D. GUINDO
Viernes, 5 de febrero 2016, 00:10
«Es necesario que en invierno las abejas entren en un periodo de letargo para regenerar la colmena, algo que no está pasando». Víctor Lizana es el veterinario de la Asociación Apícola Valenciana, organización integrada en AVA-Asaja, y advierte que, en la actualidad, las elevadas temperaturas están teniendo una gran incidencia en estos insectos.
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Por una parte, y a causa del calor, las colmenas están «sobredimensionadas» porque las abejas reina «siguen criando». Estas superpoblación de abejas, mucho más activas de lo habitual para esta época del año, está siendo muy perjudicial para los apicultores. Durante el periodo de letargo, estos profesionales aprovechan para aplicar en las colmenas un tratamiento para combatir una enfermedad llamada varroa, la que con mayor incidencia afecta a las abejas. Sin embargo, al no darse las circunstancias idóneas, prevé que la efectividad sea mucho menor.
Por otro, a causa de la actual sequía y pese a que algunos frutales han adelantado la floración, las flores no cuentan con la cantidad de néctar suficiente, por lo que los apicultores se están viendo obligados a suplementar la alimentación de las abejas con una solución de agua y azúcar, lo que también supone un sobrecoste.
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