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'Hazme una foto así', el azote valenciano de las influencers: «Muchas me envían trapos sucios de las otras sin saber ni quién soy»

'Hazme una foto así', el azote valenciano de las influencers: «Muchas me envían trapos sucios de las otras sin saber ni quién soy»

La publicista Lorena Macías, la cara detrás de la exitosa cuenta de Instagram reúne en su primer libro las mejores historias de 'mendigrams' y las 'colabs' de las creadoras de contenido más jeta de las redes

M. Hortelano

Valencia

Viernes, 11 de octubre 2024, 01:22

Sus más de 300.000 seguidores conocen a la perfección su voz, incluso sus ojos azules, que son ya una seña de identidad de la cuenta, junto con palabras como 'colab' o hacerse 'un mendigram'. Sin embargo, pocos saben que detrás de 'Hazme una foto así' está la publicista valenciana Lorena Macías. La Hazme para los amigos, que publica 'Cien años de mendigram: la gran historia del influ-Realismo mágico', su primer libro, el 10 de octubre. Lorena lleva cuatro años siendo el azote de las influencers más conocidas de nuestro país en redes. Y lo hace sin tener que mostrar su cara, porque no tiene ninguna intención de ganar protagonismo ni de hacerse conocida. Ya lo es por su trabajo en el mundo de la publicidad y el márketing, donde tiene una agencia y es profesora de creatividad publicitaria.

Días antes de la publicación de su primer libro, ese en el que ninguna influencer querría aparecer, hablamos con Lorena para saber si ya le ha salido alguna 'colab' (de colaboración, por los intercambios que hacen los creadores de contenido) o si en sus presentaciones se va a hacer un Francisco Umbral cuando le pregunten por el nuevo corte de pelo de María Pombo al grito de: «Yo he venido a hablar de mi libro».

¿Cuántas cuentas de Instagram tienes para vigilar a todas las influencers?, le pregunto, consciente de que la deben bloquear para dos por tres, para evitar sus ácidas críticas.

-Uy, pues la mía personal, la de la agencia, la del podcast, las de los clientes a los que les llevo las redes desde la agencia...Y las de todos mis amigos que me mandan capturas o me graban los stories.

Vamos, que no hay manera de librarse de ella. «No se le pueden poner puertas al campo...de las redes», le digo.

-Claro que no. Podrían plantearse dejar de hacer publicidad encubierta como hacen y no preocuparse de que las saque, explica. «Yo creo que una de ellas pagó a un hacker para bloquearme. Porque yo tengo dos móviles con un montón de cuentas de redes y cuando alguien me bloquea lo hace sólo en el teléfono donde tengo las cuentas. No en el otro. Pero ella me bloqueó los dos. Me dio igual, porque mis amigas me siguen mandando su contenido».

La cantidad de gente que vive del cuento

Lorena vive ahora en Madrid, pero abrió su famosa cuenta de @hazmeunafotoasi durante la pandemia, cuando aún trabajaba en un hotel de lujo de Valencia, llevando la comunicación. Ahí aterrizó tras unos años viviendo y trabajando en Argentina. Así que cuando volvió a Valencia no conocía a las influencers del momento en España.

-No sabía la cantidad de gente que había viviendo del cuento, dice. Lo supo bien en el trabajo en el hotel, del que salió en la pandemia, primero con un ERTE. Ahí creó la cuenta y subió los primeros memes. Y le comenzaron a llover las colaboraciones. Pero no para hacer anuncios, sino para llevar las redes de algunas grandes cuentas a su manera. Con ese humor tan caracterísitico y esa crítica tan ácida. Así que con ese éxito de 'Hazme una foto así' se mudó a Madrid y abrió su propia agencia, 'Hazme una publi así'.

Le pregunto a Lorena qué cree que nos atrae tanto de las influencers para que no podamos dejar de mirar lo que hacen, pero en el fondo nos moleste esa superficialidad...

