JAVIER MARTÍNEZ
Lunes, 24 de noviembre 2014, 00:08
Un matrimonio de vendedores ambulantes fueron multados con 600 euros por soltar una ventosidad delante de cuatro policías locales e insultarlos gravemente cuando los agentes trataban de identificar a la pareja en un mercadillo de Valencia. Los hechos enjuiciados, que tuvieron lugar el 6 de junio de 2014 en el barrio de la Malvarrosa, constituyen una actitud de menosprecio a los policías locales, según la sentencia del juzgado de instrucción número 19 de Valencia. El juicio se celebró el pasado jueves en la Ciudad de la Justicia, aunque la pareja no se presentó.
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Aquella mañana de junio, los cuatro policías vestían de paisano y realizaban un servicio de prevención de venta ambulante ilegal. Los agentes detectaron a un hombre y una mujer que vendían fruta, extendida en el suelo y dentro de un carro de supermercado, junto a uno de los puestos del mercadillo.
Tras acercarse a la pareja para identificarla, uno de los agentes de la Policía Local pidió a los vendedores que les mostraran sus DNI, y el hombre contestó: «¡Toma DNI!», al mismo que levantaba la pierna derecha y expulsaba una ventosidad. La mujer también se negó a sacar su documento y dijo: «El carné lo llevo en el ojete».
Los policías, que llevaban cada uno su placa colgando con una cadena del cuello, recordaron en varias ocasiones a la pareja su obligación de identificarse ante un agente de la autoridad, pero la mujer respondió con un grave insulto: «Ojalá se mueran tus hijos de hambre». También afirmó que uno de los policías parecía «una rana preñada» y su marido gritó: «¡Sois unos mangantes!», según las diligencias entregadas en el juzgado.
Ante la sarta de improperios, los agentes informaron al matrimonio de que iban a realizar las correspondientes diligencias -con las frases textuales de los insultos- para entregarlas en el juzgado, y advirtieron a los individuos de que los trasladarían a dependencias policiales si continuaban con su negativa a identificarse. Y fue entonces cuando mostraron sus DNI, aunque siguieron sin colaborar con los agentes, ya que soliviantaron a los vecinos para inducirlos a adoptar una actitud hostil contra los policías.
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Tras identificar a la pareja, Juan J. C. e Isabel M. S., de 60 y 57 años de edad, respectivamente, los agentes comprobaron que carecía de permiso para vender en el mercadillo, por lo que confiscaron los melones, tomates, melocotones, cerezas y ajos -en buenas condiciones y aptos para el consumo-, que fueron entregados a la Casa Cuna Santa Isabel.
Los policías depositaron luego las diligencias en la comisaría del Cuerpo Nacional de Policía del distrito Marítimo. Según consta en sus declaraciones, se sintieron «totalmente menospreciados en su labor policial». Los cuatro agentes insultados forman parte del Grupo de Operaciones Especiales (GOE) de la Policía Local de Valencia, según informaron fuentes judiciales.
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