Una banda realiza un túnel de 150 metros para desvalijar un banco en Elche

Podía haber sido uno de los golpes más importantes de la historia delictiva en España. Era un plan perfecto cuya ejecución dejaba a la altura del betún cualquier guión cinematográfico, todo con el objetivo de desvalijar por completo un banco situado en pleno casco urbano de Elche. Pero, ayer, en el momento culminante, justo cuando los delincuentes ya habían alcanzado la cámara acorazada de la sucursal y se frotaban las manos con la idea de apropiarse de fajos y fajos de billetes, junto con cuantiosos objetos de valor protegidos en las cajas de seguridad, se vieron obligados a huir a la carrera sin botín alguno.

El intento de robo se produjo en la oficina que el Banco Popular tiene en la confluencia de las calles Jorge Juan y Mariano Luiña, cerca de la popular iglesia ilicitana del Corazón de Jesús. Los ladrones ocuparon una vivienda antigua, ubicada a unas dos manzanas de la oficina que se habían marcado como objetivo, para desde este inmueble perforar el subsuelo hasta llegar justo debajo del banco.

Excavaron durante semanas de manera sigilosa y sin llamar la atención de ninguno de los vecinos. De ese modo, horadaron la tierra hasta alcanzar una profundidad que ronda los 10 metros y, desde ese punto, cavaron un túnel de un metro de altura y otro de anchura que avanzó hasta sumar unos 150 metros de longitud. El plan delictivo se descubrió porque la empresa de seguridad o algún vecino detectó unos extraños haces de luz que destellaban dentro de la oficina. Fue así cómo los hechos se pusieron en conocimiento de la policía, que de inmediato envió al lugar a uno de sus coches patrulla para verificar si todo estaba en orden.

Tras realizar varias gestiones y acceder al banco, los policías se toparon con el sorprendente intento de robo ante sus ojos. Según las primeras indagaciones, la presencia de agentes había hecho huir a toda prisa a los delincuentes, quienes tuvieron que abandonar numerosas herramientas y efectos con los que iban a perpetrar el golpe, ideado con minuciosidad durante meses y echado a perder justo cuando ya se disponían a vaciar los depósitos de la oficina del Banco Popular.

Aunque las pesquisas siguen abiertas, todo hace pensar que no tuvieron tiempo de llevarse consigo nada. O si lo hicieron, el valor de lo sustraído sería irrisorio si se compara con la magnitud del robo que pensaban perpetrar en una tranquila jornada de sábado del mes de agosto, cuando la actividad en Elche, acabadas ya las fiestas patronales, cae de manera espectacular hasta que este próximo lunes regrese al trabajo buena parte de los empleados del sector calzado.

Especialistas de la Policía Científica se desplazaron a la sucursal, donde examinaron a fondo las instalaciones y descubrieron las dimensiones del túnel excavado, que conducía directamente hasta una antigua vivienda, ubicada a unas dos manzanas de distancia de la sede del Banco Popular.

Los investigadores de la Policía Judicial ya trabajan con toda la información recopilada para, junto con los testimonios tomados en la zona, tratar de identificar a posibles sospechosos. Dado el tiempo que tuvieron que emplear en perforar la enorme galería subterránea, todo apunta a que residentes en las cercanías pudieron ver en alguna ocasión los rostros de los ladrones, por lo que la policía seguirá haciendo pesquisas en los próximos días.