Así es la vida en prisión de Albert López, asesino de Pedro Rodríguez: estudia criminología pero es persona non grata

Albert López y Rosa Peral vuelven a ser noticia. Los condenados por el crimen de la Guardia Urbana, en el que mataron y calcinaron el cuerpo de Pedro Rodríguez, pareja de Rosa, son interpretados por Úrsula Corberó y Quim Gutiérrez en 'El Cuerpo en llamas', la nueva serie de Netflix, que relata lo ocurrido en 2017.

Desde entonces, Albert acumula seis años en prisión, de los 20 que dictó la sentencia. Poco se ha sabido de él en este tiempo, al contrario que de Rosa Peral, que ha sido trasladada en cinco ocasiones de cárcel y suma varios episodios que reflejan su complicado comportamiento. López ha mantenido su silencio desde 2017, pero en 2022 se puso en contacto con 'Cuatro al Día', programa al que mandó una carta explicando como era su situación actual.

En ella, vuelve a reiterar su inocencia y explica el difícil momento que vive: «Podría estar peor, la realidad que aún estoy fuerte mentalmente, si bien, una situación como la que vivo hace mella pues eres preso no solo de cuatro paredes sino también de toda iniciativa», comienza señalando.

Sobre su estancia en prisión, explica que le ha servido para conocerse mejor: «Es obvio que es un lugar para la introspección más absoluta: te conoces como nunca y lo más importante, conoces a tu entorno como jamás imaginaste, que en mi caso ha sido una grata sorpresa».

Sin embargo, aseguró que el impacto de su figura le perjudica: «Al final he visto que sencillamente y dada la mediatización de mi persona soy persona non grata en los diferentes puestos a cubrir en mi módulo e incluso cuando algún funcionario requirió de mi persona para cubrir algún puesto laboral». Albert López también aprovecha los ratos libres para estudiar la carrera de criminología: «La idea inicial era Derecho, pero a día de hoy no creo en absoluto en el Derecho Penal, pues he sido testigo de la tergiversación».

En su escrito, especialmente quiere recalcar que no participó en el crimen: «Mi conciencia está más que tranquila, hace mucho que ya pagué mi deuda con la sociedad por lo que realmente hice (nada que ver con la verdad judicial a día de hoy), pues no fue más allá del encubrimiento y eso en nuestro país está penado con máximo tres años de prisión que ya supero». Para él, su mayor error fue «seguir dando por sentado que Peral rectificaría y contaría lo que realmente le sucedió aquella tarde».

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