efe
Lunes, 6 de julio 2015, 17:08
El Partido Animalista (Pacma) ha realizado una concentración a las puertas de la ciudad de la Justicia de Valencia para pedir un año de prisión para un hombre acusado de maltratar a una perra, la pena máxima exigible en casos de maltrato animal.
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La vista oral se ha celebrado en el juzgado de lo Penal número 1 de Valencia, ante el que ha comparecido un hombre acusado de maltrato animal por dejar a una perra desnutrida y ciega, al curar sus heridas en torno a los ojos con agua y sal.
Según Pacma, "este es uno de los primeros juicios de delito animal que tiene lugar en Valencia y exigimos la pena máxima para que esta sentencia siente precedentes", ha afirmado la portavoz en Valencia del partido, Ana Espinosa.
El acusado recibió a la perra en adopción el 13 de junio de 2011, cuando un compañero de trabajo se la entregó porque tenía "otro perro y dos niños, en una casa pequeña", según ha explicado el antiguo dueño de la perra. El acusado había mostrado interés por la perra, de nombre Nala, de la que asegura que desconocía que padecía algún tipo de enfermedad, pues de haberlo sabido "no la habría acogido", ha asegurado.
Por el contrario, el antiguo dueño ha testificado que él informó al acusado de que a la perra le aparecían en ocasiones unos "granitos" alrededor del hocico y en el momento en el que le dio a la perra, le entregó las pastillas, unos corticoides llamados Dacortin, "junto con sus indicaciones de cómo administrárselas".
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Los antiguos dueños de la perra hicieron un seguimiento del animal durante dos meses, en los que iban a verla al parque en el que el acusado la paseaba y "estaba radiante y bien alimentada", según cuentan.
Según el presunto maltratador, unos meses después "le picó algo" a la perra, "le salió un pupa y se rascaba". La curaba con betadine y le ponía "esponjas en las patas" para que no se rascara, "porque no tenía dinero para llevarla al veterinario".
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A raíz de estos hechos, el acusado ha negado que la perra estuviera delgada y ha asegurado que le daba de comer dos veces al día, aunque el anterior propietaria y su esposa han afirmado que entregaron a la perra con un peso de 30 kilos y pesaba 14 cuando la recuperaron.
Se contacto entonces con la protectora de animales Luz Verde, a la que envió fotos del animal para que las colgarán en su página web y pudiesen encontrarle un nuevo hogar a Nala, ya que tenía la cara destrozada, estaba deshidratada y desnutrida, y hubo que operarla para sacarle "un terrón de sal de los ojos", según el veterinario que la trató.
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