Hagamos un poco de historia. Casa Vigar nace en Jesús Pobre (Alicante) hace más de 70 años, cuando el abuelo de los actuales propietarios empezó ... a fabricar, de manera artesanal, escobas de palma. Desde esa orilla del Mediterráneo, sin perder sus raíces en el interior de la Comunitat, «nuestra empresa familiar no ha hecho más que seguir creciendo», añaden los responsables de la empresa desde su actual emplazamiento, en el municipio alicantino de Gata de Gorgos. «Seguimos diseñando y fabricando nuestros propios productos, apostando por la funcionalidad, diseño, diferenciación y la sostenibilidad en cada uno de ellos», explican.
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Hecho este preámbulo, proseguimos. Nuestro relato puede leerse (si se permite la hipérbole) casi como un cuento de hadas: de aquel humilde negocio artesanal, Vigar ha pasado a tener hoy una poderosa presencia internacional en más de 35 países «con servicios desde nuestras sedes en España, con una plantilla de 42 trabajadores, y también de China», como advierte su gerencia. Vigar Asia cuenta con más de 140 trabajadores, reflejo de un crecimiento que no pierde de vista su tierra natal. El 45% de su facturación proviene del mercado nacional, una cifra basada en un amplio catálogo de productos donde destaca una estrella. La protagonista de esta historia: la pieza de mobiliario más vendida en España por la vía on line. Con todos ustedes, el taburete de Vigar.
«Queríamos mejorar nuestro primer taburete, que fue el primero en formar parte de la categoría de Organización» en su catálogo de ventas, señalan en Vigar. «Queríamos diferenciarnos al máximo de nuestros competidores, ofreciendo un taburete único», prosiguen. Su olfato se movía en la buena dirección: ese pequeño mueble, que cabe en cualquier sitio y ofrece un rica diversidad polifuncional (es silla pero también escalera, siempre a escala contenida) nace de una idea muy bien predefinida por la empresa alicantina y, como las demás criaturas del universo, incluido el mundo del diseño, acomete un proceso de realización y mejora a partir de ese primer pálpito que topó con su mejor aliado en Lúcid, «nuestra agencia de diseño de confianza». Un taller radicado en Cataluña con cuyos responsables se ha forjado desde Vigar la clase de colaboración que suele fructificar en eso que llamamos éxito: «La idea estaba muy clara desde el principio, porque sabíamos las funcionalidades que queríamos que este taburete tuviese para no sólo mejorar el actual, sino que además superase otros existentes en el mercado».
Dicho y hecho. Garantizada la complicidad de Lúcid, «que interpretaron perfectamente el concepto dotándolo del diseño que acompañaba la funcionalidad», Vigar puso a funcionar a su equipo de desarrollo de productos, cuyos integrantes transformaron aquella idea inicial. «Al principio», recuerda la firma alicantina, «no fue fácil poder medir el impacto» de su creación. Y lo explican así: «Este nuevo taburete tenía un coste de fabricación superior tanto al que pretendíamos sustituir como a los demás taburetes disponibles en el mercado». Fue un momento de reflexión, una etapa valle durante la cual los dos taburetes formalizaron «un periodo de convivencia de ambas referencias», hasta que lentamente, con esa velocidad tranquila que distingue esta clase de narrativas, el nuevo taburete Vigar floreció: «Empezamos a introducirlo en el canal online y sus ventas fueron creciendo, aunque poco a poco».
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Hoy, esta pieza encarna un caso de éxito muy inspirador. Fue recogiendo premios de gran fuste en todo el mundo (como el German Design Award (2018) o el Iconic Awards (2019), aunque su etapa de madurez, su auténtico salto a la fama se registró cuando recibió en 2019 un prestigioso premio de diseño, el Red Dot Award. «Nos ayudó a las mejoras en la estrategia de venta con distribuidores y clientes internacionales», reconocen en la firma. «A día de hoy», agrega la gerencia, «podemos decir que este taburete ha sido un acierto total». Una frase que encierra su comprensible orgullo y que desgranan apoyados en una serie de datos muy elocuentes: «Cuatro años después del lanzamiento ya se ha superado en más del 50% las ventas de la versión anterior y seguimos creciendo exponencialmente cada año».
