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Si has ido al supermercado últimamente te habrás dado cuenta de que hay alimentos básicos que han experimentado un aumento de precio de los ... que se notan en la cuenta final. Sin ir más lejor, el lunes compré el paquete de café que bebemos normalmente en casa y que solemos reponer cada quince días. Habitualmente, su precio era de 4 euros justos. En la última compra lo pagamos a 4,90 euros en el mismo supermercado. Asombrados, decidimos comprobar si el paquete tenía más cantidad o habíamos confundido el envoltorio del café molido natural con otro de especialidad o distinta procedencia. Pero al ir a chequearlo en la aplicación online del establecimiento, que almacena nuestros detalles de compras anteriores, pudimos ver que, efectivamente, el mismo café era ahora un 25% más caro que hace dos semanas. Casi un euro de golpe. Así que de un plumazo, la bebida por excelencia de nuestro desayuno se ha encarecido una cuarta parte.
Si no tomás café, porque lo tuyo es el cacao soluble, las noticias no son mejores. Y es que este producto también ha experimentado una subida importante de sus precios en los últimos años, como también lo han hecho todos los productos que utilizan el cacao entre sus ingredientes. De las famosas cremas de untar a las tabletas de chocolate con las que nos endulzamos la vida o el cacao soluble con el que endulzamos la leche.
Pero si con la subida del precio de las bebidas de nuestro desayuno aún no teníamos bastante y nos hemos sumado a la revolución proteica de incluir los huevos en nuestras mañanas o darnos un capricho en forma de huevos benedictinos cuando hacemos un 'brunch', las noticias no mejoran demasiado. La docena de huevos cuesta ahora un 25% más que hace un mes. De los poco más de dos euros por los que la podíamos encontrar en los más baratos del mercado, a los más de 2,8 euros a los que los venden algunos establecimientos. Así que los huevos revueltos, a la plancha, fritos, cocidos o en tortilla que nos gusta tomar por la mañana, han comenzado a convertir el desayuno en una comida de lujo. Hay ya huevos ecológicos de gallinas criadas en libertad, que rondan los 12 euros.
Y es que según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Ministerio de Agricultura, respecto al precio de estos tres productos tan típicos del desayuno, en los últimos diez años los precios se han disparado. Los huevos han subido aproximadamente un 41,94% en esta década; el café ha incrementado su precio alrededor de un 31,76% en diez años y el cacao lo ha hecho en un 28%. Pero, esta subida de estos tres productos tiene una explicación que nada tiene que ver con nuestro comportamiento como consumidores. Sino que tiene su origen en causas que trascienden nuestras fronteras.
En el caso del café, poco tiene que ver que el café de especialidad se haya puesto de moda en casi todas las ciudades y el nivel de sofisticación de un 'flat white' o un 'latte' nos haga suspirar por el dibujo en la espuma de la leche que no realiza el barista de turno. No, aquí hablamos del café en general. El que te puedes hacer en la cafetera italiana de tu casa o en el bar de la esquina en el que te haces el primer cortado del día. Que su precio se haya disparado tiene que ver con tres cosas.
Los periodos de clima extremo en los que se alternan sequía y excesivas lluvias en los principales países productores han reducido la producción de este fruto.
El aumento de la demanda en un momento de poca oferta. Con ello, como no puede ser de otra manera, a menor oferta y misma o mayor demanda, los precios suben porque hay menos producto disponible para todos los que queremos seguir tomándonos el cortado. De primero de economía. Hay poco café para todo el que necesitamos consumir.
Los costes de producción. El aumento de cosas como el transporte, la energía o la mano de obra también han influido en que el precio del café haya pasado de los 14,8 euros el kilo de media en el año 2015, a los 19,5 a los que se está pagando hoy en día en los mercados.
En el caso del cacao, la explicación tiene su origen en el clima. Cuatro países representan el 75% del ingrediente principal del chocolate en la producción mundial, principalmente en África Occidental, y Costa de Marfil y Ghana, que representan el 58% de esta producción. Estos países llevan años sufriendo condiciones climáticas desfavorables, lo que ha provocado un descenso de la producción que no son capaces de cubrir otros países productores. Es decir, en el mercado no está disponible toda la cantidad de cacao habitual, lo que ha provocado escasez de la materia prima con la que se elaboran tabletas, bombones o trufas. El desequilibrio estructural entre la oferta y la demanda sugiere que, a medio plazo, los precios del cacao se estabilizarán en un precio de equilibrio bastante más alto que el de años anteriores. Pero, la cantidad de cacao que los consumidores queremos comprar sigue creciendo. Sobre todo en las economías más ricas (Europa y Estados Unidos), que tomamos casi la mitad del cacao que se produce. Así que el poco que hay, lo vamos a pagar caro. De los 2,50 euros el kilo que costaba el cacao en 2015, a los más de 3,20 euros que se pagaron en 2024.
Los huevos también están pasando por su particular escalada de precios. Hacerse un revuelto, una tortilla o utilizarlos para unas tortitas nos ha empezado a salir caro. La subida se ha dejado notar estos días, pasando de los 2,06 euros la docena a los más de 2,60 euros de media. Desde la Asociación Española de Productores de Huevos (Aeprhu) y la Federación Española de Productores de Huevos y Ovoproductos (Federovo) aseguran que se trata de un problema derivado de la gripe aviar que ha provocado que «la demanda a nivel mundial esté siendo superior a la oferta». De nuevo, muchas personas quieren consumir este producto en un momento en que su oferta está tensionada. Pero ¿qué ha hecho que haya menos huevos?
La producción de huevos en Europa está viéndose afectada por la conocida gripe aviar. Esta enfermedad ha llevado a la pérdida de unos 15 millones de aves en las granjas. La situación tampoco es mejor en Estados Unidos, uno de los países productores más importantes de todo el mundo, donde se han vistos obligados a sacrificar 160 millones de aves (50 millones de ponedoras) en los últimos meses.
Las noticias no son muy halagüeñas para las próximas semanas. Porque aunque en España no hay casos en las granjas, de los 1.164 millones de docenas producidas en nuestro país durante el año 2023, casi el 20% del total se exportó. Las gallinas de la Comunitat Valenciana ponen unos 108 millones de docenas, siendo así el cuarto territorio que más produce del país. Pero la capacidad de las ponedoras no parece poder crecer mucho más.
Pero hay dos motivos más además de la gripe aviar:
La subida del precio de los piensos
La mayor demanda por el auge de las dietas saludables y de consumo de proteínas que dan las claras.
Así que los huevos seguirán siendo un artículo de lujo una temporada y nuestro desayuno, una comida que no para de encarecerse.
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