La voz detrás de la música de Mercadona

Es una de las figuras más versátiles del panorama artístico de la Comunitat Valenciana. A su currículum de actriz, cantante y dobladora, ahora se debe añadir el de jurado y es que desde el 22 de septiembre, Mari Giner ha asumido el reto de formar parte del programa 'Family duo', una de las apuestas más fuertes de À Punt.

Giner aparece así como jurado del talent show de la televisión autonómica valenciana junto con la actriz y cantante Sandra Cervera, que aparece en 'El secreto de Puente Viejo' o 'Paquita Salas'; el coreógrafo y profesor de 'Fama a bailar' Sergio Alcover; y el cantante y exmiembro de Auryn, Carlos Marco.

En su faceta como cantante, pertenece al grupo musical Carraixet, que lleva 45 años en activo. En una entrevista en Formula TV, repasa el panorama musical y audivisual valenciano: «Los grupos y cantantes valencianos hemos sido ignorados, marginados e incluso agredidos por cantar en nuestro idioma. Nunca se ha dado una situación como la actual, con más intérpretes en valenciano que nunca».

Si por algo destaca la artista es por su carácter polifacético, por su constancia y por su capacidad de adaptación. «Cuando cerró Canal 9 fue catastrófico. Acabaron con todo el sector audiovisual valenciano. Muchos profesionales del doblaje tuvieron que irse fuera a trabajar y los que nos quedamos pues figúrate», recuerda Giner.

En este aspecto, Mari Giner se ha movido por todos los terrenos. La gente la reconoce por poner voz a series infantiles como 'Las tres mellizas', 'Pipi Calzaslargas' o 'Bola de Dragón', papel que le otorgó mayor repercusión al doblar a Goku, su protagonista. De hecho, «todavía existe gente que me llama por teléfono para escuchar mi voz», cuenta.

Otro de los secretos de Mari Giner es que pone voz a la melodía que se oye en los pasillos de Mercadona: «Yo era una de las voces de la canción 'Mercadona, Mercadona'». Recuerda que tuvo que grabarla varias veces porque la primera se escuchaba con una entonación demasiado valenciana.

Ahora, esa pegadiza melodía, capaz de meterse en la cabeza de quien la escucha, ya tiene rostro.