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El Vaticano ha publicado este viernes 17 de mayo el documento 'Reglas del Dicasterio para la Doctrina de la Fe para proceder al discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales', unas nuevas directrices que sustituyen a otras de hace 46 años, en las que recomienda un enfoque cauteloso ante supuestos eventos sobrenaturales como vírgenes llorosas y crucifijos chorreando sangre que durante siglos han azotado a los fieles católicos.
En un documento que reemplaza las reglas de 1978, la oficina doctrinal del Vaticano (DFF) señala que tales incidentes deberían evaluarse con mucha cautela, ya que pueden ser fraudulentos y explotados para obtener ganancias financieras o la creación de cultos personales.
«El discernimiento también puede abordar problemas como delitos (malas acciones), manipulación, daño a la unidad de la Iglesia, ganancias financieras indebidas y errores doctrinales graves que podrían causar escándalos y socavar la credibilidad de la Iglesia», apunta.
El DDF añade que, como regla general, en tales casos, los obispos deberían emitir un «nihil obstat»: esencialmente un visto bueno para el culto que deja abierta la cuestión de si el fenómeno podría ser reconocido formalmente por el Vaticano como «sobrenatural». Sin embargo, ese reconocimiento es extremadamente raro.
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Entre los criterios positivos, subraya el DDF, no se deje de juzgar:
1°. La credibilidad y buena reputación de las personas que afirman ser destinatarias de acontecimientos sobrenaturales o estar directamente implicadas en ellos, así como de los testigos escuchados. En particular, debe tenerse en cuenta el equilibrio psíquico, la honestidad y rectitud en la vida moral, la sinceridad, humildad y docilidad habitual hacia la autoridad eclesiástica, la disponibilidad para colaborar con ella y la promoción de un espíritu de auténtica comunión eclesial.
2°. La ortodoxia doctrinal del fenómeno y del eventual mensaje relacionado con él.
3° El carácter imprevisible del fenómeno, del que se desprende claramente que no es fruto de la iniciativa de las personas implicadas.
4°. Los frutos de la vida cristiana. Entre ellos se verifique la existencia de un espíritu de oración, conversiones, vocaciones al sacerdocio y a la vida religiosa, testimonios de caridad, así como una devoción sana y frutos espirituales abundantes y constantes. Debe evaluarse la contribución de tales frutos al crecimiento de la comunión eclesial.
Entre los criterios negativos se verifiquen cuidadosamente:
1°. La posible presencia de un error manifiesto sobre el hecho.
2°. Posibles errores doctrinales. A este respecto, hay que tener en cuenta la posibilidad de que la persona que dice ser destinataria de acontecimientos de origen sobrenatural haya añadido – incluso inconscientemente – elementos puramente humanos a una revelación privada, o algún error de orden natural no debido a una mala intención, sino a la percepción subjetiva del fenómeno.
3°. Un espíritu sectario que genera división en el tejido eclesial.
4°. Una evidente búsqueda de beneficio, poder, fama, notoriedad social, interés personal estrechamente ligada al hecho.
5°. Actos gravemente inmorales cometidos en el momento o con ocasión del hecho por el sujeto o sus seguidores.
6°. Alteraciones psíquicas o tendencias psicopáticas en el sujeto, que puedan haber ejercido una influencia en el presunto hecho sobrenatural, o psicosis, histeria colectiva u otros elementos atribuibles a un horizonte patológico.
Art. 16 – Debe considerarse de especial gravedad moral la utilización de supuestas experiencias sobrenaturales o de elementos místicos reconocidos como medio o pretexto para ejercer dominio sobre las personas o cometer abusos.
Puedes leer íntegro el documento, publicado en varios idiomas.
El Papa Francisco se ha mostrado escéptico ante tales fenómenos y el año pasado le dijo a la televisión italiana RAI que las apariciones de la Virgen María «no siempre son reales» y que le gusta verla «señalando a Jesús» en lugar de llamar la atención sobre sí misma
Los incidentes relatados por los fieles, incluida la aparición de «estigmas» o heridas de la crucifixión de Jesús en las manos y los pies de personas santas, se han convertido a menudo en la base de santuarios y peregrinaciones. Muchos lugares de peregrinación están vinculados a supuestos acontecimientos sobrenaturales no autentificados por el Vaticano, pero esto no plantea problemas graves para la fe.
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Álex Serrano López
Aunque no se menciona en el documento, un ejemplo es el popular santuario de Medjugorje en Bosnia, donde se han reportado repetidas apariciones de la Virgen María desde 1981, señala un artículo publicado por la agencia Reuters
El DDF señala que los obispos pueden emitir otras cinco decisiones, incluido el rechazo de un evento como sobrenatural, o medidas para prohibir o limitar el culto a fenómenos controvertidos o manifiestamente falsos.
Los obispos siempre deben buscar la aprobación del Vaticano antes de publicar sus veredictos, explica el el DDF, señalando que en casos excepcionales el Papa o el propio departamento pueden intervenir directamente, sin pasar por las autoridades de la Iglesia local.
La proliferación de supuestos fenómenos religiosos, algunos obviamente falsos, fue un factor detrás de la división del cristianismo y el surgimiento del protestantismo en Europa en el siglo XVI.
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