![El 'skincare': la revolución cosmética de volver a jugar al quimicefa](https://s2.ppllstatics.com/lasprovincias/www/multimedia/2023/08/03/1469520212-kdxF-U200923802962Xy-1200x840@Las%20Provincias.jpg)
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Con echar un vistazo rápido a las encimeras y armarios de los cuartos de baño de hoy en día nos hacemos una idea de hasta dónde ha llegado el fenómeno del 'skincare'. Un anglicismo que denomina a una tendencia que no es ni más ni ... menos que dedicarse tiempo a uno mismo a través de una más o menos larga rutina de cuidado facial con cremas, sérums, mascarillas o tónicos. Estos botecitos han convertido nuestros aseos en auténticos laboratorios dermocosméticos, auspiciados por la gran fama que las redes sociales le han dado a las rutinas de belleza y a un empuje de la industria cosmética que ha duplicado su facturación en los últimos diez años y que tiene en perfumerías, lineales de supermercado y sobre todo, farmacias, sus paraísos de compra. La Comunitat Valencia, una de las referentes en el sector a nivel nacional, es puntera en este sector, con marcas tan reconocidas como Sesderma, Babaria, Babe o Germaine de Capuccini, y es la tercera región española más exportadora de estos productos, con más de un 9% del total.
Pero, ¿cómo se ha producido este boom por el 'skincare'? El sector de la perfumería y la cosmética está en cifras récord de facturación, con más de 9.249 millones de euros en 2022 (un 11,3% más que el año anterior). Sólo en cuidado de la piel, las cifras casi alcanzan los 3.000 millones de euros, según la radiografía del sector de la cosmética y la perfumería en España correspondientes al pasado año. De hecho, el consumo per capita de estos productos se ha disparado hasta los 185 euros por persona y año (por los 166 que se gastaban un año antes). En ese sector, el cuidado de la piel del rostro representa un 9% de las ventas y el crecimiento es aún mayor en la protección solar, que representan un 19%. Como dato curioso, cada persona utiliza entre 8 y 10 productos de cosmética en un solo día.
España está en el Top 10 exportador mundial de productos de belleza. Las exportaciones del sector alcanzaron, en 2022, los 6.515 millones de euros, lo que las sitúa por encima de sectores tan emblemáticos como el vino, el calzado y el aceite de oliva. En la Comunitat Valenciana en 2022 se vendieron al exterior productos cosméticos y de perfumería por valor de 545 millones de euros el pasado año y este sector representó el decimoséptimo grupo de productos más comercializados fuera de nuestras fronteras. La cifra sitúa a esta autonomía como la tercera de toda España en número de empresas de este sector, según datos del Ivace. De ese total, un 23% de las exportaciones las representan los productos de cosmética.
Eso, en lo que a datos macro se refiere, pero en nuestra economía doméstica, la dermocosmética es ya una parte importante de nuestro consumo. Hemos incorporado los productos de 'skincare' en nuestra actividad diaria, con complejas rutinas de limpieza, tratamiento y cuidado. Las redes sociales lo reflejan. La etiqueta #skincare tiene más de 112 millones de publicaciones en Instagram, mientras que en TikTok la cifra de videos etiquetados con este término, que significa cuidado facial supera los 224 billones de visualizaciones. Y una de las principales diferencias respecto al uso de cosméticos, de hace unos años a ahora, está en que se ha multiplicado el número de productos que empleamos para hacernos una rutina casera. Cualquier cuarto de baño es ahora parecido a un laboratorio, con decenas de botes con goteros, con principios activos e ingredientes por separado, distintas texturas de cremas, sprays, lociones y hasta pequeños electrodomésticos como neveras o cepillos faciales eléctricos. Una especie de quimicefa, el juego de los millenials en el que jugábamos a ser científicos, con nuestro laboratorio de juguete. Una imagen que no dista mucho de la de un tocador, hoy en día, de un consumidor cada vez más joven.
