El Solitario acepta tres años y seis meses de cárcel por el atraco a un banco en L'Alcúdia

Jaime Giménez Arbe, el atracador de bancos más famoso de las últimas décadas en España, ha sido juzgado hoy en Valencia. El Solitario llegó a ser el delincuente más buscado de España. El asaltante protagonizó una treintena de robos a entidades bancarias en los que siempre actuaba disfrazado para ocultar su identidad. Fue condenado por la muerte a tiros de dos guardias civiles en Navarra. Un policía falleció en Castellón al rebotar una bala de un compañero durante un tiroteo contra Arbe.

Su extenso curriculum delictivo -se calcula que logró un botín total de 600.000 euros - se extiende también por la provincia de Valencia. Giménez, que ha comparecido en el juicio por videoconferencia, ha aceptado finalmente tres años y seis meses de cárcel por el asalto a una entidad en L'Alcúdia. La Fiscalía pedía cinco años de prisión para el Solitario por un delito de robo con intimidación y uso de arma.

Los hechos se remontan al 10 de octubre de 2006. El ahora acusado acudió a la sucursal del Banco Popular Español, en la avenida Antonio Almela. Una vez en el interior, se dirigió al interventor mientras sacaba un arma que portaba escondida en la ropa. La mostró y sin apuntar a nadie, dijo en voz alta: «Esto es un atraco». Pidió tranquilidad a trabajadores y clientes y advirtió de que nadie llamara a la policía o se produciría un tiroteo.

Un botín de 8.700 euros

Tras esto se dirigió hacia la cajera. Se apoderó de 8.715 euros, según consta en el escrito de calificación del ministerio público. Introdujo los billetes en una bolsa de plástico. No era suficiente. El Solitario buscaba un botín más cuantioso, pero el responsable de la entidad le informó de que la caja fuerte disponía de un temporizador.

Entonces el Solitario obligó a la cajera a que le acompañara a la puerta de salida. Una vez allí, corrió hacia una calle cercana, donde tenía estacionada una furgoneta blanca, con las placas de matrícula falsas.

El delincuente, como era norma en todas sus acciones, trataba de ocultar su verdadero aspecto físico. Por eso, llevaba un bigote y perilla falsas. Además, la visera de una gorra le tapaba parte del rostro. Debajo de la chaqueta se colocó un relleno para aparentar mayor corpulencia. Además, simulaba estar cojo. Para reforzar su engaño, andaba con una muleta. Cuidó hasta el más mínimo detalle: se cubrió los dedos con esparadrapo para no dejar huellas.

Giménez Arbe está preso en una cárcel de Portugal de máxima seguridad. El juicio podría celebrarse próximamente en un juzgado de Valencia. No obstante, unos días antes de la vista se celebrará una videoconferencia en el que se le ofrecerá la posibilidad de reconocer los hechos a cambio de una rebaja en la pena. Si rechaza esta opción, el juicio se señalará al cabo de unos días.

Giménez Arbe ha sido condenado ya por varios asuntos en España. En alguna de estas vistas ha montado su particular show, como ocurrió en Madrid donde simuló un desmayo para tratar de aplazar el proceso. Su estrategia en casos anteriores se resume en negar los hechos. Por ejemplo, así lo hizo cuando fue condenado a 13 años de prisión por un asalto a una entidad de Zamora en la que hirió a un trabajador. No obstante, sus abogados han logrado archivar algún asunto al plantear que dificultades en la identificación debido al disfraz con el que siempre actuaba. El Solitario fue detenido en Portugal en 2007, justo cuando se disponía a perpetrar otro atraco.