¿Una habitación ordenada ayuda a combatir el estrés?

Tras el auge en 2011 del libro de Marie Kondo La magia del orden: herramientas para ordenar tu casa y tu vida, y su más reciente serie en Netflix ¡A ordenar con Marie Kondo!, muchos vieron claro el vínculo entre la organización del espacio y el bienestar emocional. Pero, si bien es cierto que estar ordenando o buscando objetos perdidos constantemente es estresante, es necesario saber si mantener el espacio organizado puede ayudar a reducirlo o es más bien un mito.

La psicóloga Marta Marín, de la clínica Mariva Psicólogos, matiza esta creencia. «No es lo mismo una persona con una mente creativa que esté pintando en una habitación desordenada, a una persona con tendencia a la organización y el control que esté estudiando», explica. Aún así, subraya que muchas personas creativas son metódicas y ordenadas, y es una «generalización» el pensar que les puede molestar menos la desorganización.

No obstante, sí que es cierto que el entorno nos influencia el estado de ánimo, y puede relajarnos o estresarnos según como esté. La psicóloga ejemplifica con la tranquilidad que transmite una habitación de hotel ordenada. «Por el contrario, deshacer la maleta y llenar el cuarto de «trastos» nos suele generar malestar», contrasta.

Señala que las consecuencias de vivir en un entorno desordenado pueden afectarnos no solo a nosotros mismos, sino a las personas con las que convivimos. «La desorganización puede generar un mayor estrés, sensación de falta de control y de higiene e incluso conflictos familiares», describe. La incapacidad de tirar objetos inútiles, en caso de ser constante en el tiempo, podría incluso ser indicativo de una patología, aunque durante muchas décadas se ha llenado las casas de objetos inútiles para adornar.

Las tendencias artísticas actuales, sobre todo en la decoración de hogares, abogan por hacer lo contrario, tal y como explica la interiorista Noema Ortí. Argumenta que el movimiento actual hacia el minimalismo es una manera de paliar el estrés a través de «utilizar elementos básicos y reducir a lo esencial». Para aquellas personas a las que les cueste deshacerse de objetos o poner orden en sus casas, contratar a un interiorista puede ser muy útil. «El interiorista te aporta estilo y armonía sin olvidar la funcionalidad de cada elemento», detalla.

También señala algunos elementos en las habitaciones u otros lugares de la casa que pueden causar estrés, como «los colores estridentes, los muebles que no cumplen función alguna y una mala iluminación». Todos estos factores quitan espacio, ya sea física o visualmente, y pueden contribuir a que haya mayor estrés. De hecho, un estudio de la Universidad de Pittsburgh publicado el 2005 reveló que los pacientes operados de la columna que estaban expuestos a luz natural durante su recuperación experimentaron menos dolor y estrés. En otras palabras, a mejor luz y más natural, menor es el estrés.

Por lo tanto, fomentar la luminosidad en una estancia puede «aportar confort y equilibrio», según aconseja Ortí. La interiorista también recomienda que todos los objetos y muebles tengan una función definida, y que se evite la acumulación de objetos inútiles. Tal y como ella concluye, »menos es más» a la hora de decorar las habitaciones para convertirlas en espacio de descanso y no de estrés.

Por su parte, Marta Marín recomienda tener una rutina de limpieza y orden, con el objetivo de no acumular trastos. «Es una actividad que genera un refuerzo inmediato, es decir, tu limpias y automáticamente ves un resultado», afirma. Además, es una acción con la que podemos centrarnos totalmente y, en consecuencia, relajarnos.

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