También han variado los comercios en los que adquirir estos productos. Las tradicionales perfumerías se han reconvertido en salones de belleza, influenciados por las redes sociales. Internet le ha ganado terreno a la compra física y los gabinetes de estética se han extendido. Pero hay un espacio al que ahora se acude en busca de asesoramiento profesional y formulaciones de alta calidad a precios competitivos: las farmacias. Y en Valencia hay una botica de referencia en el mundo de la dermocosmética que se ha hecho conocida incluso a nivel nacional, gracias a su venta online y gestión de redes sociales. Se trata de la céntrica Farmacia Boix, que despacha algunas de las marcas nicho más conocidas en el mundo de las cremas y sérums. Algunas, incluso formuladas por farmacéuticos y químicos que se han convertido en estrellas en las redes sociales como la sevillana Gema Herrerías o Arturo Alba. Y ahí, en Farmacia Boix, nos atiende Joan Salamaña, farmacéutico y experto en democosmética, que asesora de manera profesional tanto de modo presencial como en las dudas que llevan a través de los canales online del establecimiento. Reconoce que las farmacias se han especializado en la dispensación de cosméticos y nutricosméticos «porque son un servicio muy agradecido». Tanto, que la facturación de estos productos ya supone un 50% de la total de la farmacia. «Es un pilar en nuestra farmacia», explica Joan, que forma parte de un equipo en el que ya tienen a una persona exclusivamente para dermocosmética. Les gusta decir que son «una farmacia para gente sana». «Sumemos vida a los años, no años a la vida» es el lema del establecimiento, que se ha convertido en lugar de peregrinaje para las adictas al skincare.
Eso sí, aunque Joan pasa horas entre cremas, sérums y mascarillas, es consciente de que la cosmética «llega hasta donde llega», pero mantener una buena rutina puede ayudar mucho a mantener nuestra piel. «Es verdad que ahora nuestros baños son barras de perfumería, pero es mejor tener poco y bueno. Ni siquiera caro, porque lo más caro no es siempre lo más efectivo», dice. «No es necesario gastar mucho. Hay que hacer como con la ropa, tener buen producto y reorganizar lo que tienes». En este sentido, en la farmacia en la que trabaja hacen análisis de la piel de manera personalizada y pauta rutinas incluso con productos que los clientes ya tengan. No hay que comprar todo de cero.
Joan Salamaña, experto en dermocosmética, nos cuenta los pasos básicos que cada persona debe seguir a diario para cuidar su piel y que cada uno puede adaptar con los productos específicos para su tipo de piel. Por el día, nos centraremos en limpiar y aplicar tratamiento que nos ayude a no sufrir los efectos del sol: manchas y envejecimiento. La protección solar los 365 días es clave.
Limpieza: Es el primer paso cada mañana. Se necesita un limpiador en la textura que mejor nos vaya (gel, sólido, mousse...). Se puede aprovechar la ducha. Es crucial para retirar los restos de cosméticos que se pusieron la noche anterior y los restos de grasa y sudor.
Contorno: Se aplica en la zona que rodea los ojos, una de las partes más sensibles. Se debe poner de manera suave, sin aplicar presión.
Serum de transformación: Lo mejor por la mañana es utilizar un producto antioxidante, para frenar el efecto de los radicales libres. La vitamina C es ideal.
Hidratación: Fundamental para nuestra piel. Es imprescindible que tenga protección solar. Si no, aplicar un SPF después de la crema y reaplicar cada dos horas. No tiene sentido gastar dinero en productos cosméticos si luego nos exponemos al sol o lo hacemos sin protección alta.
Por la noche, las rutinas cambian, porque la piel descansará durante unas horas y no se expondrá a la luz solar. Es momento de aplicar tratamientos de transformación.
Limpieza: Es aconsejable una doble limpieza. La primera, una fase con un producto de base oleosa, para retirar el maquillaje, el protector solar y los restos de grasa y polución. Y otra segunda fase, en textura acuosa, para eliminar todos los restos de la primera fase. Si no se opta por la doble limpieza, ir directamente al segundo paso.
Activo transformador: Aquí aplicaremos el tratamiento por el que hayamos optado. Antiarrugas, reafirmante, de luminosidad, de hidratación... En formato sérum, tónico o la textura que mejor se adapte a nuestra piel.
Crema: u otros formatos, para mantener la función barrera de nuestra piel.
Mascarilla: Una vez a la semana podemos usar una mascarilla facial que refuerce el tipo de efecto que buscamos.