-Ese es el efecto que generan, claro. Todos las criticamos y nos reímos. Pero ahí estamos, como moscas en la miel. Es un 'guilty pleasure'. Nos gusta ver la última cagada que hacen, el último salseo, el último enganchón...

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Lorena, 'La Hazme', ha creado un lenguaje propio, que ya replican los medios tradicionales. Por ejemplo, a la situación en la que una influencer pide ayuda para encontrar determinados proveedores para una reforma de su casa o para su boda, que todos sabemos que no tiene otra intención que la de conseguir esos servicios gratis a cambio de subir contenido a redes, ella lo llama 'Mendigram'. Mendigar en Instagram. Pero también se pasa las horas buscando las siglas de AD (del inglés advertisement, que significa anuncio) en los contenidos patrocinados de las influencers, que tienen que llevarlo de manera obligatoria para distinguirlos de los que no son anuncios. O 'colabs'. Pero, también denuncia la exposición de los menores por parte de sus padres, la publicidad de productos milagro que no lo son, o directamente, los fraudes. Siempre desde la ironía y sin mostrar su cara. Con un filtro en el que sólo vemos su boca y sus ojos ejerciendo de pepito grillo, como una voz de la (mala) conciencia de las influencers.

-Ese personaje me sirve mucho de recurso para hacer un sketch, aunque ahora con la promoción del libro voy a enseñar mi cara, cuenta. Además, mi propia audiencia es la que me ha permitido amplificar mi lenguaje, mis expresiones. Cuando un medio usa 'mendigram, gana repercusión mi cuenta. Y estas categorías me permiten compartimentar bien las líneas de contenido.

Igual que ahora vemos los anuncios de niños fumando hace 80 años y pensamos que es una barbaridad, en unos años pensaremos ¿en qué momento poníamos a un niño a repetir 36 veces un 'briefing' para hacer un anuncio?

De repente, con la promoción de 'Cien años de mendigram', pondremos cara a Lorena Macías. Así que le pregunto si no le da un poco de vértigo hacerse conocida.

-No va a suceder. Mi objetivo no es ser famosa, eso lo tengo muy claro. La gente no me sigue por mí o por lo que me pasa. Me sigue por cómo les cuento las cosas. Por mi manera de ver el mundo de Instagram. Me escudo detrás del meme, pero Lorena Macías, además de eso, hace muchas más cosas y también me gusta enseñarlas y que tengan reconocimiento. Tengo una agencia, doy clases y tengo un podcast que nació, precisamente para ir más allá de ese humor en redes. Para analizar el fenómeno del 'pink washing' con el que algunas marcas utilizan el cáncer de mama para vender, que es algo inmoral y repugnante. Para poner encima de la mesa la exposición que algunos padres hacen de los menores, para tratar la banalización de la cirugía estética. Porque nos reímos de que éste o aquella se han pinchado botox siete veces, pero ese repercute en que se está prostituyendo la oferta porque las niñas de 15 años quieren pincharse y lo hacen en la trastienda de una peluquería. Si rascamos un poco de todos los temas que saco, ahí hay movida. Igual que ahora vemos los anuncios de niños fumando hace 80 años y pensamos que es una barbaridad. En unos años miraremos atrás y veremos a algunos padres en redes y pensaremos. ¿En qué momento grabábamos y enseñábamos a un niño con un pañal cagado o enseñábamos una rabieta? ¿En qué momento poníamos a un niño a repetir 36 veces un 'briefing' para hacer un anuncio? Mi vida profesional me pedía ya ir un poquito más allá del chiste, reconoce.

Y ahí, además de la Lorena Macías publicitaria está la nueva escritora, que ha reunido en un libro su propia historia, pero ficcionada, y entrelazada con cagadas de influencers. Una obra en la que ella misma s eva transformando en una de ellas. Y logra dormir gratis en un hotel de lujo. Y hacer muchas colabs, y muchos mendigrams. Vamos, que su personaje, acabaría saliendo en 'Hazme una foto así'. Así que le pregunto qué hay que hacer para no salir en su cuenta, por tenerlo claro.

