Urgente Muere una joven al ser atropellada en un paso de peatones de la ronda norte de Valencia
Marcos Cabo entra en un vehículo de la Guardia Civil tras declarar en el juzgado de Llíria. :: manuel molines

El concejal de Serra acusado de matar a su mujer se ahorca en la enfermería de la cárcel

El recluso utilizó una sábana para colgarse del cuello en la habitación que compartía con otro interno del centro penitenciario de Picassent

JAVIER MARTÍNEZ

Domingo, 9 de agosto 2015, 23:43

El concejal de Serra detenido y encarcelado como presunto autor del asesinato de su mujer, Marcos Cabo Galera, de 45 años, se suicidó el domingo por la noche en una habitación de la enfermería del centro penitenciario de Picassent. El recluso se ahorcó con una sábana en circunstancias que no han trascendido a pesar de que estaba incluido en el programa de prevención de suicidios desde que ingresó en la cárcel. El cadáver fue descubierto durante la primera ronda de vigilancia tras el cambio de tuno del personal que trabaja en la cárcel.

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El cuerpo estaba colgado con una sábana alrededor del cuello en la habitación de la enfermería que compartía con otro preso. Tras el macabro hallazgo, el médico de la prisión acudió al lugar con otros funcionarios y certificó el fallecimiento. Poco después llegaron el mando de incidencias de la cárcel y un equipo de Policía Judicial de la Guardia Civil, que se hizo cargo de las investigaciones.

La juez de guardia de Picassent fue informada del ahorcamiento a primera hora de la mañana. Según informaron fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, la magistrada abrió una causa para esclarecer las circunstancias de la muerte del recluso. Los especialistas de la Guardia Civil inspeccionaron de forma minuciosa el cadáver y lo fotografiaron antes de que fuera trasladado al Instituto de Medicina Legal de Valencia para practicarle la correspondiente autopsia.

La muerte del concejal de Esquerra Unida trascendió poco después de que un funcionario del centro penitenciario llamara por teléfono a la hermana del preso para comunicarle el fallecimiento. La noticia del suicidio se difundió a través de mensajes de WhatsApp y causó un gran revuelo en Serra, localidad donde residía Marcos Cabo con su familia.

El hijo del edil acudió ayer al juzgado de guardia de Picassent para reclamar información sobre la muerte de su padre. El joven expresó su indignación ante lo que calificó de un «linchamiento social» de su progenitor que le habría empujado a quitarse la vida, según su opinión. «Estamos destrozados. Mi padre era inocente y por eso se ha suicidado», conjeturó el hijo de Marcos Cabo. «Llevé dos veces ropa al cuartel y al juzgado para que se la dieran a mi padre y se pudiera cambiar, pero no me dejaron acercarme», afirmó con enfado. «Ahora está muerto y seguirán hablando mal de él. Es una injusticia», añadió el joven.

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Prisión provisional

La Guardia Civil detuvo el pasado miércoles al concejal de Serra como presunto autor de la muerte de su esposa. Dos días después, la titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 4 de Llíria, con competencias también en materia de violencia sobre la mujer, decretó prisión provisional, comunicada y sin fianza para el sospechoso después de valorar las pruebas obtenidas por la Guardia Civil y las diligencias de investigación. Según el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, Marcos Cabo fue imputado en una causa abierta «por un posible delito de asesinato». Además, la magistrada le suspendió la patria potestad respecto de sus dos hijos menores de edad.

Cuando salió esposado del juzgado, el edil sólo pronunció una palabra delante de los periodistas y su hijo. Aseveró que era inocente. Minutos antes, el único sospechoso del asesinato de su mujer ratificó en el juzgado su declaración ante la Guardia Civil de Valencia, aunque realizó algunas matizaciones ante la juez y la fiscal. El hombre negó haber prendido fuego a su casa para acabar con la vida de su esposa, pero sus declaraciones contradictorias, las investigaciones y otros indicios le incriminaban.

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El concejal de Esquerra Unida llegó a los juzgados de Llíria minutos después de las nueve de la mañana del viernes. Esposado, custodiado por dos guardias civiles y con el semblante cariacontecido, Marcos entró en el edificio con el brazo izquierdo vendado por las quemaduras que sufrió en el incendio. Sus familiares acudieron a las dependencias judiciales para apoyar al detenido con la esperanza de que la juez decretara su libertad provisional. Pasadas las dos de la tarde, el presunto homicida salió del juzgado. El hombre iba esposado, escoltado por cuatro guardias civiles y con el auto de prisión en sus manos.

Tras preguntarle una periodista cómo se había declarado, Marcos respondió con una sola palabra: «Inocente». En las inmediaciones, los familiares esperaron en la calle más de media hora el traslado del imputado a la cárcel. «¡Padre, saldrás!», gritó su hijo mayor, quien también le recordó en ese breve encuentro que sus hermanos pequeños estaban con él. El joven apoyó la palma de su mano en el cristal del coche patrulla, un gesto de despedida que terminó cuando el vehículo inició la marcha.

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Tanto el hijo como el abogado del concejal insistieron en la inocencia de Marcos Cabo, aunque las investigaciones de la Guardia Civil indican todo lo contrario. Como ya informó LAS PROVINCIAS, dos perros adiestrados para la búsqueda de acelerantes del fuego detectaron restos de combustible en varios puntos de la casa.

Dolores Moya, de 41 años, murió el 29 de julio en el incendio intencionado de su casa en Serra. Los agentes del Equipo Mujer-Menor (Emume) de la Guardia Civil de Valencia tomaron declaración a los hijos mayores y a varias amigas de la víctima para averiguar si la mujer había sido maltratada o amenazada por su marido. Marcos y Dolores habían tenido problemas de pareja tiempo atrás e incluso se plantearon el divorcio, pero «ya se habían reconciliado», según un familiar.

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La hipótesis de que la mujer se hubiese suicidado tras una depresión fue barajada también por los investigadores, aunque finalmente descartaron esta posibilidad. El marido fue interrogado poco después del incendio, pero declaró que estaba con su hija cuando se inició el fuego en la casa. Según su testimonio, el hombre se ausentó de la vivienda para descargar material de una furgoneta de su empresa de jardinería.

Sin embargo, los investigadores de la Guardia Civil de Valencia reconstruyeron todos los momentos previos al incendio y constataron que Marcos podría haber regresado al domicilio para prender fuego al comedor tras derramar combustible en diferentes puntos. Respecto a las quemaduras que tenía en un brazo, el sospechoso aseguró que había sufrido las lesiones mientras intentaba auxiliar a su mujer, aunque esto último no fue corroborado por los primeros policías y bomberos que intervinieron en el incendio.

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