Una experiencia triunfante que guarda alguna bala en la recámara, porque en Vigar alertan de que «la mayor parte de nuestro negocio se vende en tiendas físicas, lo que significa que aún nos queda mucho camino por recorrer a nivel online». Aún así, es el taburete que Amazon recomienda desde hace cuatro años y que acumula ya más de 7.500 'reviews' con una puntuación de 4,5 valoraciones positivas sobre 5, un resumen numérico que sirve para entender la clave de su éxito. O las claves: el usuario valora alguno de sus atributos antedichos (entre ellos, que siendo tan pequeño no sólo cabe en cualquier lado, sino que ayuda a llegar a casi todos los sitios) pero desde la empresa aportan otros factores para explicar esa demanda que no para de crecer: un diseño muy bien pensado, que obedece a elementos como su plegado «totalmente plano, que permite almacenarlo detrás de las puertas, dentro de los armarios o en cualquier espacio que puedas encontrar» y otras virtudes. Por ejemplo, que soporta «hasta 150 kilos, un peso que supera la mayoría de aguante de otros taburetes existentes en el mercado«. «Además, dispone de base y patas antideslizantes para una mayor seguridad del usuario«, continúan desde Vigar con su explicación, «y su diseño minimalista ha permitido esconder la estructura de las bisagras».
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En resumen, una pieza de precio contenido (se puede adquirir por menos de 14 euros) que habla de la excelencia del diseño cuando se aplican criterios de sentido común y buen gusto: una pieza «limpia, que transmite sensación de robustez y seguridad a los usuarios», concluyen sus responsables, para quienes «las diferentes opciones de materiales y colores utilizados refuerzan» el éxito de su taburete. O taburetes, en plural. Porque a este miembro de la colección Compact, fabricado en diferentes tamaños (hay versiones en 23, 27, 32 y 40 centímetros), que se despliega en distintos colores y estampados y se produce en diferentes materiales (con un mínimo del 80% de su superficie elaborada con plástico reciclado y fabricados con bioplásticos de cáscara de arroz), se añaden otros hermanos recién nacidos: «A partir del concepto inicial hemos lanzado la versión de 40 centímetros con doble peldaño que ha sido aceptada muy positivamente en el mercado». Vigar dispone incluso de una versión infantil, «que además de las certificaciones necesarias pertinentes a este producto, tiene otras y más testeos para el mercado infantil». «Son versiones diseñadas con estampados y colores estudiados y enfocados al público infantil», subrayan.
¿Fin de la historia? No, todavía no. Vigar en realidad tiene el corazón de su negocio en a categoría de Limpieza, que es la vertiente donde se alumbró este proyecto hace un par de generaciones, escoba en ristre, hacia donde se dirige un guiño muy reciente: «Acabamos de lanza nuestra colección Barriendo Mares, a partir de una variedad de escobas fabricadas con residuos plásticos recogidos del Mediterráneo». El éxito de su taburete, no obstante, justifica que en ese mismo apartado vayan a acompañarle otras piezas de mobiliario, como unas estanterías que responden al mismo principio de funcionalidad y belleza. «Se pueden utilizar en cualquier espacio de la casa y se montan en casa sin herramientas y en menos de dos minutos», señalan. «Salimos al mercado con una versión rectangular, pero pronto la acompañaremos con una versión rinconera o triangular». Y más novedades, igual de ingeniosas: «En la categoría del baño también obtuvimos el Red Dot Award en 2022 con uno de nuestros escobilleros para el WC, un producto bastante innovador, y acabamos de presentar nuestra nueva colección Zense, formada por productos en materiales alternativos al plástico, con acabados muy actuales y que están teniendo muy buena acogida en el mercado». Un capítulo de nuevas creaciones donde se registra una incorporación dedicada al mundo de las mascotas, con una colección llamada que incluye comederos «con formato diferente a los que actualmente se encuentran en el mercado».
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¿Moraleja? No hay una única moraleja para concluir nuestro relato. Son más bien una gavilla de reflexiones de índole global, gestadas desde el principio fundacional de su estrategia: «Crear y desarrollar productos diferenciales». «Desde siempre nos hemos apoyado en el diseño para reivindicar nuestros productos, que sean diferentes, con identidad propia, y mejorar la funcionalidad de los actuales en el mercado», observan. Segunda conclusión, con aspecto de desafío: «Nuestro reto está en crear productos que no tengamos que esconder en nuestras casas, que contribuyan a hacer nuestros hogares más alegres y personales». Un propósito que alumbra su interpretación del diseño en su conjunto «como un aspecto importantísimo que nos va ayudar a conseguir este reto». «Nuestros clientes aprecian en nuestros productos ese espíritu mediterráneo, que es el sitio donde estamos y desde donde surgen todas nuestras ideas». Una opinión sustentada por esta certeza, que sirve como moraleja definitiva y sentencia final: «En la Comunitat se reúnen todas las capacidades necesarias para el desarrollo de nuestra actividad empresarial. No hace falta mencionar de nuevo la muy buena reputación que tienen nuestras centros formativos referidos al mundo del diseño en general. Todo nuestro personal está compuesto por gente joven y formada en las universidades y escuelas de diseño de nuestra tierra».
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