Por la céntrica calle Blanquerias de Valencia transitan a diario muchísimas personas. Sin embargo, pocas saben que en el número 22, poco antes de llegar a las imponentes Torres de Serranos, se graban semanalmente los vídeos con los que cientos de miles de personas en ... todo el mundo pedalean en su gimnasio o en sus propias casas, al ritmo de la música. Ahí tienen sus oficinas los hermanos César y Nacho Bosquet, que junto con Juan Carlos Rodríguez, forman Bestcycling, una plataforma de entrenamiento online que ha conseguido colarse en las vidas de quienes quieren hacer de la práctica deportiva una filosofía de vida. A sus vídeos se han enganchado ya usuarios de casi todos los países de habla hispana del mundo y acumulan visitas y registros en su app, que alimentan desde el plató en el que han convertido la sede de la empresa.
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Acudo a las oficinas alentada por una amiga, enganchada a sus vídeos de clases del antes llamado 'spinning', después llamado ciclo indoor y ahora reconvertido en 'Bestcycling' por esta compañía valenciana. Ella las sigue en una cadena de gimnasios y, a veces, en casa, para mantenerse en forma. Pero reconoce que se ha enganchado a la manera en que los monitores, tanto virtuales como presenciales, llevan las clases. «Creo que la empresa que los graba es valenciana», me dijo. Y efectivamente. Esas sesiones de bici y de otras cuatro disciplinas (elíptica, fuerza, pilates y meditación) se graban en un plató de la calle Blanquerías, donde también generan contenido sobre nutrición, con una base de datos en la que acumulan ya más de 1.500 recetas. Pero su contenido estrella es el que se genera encima de una bici.
A finales de los 90, Nacho, el mayor de los hermanos, ya regentaba un gimnasio en Valencia y competía en aerobic, una disciplina que lo llevó a conocer los entresijos de las nuevas prácticas que por aquel entonces eclosionaban en España. Y así, en una feria en Barcelona, descubrió a un grupo de personas subidas a una bici estática, en una sala, que subían y bajaban puertos al ritmo de la música. Se quedó con la copla y al poco decidió formarse como monitor. En 1998 su gimnasio fue el primero de Valencia (y de los pocos de España) en tener entre sus actividades esta práctica a la que se engancharon cientos de usuarios. Tanto, que pronto comenzó a formar a instructores para poder extender este deporte por más salas. Poco después se sumó César, su hermano. Y unos años después Juan Carlos, un ingeniero en telecomunicaciones, su socio, que también aplicó la visión más tecnológica. Y así es como lograron anticiparse 20 años antes a lo que hoy es ya una tendencia asentada: las clases deportivas online.
En 2004 decidieron probar suerte. Se fueron a unos grandes almacenes y compraron una cámara de vídeo y se montaron una web. Ahí comenzaron a subir clases de 'bestcycling' gratis. En esa época, las redes sociales no habían explotado y la única manera de darse a conocer era el boca a boca entre aficionados y la creación de eventos para expandir esta disciplina. El primero lo hicieron en Madrid y ahí se dieron cuenta de que mucha de la gente que asistió ya los conocía por sus vídeos. Y algo les hizo click. Pasaron de formar sólo a instructores y se focalizaron en dirigirse a particulares. A cualquier persona con ganas de subirse a una bici en un gimnasio, primero, y en casa después. Porque sin darse cuenta habían generado una necesidad a mucha gente, pero también un mercado como el de las bicis estáticas, entonces todavía poco conocido en nuestro país.
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En 2008, tras el éxito de los primeros videos caseros se profesionalizaron y dieron el salto de una simple web a una plataforma de escritorio para ordenadores. En un principio, de manera gratuita «para regalar salud», dicen. Después, por 36 euros al año. «Nuestro objetivo siempre ha sido vincular el deporte a pasarlo bien, a incorporarlo en tu día a día», cuentan los hermanos Bosquet. Poco después se lanzaron con su primer gran evento en Valencia, en la azotea de un gimnasio, donde pusieron la música a toda pastilla y subieron a la bici a 300 personas. Fue un bombazo. Por aquel entonces acumulaban ya una comunidad de 200.000 personas, que seguía sus clases de alguna u otra manera. Algunos pagando, otros con sus lecciones gratuitas y otros, con uno de sus profesores en un gimnasio.
¿Y qué los ha hecho diferentes? Pues una visión transversal de la práctica deportiva. «Queremos ayudar a que las personas se sientan bien, que tengan vidas más saludables a través del deporte, pero también de la nutrición y de la meditación. A un nivel más holístico. Y que lo pueda hacer todo el mundo, por eso también tenemos opciones gratuitas», explican los socios. Y sobre todo, que las clases sean divertidas. Porque si no, no generan hábito. Así que crearon un sistema de lecciones con gráficas, música adaptada a los gustos de quienes practican sus actividades y un sistema de fidelización basado en la continua novedad. Y eso lo hacen ahora desde distintos niveles. En gimnasios, en su propia app de móvil y en los eventos. Sin dejar de lado su canal de youtube con contenido gratuito y las redes sociales.
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Sólo en España están ya presentes en más de 1.500 gimnasios de casi todas las cadenas. Lo están como formadores de instructores, para las clases presenciales. Pero también a través de sus sesiones grabadas, que han permitido a los negocios poder aprovechar las horas valle en las que hay menos afluencia para poder seguir ofertando el 'bestcycling'. La verdadera revolución llegó con su aplicación para móviles, donde ofrecen clases de cinco disciplinas. En el caso del ciclismo, el alumno puede hacerla en casa con la imagen del monitor y el recorrido que harán, con la intensidad marcada, o sólo con la gráfica con voz o con música. Con los eventos presenciales, en los que juntan a personas para hacer 'bestcycling' de manera simultánea, llegaron a congregar a 1.700 personas en la Ciudad de las Ciencias.
Pues las hay de todo tipo de nivel e intensidad. Todas se graban en el plató de las oficinas, dotado con numerosos medios. El profesor que la va a impartir se la prepara en casa y genera un guión que se distribuye entre el equipo que se encargará de la grabación, porque las clases son realizadas. Es decir, a varias cámaras para tener planos precisos de algunas partes de la actividad. El instructor lleva micro y pinganillo e imparte su clase mirando a cámara, sabiendo que al otro lado tiene a un deportista que está siguiéndola desde un gimnasio o desde su bici de casa. Junto a la cámara, un cartel que sólo ve el profesor que avisa de que no hay que olvidarse de sonreír. De generar buen rollo. En la línea de la filosofía de la empresa.
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Cada martes publican dos nuevas clases de 'bestcycling' y una de cada una del resto de actividades. Y a la hora de seleccionar, el usuario tiene un amplio catálogo en el que elegir, porque las clases se almacenan en la app y se pueden hacer las veces que cada uno quiera. «Hay personas a las que les encanta una clase y la repiten sin parar. Otras a las que no les gusta el reaggeton, por ejemplo, y pueden evitar las lecciones en las que hay trozos de esa música», cuentan los hermanos Bosquet.
Su siguiente reto es internacionalizarse aún más. Actualmente tienen seguidores en casi todos los países de habla hispana. Pero en 2025, gracias a la Inteligencia Artificial, quieren hablar otros idiomas. Es un reto en el que ya trabajan.
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