Lotería de Navidad y Lotería del Niño: en qué se diferencian los dos grandes sorteos del año

Las fiestas navideñas en España están marcadas por una serie de tradiciones profundamente arraigadas, que van desde reuniones familiares y la celebración de la Nochebuena hasta la llegada de los Reyes Magos. Entre estas costumbres destaca la ilusión colectiva que generan los grandes sorteos de la Lotería Nacional. Tanto la Lotería de Navidad como la Lotería del Niño forman parte de estas fechas señaladas, actuando como hitos que enmarcan el inicio y el cierre de las celebraciones.

Aunque ambos sorteos son igualmente esperados, presentan notables diferencias en su desarrollo y significado. La Lotería de Navidad, celebrada cada 22 de diciembre, es el más antiguo de los dos, con orígenes que se remontan a 1812. Su formato utiliza dos bombos: uno para los números y otro para los premios, en un sistema que, junto al canto de los niños de San Ildefonso, ha hecho de este evento un espectáculo televisivo que puede durar más de cuatro horas.

Por el contrario, la Lotería del Niño, que tiene lugar el 6 de enero, utiliza un sistema de bombos múltiples. En este caso, cada cifra del número ganador se extrae de un bombo independiente, mientras que otro determina los premios. Este formato más sencillo permite que el sorteo se desarrolle en apenas una hora.

En cuanto a los premios, ambos sorteos destacan por su generosidad, aunque con diferencias significativas. El 'Gordo' de Navidad otorga 4 millones de euros por serie, equivalentes a 400.000 euros al décimo. Por su parte, el primer premio del sorteo del Niño reparte 2 millones de euros por serie (200.000 euros por décimo). Sin embargo, el sorteo del Niño se caracteriza por ofrecer más premios menores, lo que incrementa las posibilidades de ganar. Además, destina un mayor porcentaje de lo recaudado a premios, un 37,5 %, frente al 35 % de la Lotería de Navidad.

La puesta en escena también varía notablemente. La Lotería de Navidad está impregnada de un carácter emotivo, con un simbolismo que conecta con el inicio de las fiestas y que la convierte en un evento de gran carga sentimental. En cambio, la Lotería del Niño, vinculada al Día de Reyes, tiene un carácter más funcional, ofreciendo una segunda oportunidad para quienes buscan empezar el año con suerte.