiene una hermana que se llama TACHADO CON PERMANENTE. En clase siempre me mira. Ha estado en el oculista y necesita gafas para ver la pizarra y la tele. DIBUJO DE CORAZÓN CON FLECHA CON NUESTROS NOMBRES, el suyo TACHADO CON PERMANENTE. Es rubio y tiene ojos negros y marrones. Mide 1,30 y pesa 30 kilos. Firmado: Marta.
Junto a esa nota, había otra recortada, de apenas un mes después en la que ya me debí llevar mi primer desengaño.
28 de diciembre de 1992.
Ya no tengo novio (de los chicos de clase). Son todos muy tontos . Pero hay un chico que se llama David, que hizo de diablo en el teatro y es majísimo. Me gusta un poco. Firmado: Marta.
Tras ese escarceo con el mismo demonio, sentí amor por mi familia, por mis patines de cuatro ruedas rojas y por las croquetas de cocido que hacía mi abuela Ascensión. Luego vinieron los amores de adolescencia, Brian de los Backstreet Boys, mi primer novio Sergio, los amores de película, los amores platónicos, los amores por SMS y los amores de barra. En concreto, los que comencé a sentir por las cañas y las tapas. Un profundo sentimiento que hoy en día sigo manteniendo. O el amor por las sobrinas. O por mis amigos. O por mi perra Rita. O por mi marido. O por la bechamel. O por los pepinillos en vinagre. O por el zumo de tomate de Mercadona. Todos intensos y verdaderos, que me han permitido poder llegar hoy a descubrir, sin duda, al que es el gran amor de mi vida: yo misma. No,no es una cuestión de narcisismo, que de eso ando más bien justa. Se trata del amor propio. El que me ha costado décadas modelar. Es que hasta que no he reparado en mí, en mis necesidades y en las cosas que necesito para ser yo, no he conseguido entender el amor en su máxima expresión.
San Valentín es una de esas fechas señaladas que nos ponen ante un espejo en el que hacer balance de nuestra miserias amorosas. Los que están solos se sienten más solos que el resto de días. Y los que están acompañados montan cualquier esperpento para poder ser parte de un día en el que demostrar que alguien te quiere. Pero, ¿y si lo importante es que nos queramos nosotros mismos?
A lo largo de mi vida he pasado por muchas etapas. Algunas buenas, algunas malas. Algunas destructivas. Otras, intranscendentes. También en el amor por las personas. A algunas las he querido y ya no las quiero. A otras, las quiero a ratos. A otras, nunca las he querido y no las voy a querer, por mucho que se empeñen. A otros, los he querido siempre. A pocos, los quiero incondicionalmente. A mí, me he querido de manera intermitente. Como cuando llevaba flequillo o me pintaba la raya del ojo blanca, que no creo que me quisiera mucho. Pero, de todas esas etapas he aprendido algo. De todas he sacado alguna lección. Del peor momento he conseguido, mucho tiempo después, llevarme algo útil. Hasta llegar a ese amor propio que me hace sentir amor por muchas de las personas y cosas que me rodean. Siento amor cuando Gorka me dice que soy muy valiente. Siento amor cuando sumo fuerzas con mis compañeros de trabajo. Lo siento cuando me llega la nómina que me permitirá pasar el mes sin sobresaltos. Cuando la Celia asa pollo o cuaja poco la tortilla. Cuando las lentejas se me guisan y no sólo se me cuecen. Cuando me despierto por la mañana sin despertador. Cuando ayudo a alguien sin esperar nada a cambio. Cuando mi amiga Inés me llama cutri, mi amiga Ana, rata, o mi amiga Isa me dice payasa. Cuando hago un sorteo de algo que he hecho a mano a cambio de una donación para el cáncer, y 50 tías me siguen en la aventura sin pedir nada a cambio. Cuando veo a Rue y a Jules. Cuando me miro en el espejo y me parezco a mi madre. Cuando las cosas me salen bien. Cuando me da el sol en la espalda. O cuando escucho El Lago de los cisnes o veo Los amantes del círculo polar. O cuando leo a Juan Sanguino, a Luz Sánchez Mellado o a Ángeles Caballero (que sinceramente, más que amor, lo que me dan es envidia). Siento amor por muchas cosas en la vida. Incluso cuando acabo de entrenar, con el esfuerzo que me cuesta ser constante, me quiero mucho a mí misma. Y lo siento porque todas esas cosas y muchas otras más me hacen sentir muy plena. Me hacen quererme lo suficiente para poder seguir queriendo. Por eso, este lunes la mayor celebración siempre puede ser contigo mismo. Todos queremos tener un crush, o encontrar a alguien que nos quiera. Como la madre de Sandrina a su hija Paripé de Triana. Pero este año podrías empezar contigo mismo. Al fin y al cabo, lo importante no es que te quieran, sino que te quieras tú. Y eso, se nos olvida mucho últimamente. Dale una vuelta mañana en la ducha.
Culturismo
Crush es el término anglosajón de moda para definir entre los más jóvenes el enamoramiento repentino. Puede ser equivalente al término coloquial flechazo, palabra popular para referir al enamoramiento repentino en alusión a las artes del dios griego Cupido. Hoy en día, se llama crush al enamoramiento repentino, que apasiona profundamente, que desvela, que ilusiona y que emociona, independientemente de si sea realizable o no. Crush es similar al amor platónico o amor idealizado, aquel que se siente por alguien que parece inalcanzable. De allí que también se designe como crush a ciertos enamoramientos en redes sociales. Como mi Brian de los Backstreet boys cuando era adolescente
Pantallazos
Esta semana saca tus mejores galas, que Valencia se llena este fin de semana de estrellas de cine. La gala de los Goya se celebrará por primera vez en el Palau de Les Arts mañana. LAS PROVINCIAS estará en todos los puntos calientes de este gran evento cultural para seguir de cerca la noche del cine español. Así que para que no llegues a la cita de mañana, te dejo aquí unas cuantas lecturas para que puedas comentar la gala como el tertuliano que eres. Ah, y compra palomitas, que mejoran cualquier película. Digo, gala. Ah, y lo más importante... la alfombra roja empieza a las 18:00.... Allí estarán Carmen Velasco, Laura Garcés, Noelia Camacho, María Gardó y Mikel Labastida. No les quites ojo.
1. Así será la gala de los Goya
2. Dónde hacerte un selfie con una estatuilla de los Goya
3. Las pelis favoritas en las quinielas
4. A qué suenan los Goya de Berlamga
y 5. El Palau de Les Arts se pone guapo para la gran fiesta del cine
Gat-checking: periodismo de gatos
Ah, y recuerda una cosa. Esta carta sólo llega por correo, no la encontrarás en ningún sitio más. Comparte si quieres algo de esta newsletter en tus redes (si aún no te las has cerrado) y etiquétame o usa el hashtag #capturadepantalla para ayudarme a llegar también a tus amigos. Compartir es vivir. Y si eres nuevo aquí y quieres leer algunas de las últimas cartas de amor a las tonterías, puedes leerlas aquí abajo. Te dejo las cuatro anteriores.
32. Teletrabajar
33. Gatovisión 2022
34. Benidorm hate
Esta semana quiero que me contéis las cosas que os enamoran. Y ya por abusar, ¿celebras San Valentín, los aniversarios y esas fechas señaladas? ¿Cómo? Quiero saberlo.
Te leo en marta.hortelano@lasprovincias.es
Prometo no contar nada. O sí.
Como cortesía, y por haber llegado hasta el final, te dejo tres enlaces de cosas que sí o sí debes saber y que sí o sí no sabes.
Marta
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