-Es muy difícil salir en 'Hazme una foto así', porque para eso hay que hacer prácticas ilícitas como la publicidad encubierta, o cosas que no son ilegales, pero tampoco bonitas, como anunciar leggins adelgazantes o prendas que te hacen crecer las tetas. O exponer a menores. Saco muchas cosas reprochables desde el punto de vista ético, pero también hay otras que son sólo humor y no deberían enfadar a nadie. Si una influencer que está comiendo lomo de pavo dice que come lomito de Perú, que es la traducción al portugués de la etiqueta, como no nos vamos a reír de eso. O si estás desayunando churros con chocolate como hacemos todas y subes un storie con un desayuno saludable sacado de Pinterest, encima pixelado, cómo no nos va a hacer gracia. ¿Por qué mientes en algo tan absurdo?

Los chivatazos de las influencers a cambio de inmunidad

Entramos en un momento de salseo máximo, en el que yo también quiero saber entresijos del mundo redes. No todos los días habla una con el azote de las influencers. Así que le pregunto por algunas interioridades del mundillo y Lorena me cuenta algunas muy jugosas.

-Mira, nunca tengo relación con las influencers. Ni buena ni mala. Pero ellas la buscan. Hay algunas a las que al principio les hacía gracia lo que sacaba de otras, pero cuando las saqué a ellas les dejé de hacer gracia. Así que algunas me empezaron a mandar trapos sucios de otras influencers. Canibalismo total. Por fuera son niñas monas que no han roto un plato en su vida, pero luego algunas ejercen de capos de la mafia siciliana. Me escrito para contarme que la campaña que ha hecho noséquien se la ofrecieron primero a ella, pero como pedía mucho dinero, se lo ofrecieron a la otra y fíjate qué chapuza ha hecho. Yo pensaba, pero si esa información es contractual. Pero sobre todo pensaba que hace años nadie me conocía y no sabía si yo podía ser Pelayo o Dulceida con una cuenta de humor. Ahora se me ven los ojos y la boca, pero en 2020 yo podía haber sido la influencer de la que rajaban. Me quisieron usar como arma arrojadiza. Te cuento esto o te mando un secreto y me gano la inmunidad. Pero yo nunca lo he usado porque te puedes buscar un problema. Y a lo mejor a los tres meses sacaba un meme con una cagada de quien me había dado el chivatazo y entonces me escribían: tía, no me lo esperaba de ti. Pero es que no somos amigas.

Madre mía, pienso. Cuánta paciencia tiene que tener Lorena. Y cuántas tentaciones. Pero qué bien se lo debe pasar con su cuenta de Instagram. Pero, claro, tanto tiempo viendo a las influencers cometiendo errores seguro que le ha hecho tener un ránking de las que le caen peor y mejor. Alguna favorita tendrá...

-Pues ha ido mutando a lo largo del tiempo. Pero ahora, como experta en marketing, me parece un caso a considerar Violeta Mangriñán. Empezó como la típica que salió de la tele y anunciaba cualquier cosa. Yo tengo videos suyos anunciando unas vendas antipapadada, con evidencia científica Miami me lo confirmó. Ahora ha vivido un rebranding y está trabajando con marcas de otro nivel. Ha visto una oportunidad de diferenciarse del resto de chonis que han salido del mismo sitio. Porque ella no es rica de cuna. me parece interesante saber si hay rivalidad entre las que sí lo son, cómo se sienten de ver llegar a lo más alto a alguien que ha salido de Mujeres, Hombres y Viceversa. Me gustaría hablarlo con ella en el podcast. Además, es de las que ya pasa. Si la ha cagado, no tiene problema en reírse.

Y bueno, si has llegado hasta aquí, igual te mereces desvirtualizar a Lorena. Total, como seguro que te compras su libro, la ibas a ver igual.

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Misterio resuelto!

Cien años de Mendigram: La gran historia del Influ-Realismo mágico

Autora: Lorena Macías. Roca Editorial. A la venta desde el 10 de octubre de 2024

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