Con el boom económico del sector de la dermocosmética han crecido también las empresas asociadas al sector, que han implementado la tecnología en un sector enfocado a los cuidados. Por ejemplo, ya se detectan lesiones dérmicas con Inteligencia Artificial, o se realizan asesorías dermocosméticas de manera presencial u online para conocer el daño solar o la calidad de la piel. Joan, por ejemplo, las realiza en la farmacia en la que trabaja. Pero también han aparecido nuevas iniciativas del mundo innovador como Iskin, una herrramienta que ayuda a dermatólogos y farmacéuticos a conocer mejor los productos que crean las industrias dermocosméticas. Actualmente, el 25 % de la población mundial tiene alergias. Y hasta el 60 % tiene sensibilización a productos dermocosméticos; es decir, cuando se ponen algo en la piel, tienen una reacción desfavorable.
La aplicación, creada por una joven bióloga, Paula Ferrer, filtra los componentes de los productos dermocosméticos para que puedan escoger el mejor para su paciente o cliente. Además, la plataforma permite categorizar los productos según la marca, la fórmula galénica, la parte del cuerpo en la que actúan y la actividad que hacen. Por ejemplo, es útil cuando un dermatólogo le dice a un paciente que no se puede poner sulfatos y le tiene que recomendar un champú, un tónico o una crema. O cuando alguien va al farmacéutico con el diagnóstico hecho —por ejemplo, le han dicho que necesita que los productos no lleven perfumes y, además, tiene la piel mixta—, el profesional puede filtrar qué debe llevar el producto y qué no. InSkin filtra como si fuera el Skyscanner de la dermocosmética, explica la joven en una entrevista de la Universitat Oberta de Catalunya, donde fue ganadora del premio del público del SpinUOC 2023.
Actualmente cuentan con catorce laboratorios en colaboración y unos cuarenta médicos suscritos a la plataforma. En el caso de las farmacias, estamos acabando de trabajar el target para conseguir establecimientos usuarios. Los laboratorios colaboradores pagan por tener los productos en InSkin y por recibir un informe de análisis de la usabilidad de la plataforma. En este informe, hay métricas como cuál es el componente que se descarta más en la categoría de fotoprotección. Así una empresa puede entender por qué su crema solar se vende mucho menos que la de otra compañía.
Retinol , vitamina C, ácido hialurónico, péptidos, glicólico. Seguro que e los últimos años has escuchado o leído estos nombres en alguno de los anuncios o botes de cremas, serums o tónicos que has comprado. Sin embargo, igual no sabes qué propiedades tiene cada uno de estos activos que, cada vez, utilizamos más de manera individualizada. Como si jugáramos al quimicefa, ese juego que emulaba un laboratorio químico en el que ir haciendo nuestras propias fórmulas. Porque ahí ha derivado ahora el mundo del skincare, a una especie de barra libre de botes con gotero y tarros de crema en los que cada usuario hace su propia mezcla, según el efecto que quiere conseguir.
-Retinol: Un activo que ayuda con las manchas, las arrugas y es seborregulador. Es el nombre de la Vitamina A. Es el antiedad por excelencia. Es importante dejarse asesorar por la frecuencia de uso y por el porcentaje de la fórmula para evitar descamaciones en la piel. No hay edad para empezar a usarlo, pero antes de los 30 es un buen momento.
-Vitamina C: Es un potente antioxidante. Aporta luminosidad y mejora los signos del envejecimiento y ayuda con las manchas. Se oxida con facilidad y puede manchar el poro. Se utiliza, preferentemente, por la mañana.
- Ácido Hialurónico: El activo hidratante por excelencia. Aporta elasticidad, volumen y turgencia.
-Péptidos: Ayudan a optimizar la piel. Gran efecto cicatrizante. -Ácido glicólico: Tiene efecto exfoliante para retexturizar la piel. Aporta efecto piel lisa y luminosidad.
-Ácido azelaico: Regula la producción de grasam ayuda a eliminar roieces y mejora las manchas.
-Ácido salicílico: Ideal para mantener los poros limpios y hacer frente a granitos por la producción de grasa.
- Niacinamida: o vitamina B3, es de tamaño muy pequeño capaz de penetrar en la capa más superficial de la piel. Ayuda a reparar la función barrera de la piel.
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